viernes, 24 de febrero de 2017

Libertad conculcada.



Héctor Manuel Popoca Boone.


Enclaustramiento casi absoluto, es la condición determinante y el hecho palpable para sobrevivir la situación permanente de violencia en que vivimos en Guerrero. Actuamos como autómatas en una situación totalmente anómala vuelta normalidad cotidiana.

El marco de la legalidad observada por todos para convivir en forma pacífica y civilizada quedó hecho trizas. La impunidad ganó la partida gracias a los ilícitos tozudos de las delincuencias de dentro y fuera del gobierno. Así, el grupo que tiene los recursos para ser el más violento, termina por imponerse y da pie al nuevo hábitat en estas tierras del sur. Existimos dialécticamente al “vivir muriendo y viceversa”. Ésta vida encajonada y limitada es la manifestación contemporánea de nuestro instinto de preservación que como pueblo tenemos.

Habitamos regiones sumamente conflictivas, porque están disputadas todo el tiempo por las diferentes bandas de delincuentes organizados, que tienen cobertura de algunos gobiernos y ciertos políticos, que solapan las fechorías (¿dónde están los 43?), a cambio de dinero para financiar campañas y comprar votos. Lo cual es también motivo de riñas internas que desembocan en ajustes de cuentas al modo gansteril.

Da grima ver cómo la delincuencia organizada de cuello blanco y la del AK-47 han convertido a la ciudadanía guerrerense en paria de sus propios lares, colocándola en un estado de total indefensión y degradación social. Donde el individualismo deshumanizado es fortalecido por relaciones sociales sumamente mercantilizadas. Donde impera la consigna de “ganar aplastando, mintiendo, extorsionando, robando y asesinando” Donde lo que priva es el envilecimiento. El saqueo del honor y el poco respeto a un pueblo que desde siempre ha sido estigmatizado de ser “bronco” por naturaleza; sin reparar en el difícil (por complejo) medio natural, económico, político y social en que históricamente le ha tocado desenvolverse.

Aquí nos tocó estar y nos amoldamos a las circunstancias adversas a una vida digna y decorosa. Fruto de las violencias y delincuencias civiles alineadas con las corruptelas e impunidades institucionales es carecer de una auténtica libertad ciudadana para progresar. Además, los bajos niveles de educación y salud que, junto con una pobreza sempiterna, nos asfixian casi por completo aun cuando todavía existan resquicios por donde seguir respirando dificultosamente.

Ha sido vulnerado nuestro libre albedrío para vivir, decir y actuar; así como han atropellado todos nuestros derechos humanos. Es la poli-agonía a la que estamos sometidos, día con día, hora tras hora, y que por lo mismo es perpetua y extensa. Nos provoca sufrimiento, miedo, incertidumbre y zozobra inacabable en nuestra diaria convivencia cada vez de manera más atroz. El saber que podemos ser violentados, sin tener mayor amparo gubernamental, nos empuja a auto delimitar nuestros movimientos y expresiones. A encerrarnos y reducir nuestro desenvolvimiento a horarios determinados, con gente y lugares específicos.

Del libro de Arturo Aguirre “Nuestro Espacio doliente” extraigo las siguientes ideas: Ahora debemos pensar no sólo la física de la violencia sino también la fenomenología de su acontecer. Es la violencia un hecho y fenómeno específicamente humano que se instituye y diversifica. Y que, con su sanguinaria y desproporcionada escalada, constituye un acontecimiento que disloca nuestra existencia, dejándonos en la intemperie social y orfandad institucional. Como somos mortales, somos susceptibles de ser asesinados; de ahí que nuestro sino radique en vivir horrorizados en un espacio y ambiente vueltos dolientes. En un territorio donde no solo hay víctimas y victimarios, sino también familiares y colectividades bañadas de dolor y de terror. Eso requiere con urgencia una nueva forma de pensar este fenómeno, para no asimilarlo y vivirlo como si nada.

PD. Desde este humilde espacio le digo al Presidente de EUA, Donald Trump: ¡Váyase mucho a la chingada! fuck you!

viernes, 17 de febrero de 2017

Semejanzas.



Héctor Manuel Popoca Boone.


Ante la constante agresividad pública del patán de Donald Trump, que muestra a diestra y siniestra su desprecio inicuo a todo aquello que de México sea originario. Ante hechos irrefutables de la concreción de sus siniestros propósitos; como son el inicio de las razias para capturar mexicanos en algunos estados de EUA, las correspondientes deportaciones forzadas, el cierre de las fronteras a varios de nuestros productos de exportación y el pronto inicio de la construcción del muro de la ignominia; me tienen en verdad sorprendido, la pasividad y lo pusilánime de las actuaciones y expresiones que hacen nuestros gobernantes frente a este gran problema al que debieran presentar de ¡ya!, una defensa más contundente de los más altos y legítimos intereses de nuestra patria.

Nuestros ínclitos gobernantes están pidiendo a nuestros paisanos indocumentados que viven actualmente en EUA, que ¡no tengan temor y que no caigan en la desesperación! Espero que yo haya descontextualizado ese tipo de declaraciones, pero…

Son frases que en las circunstancias actuales convocan a la abnegación como primer paso de entrada a la resignación nacional. Son expresiones impropias de los adalides formales de nuestra nacionalidad y de nuestro fervor patrio; improcedentes para los auténticos defensores del pueblo mexicano.

Discúlpenme que me exprese con dureza, pero esos dichos y comportamientos, con raigambre lacayuna, me recuerdan el comportamiento de los dirigentes de los Consejos Judíos en Europa, durante la II Guerra Mundial; quienes colaboraron activamente para apaciguar y convencer a su grey, que no les iba a pasar nada ante las amenazas públicas y reiteradas de los alemanes nazis que en aquel entonces se auto erigieron en rehabilitadores de su país y de la supremacía de la raza aria. Esa colaboración vergonzante fue hecha por parte de la mayoría de los dirigentes judíos, a cambio de que los nazis les respetaran a ellos, vida y riquezas materiales.

Fueron los directivos de los Consejos Judíos quienes convencieron a sus congéneres de obedecer con mansedumbre las atroces disposiciones de Hitler y sus seguidores. Conocimiento concreto de esos actos ruines salieron a relucir en el histórico juicio al que fue sometido el teniente coronel de las SS nazis, Adolf Eichmann, en Israel, en el año de 1960; acusado del delito de genocidio, por haber sido uno de los responsables principales de llevar a cabo las deportaciones forzosas y después aplicar “La Solución Final” O sea, el exterminio total del pueblo hebreo.

En ese juicio, se brindaron diversos testimonios de la gran amistad colaboracionista que tenía Adolf Eichmann con el líder judío Rudolf Kastner, dirigente del Consejo Judío de Hungría y con Josef Löwenherz, jefe de la comunidad judía de Viena, quienes persuadieron a cientos de miles de judíos de subir en forma obediente y tranquila a los vagones de la muerte que los conducirían a los campos de exterminio, donde también eran judíos los encargados de trasladarlos a las cámaras de gases y a los hornos crematorios, a cambio de que los nazis los dejaran vivir un poco más de tiempo. En pocas palabras, las evidencias mostraron que, en aquellos años de infortunio, los dirigentes morales de los judíos eran los verdugos de su propio pueblo, al pedirles serenidad, acatamiento y subordinación a los designios de los patanes nazis, en esa época oscura de la humanidad.

Por eso no debemos aceptar las convocatorias suaves y diplomáticas que nos dirigen para doblar la cerviz frente al patán de Donald Trump. Tampoco se trata de responder irresponsablemente a sus bravatas y actos inamistosos, sabedores que tiene a su alcance la utilización de las armas más letales que la humanidad háyase visto ser depositadas en un ser cuya mente es rica en procesos neuronales sumamente primitivos.

PD1. Hoy el pueblo mexicano libra batallas históricas en dos frentes. El externo, ante los embates de Trump. Y el interno, frente a los yerros del gobernante nacional y su partido, el PRI.

PD2. Les recomiendo la lectura del libro: “Eichmann y el Holocausto”. De la filósofa y politóloga Hannah Arendt.




lunes, 13 de febrero de 2017

¿Acaso... ?


 Héctor Manuel Popoca Boone.

¿Acaso no es una certeza afirmar que un pueblo sin educación es un pueblo sin futuro? ¿Qué será de Guerrero en un mañana no muy lejano cuando hoy estamos constatando que los estudiantes que cursan su enseñanza media superior en la Universidad Autónoma de Guerrero, en el Colegio de Bachilleres, en las preparatorias abiertas y populares y en el Colegio de Educación Técnica Profesional tienen conocimientos insuficientes en dos áreas fundamentales como lo son: lenguaje-comunicación y matemáticas? ¿Por qué será que el director de educación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) afirma -basado en una encuesta nacional- que, hoy por hoy, para los jóvenes mexicanos el lograr tener un título profesional ya no es un peldaño para ser exitosos en la vida? ¿Acaso visualizan esos jóvenes encuestados que, a pesar de llegar a ser profesionistas, la mediocre sociedad en que vivimos tan solo los colocará en la disyuntiva de ser taxistas o taqueros?

¿Acaso no es un hecho lamentable que una consultora financiera internacional certificada como lo es Fitch & Ratings afirme que las finanzas públicas del gobierno municipal de Acapulco son un verdadero “despapaye” y tapa su ineficiencia incrementando la deuda pública a través de créditos bancarios conseguidos en lo oscurito? ¿Acaso la baja en la calificación que le otorgan al ayuntamiento porteño no significa prender el foco amarillo de riesgo a posibles inversionistas y financieros extranjeros que desean realizar negocios en este flagelado municipio? ¿Acaso vale la pena fingir hablar bien de Acapulco, mientras no seamos capaces de erradicar todo el estercolero producido a lo largo del tiempo por los malos gobernantes, funcionarios corruptos, maleantes y algunos empresarios inescrupulosos; que han convertido este centro turístico en uno de quinta categoría? ¿A quién pretendemos engañar? ¿A nosotros mismos? ¡Limpiemos nuestra casa, antes de invitar a alguien a visitarla! La lógica elemental así lo indica.

¿Acaso no es el colmo de los colmos que el presidente municipal de Chilpancingo declare que aplicará sanciones administrativas a los ciudadanos que arrojen basura a la calle en la ciudad capital, cuando él y su incompetencia son los causantes de no brindar el servicio básico de recogerla y depositarla en adecuado relleno sanitario fuera de la ciudad; convirtiéndose esa falta de previsión en un serio peligro de salud? ¿Quién le aplicará las sanciones político-administrativas correspondientes al edil capitalino?

¿Acaso no es una simulación descarada que una funcionaria del congreso local declare que ya se cumplió con el compromiso de alinear y/o armonizar las leyes estatales con las federales en materia de salvaguarda a las mujeres contra los feminicidios, cuando tan solo se han enviado las iniciativas de ley a las comisiones respectivas para su análisis? ¿Querrán ver cara de idiotas a la ciudadanía, a la Alianza Feminista y a la Comisión Nacional contra la Violencia de la Mujer? Que quede claro, este compromiso en específico se cumplirá cuando estén aprobadas y publicadas en el diario oficial del gobierno las leyes actualizadas de referencia.

Por último, ¿acaso no es incongruente que un gobernante supuestamente de “izquierda” pueda darse el lujo de dar un paseo familiar por la bahía de Puerto Marquez, en un yate de potentado millonario, aun cuando la ciudad este bañada de sangre con por lo menos dos asesinatos diarios y múltiples hechos delincuenciales de todo tipo? ¿Es válido y verosímil que ¡Evooodiio! le eche la culpa de todos los males y problemas que enfrenta a su antecesor Luis Walton? Algunos analistas políticos dicen que es el vivo ejemplo de cómo la mayoría de los dirigentes y gobernantes del PRD-Guerrero han quedado ensartados por la ineptitud, la corrupción, el espíritu mafioso y la impunidad; así como por el vale-madrismo, diría yo.

¿Acaso la resistencia que pone el PRI-Guerrero para suprimir el fuero y la impunidad a gobernantes y legisladores, no es señal inequívoca que tenemos, vivita y coleando, una recalcitrante delincuencia organizada de cuello blanco en éstas tierras del sur?

viernes, 3 de febrero de 2017

Sucesos políticos.


Héctor Manuel Popoca Boone.

Que quede claro: nuestro esfuerzo de unidad nacional es para contener las agresiones del presidente de EUA, Donald Trump, contra México. Respecto a los atropellos que el presidente de México, Peña Nieto, hace a la economía de la mayoría de las familias mexicanas, seguiremos oponiéndonos a él, al PRI y a sus compinches de derecha e izquierda. No se olvida que pusieron al mejor postor los recursos energéticos del país.

Ante los fuertes embates e intimidaciones del desquiciado Donald Trump, la peor actitud es mantenernos en mansedumbre, sumisión y resignación nacional. El muro fronterizo de la ignominia seguirá construyéndose a pesar de que públicamente se hable o no de él, por la sencilla razón de que ya existe un acuerdo ejecutivo formal para hacerlo.

Las iniciativas legislativas locales presentadas el año pasado por la fracción parlamentaria del Movimiento Ciudadano para castigar con mayor severidad la extorsión (que deja pingues réditos económicos a la delincuencia) siguen en letargo; a pesar de ser el delito de mayor frecuencia que se presenta en Guerrero. Eso refuerza nuestra conjetura que una parte de los legisladores está en contubernio con la maña. O sea, también hay delincuencia organizada sureña de cuello blanco.

Los gobernantes tienden a minimizar o relativizar graves hechos sociales, para eludir la no menos delicada responsabilidad que involucra atenderlos. No nada más la ciudad de Chilpancingo está “sitiada” por la delincuencia organizada. También ya fue invadida literalmente por cientos de toneladas de basura que inundan las principales plazas y calles de la capital. Pepenadores ya somos todos. Creo que lo más honesto que puede hacer el presidente municipal es “aventar la toalla”.

Los mandos superiores de las instituciones estatales electorales justifican sus sueldos de más de 150 mil pesos mensuales porque, según dicen, no son trabajadores de segunda clase; entonces, la inmensa mayoría de los guerrerenses que no ganan más de 15 mil pesos mensuales son de décima o menor categoría.

Buena parte de los políticos en el poder, legisladores e investigadores universitarios, aprecian la realidad social desde la perspectiva que les brinda su boyante bienestar material en que viven y desarrollan su trabajo; cuestión que está totalmente divorciada sobre cómo palpa y sufre su difícil circunstancia vital el pueblo.

El gobierno del estado ya no debe seguirle oliendo el fundamento a las corporaciones mineras extranjeras. Es más digno y pertinente dedicarse a apuntalar la economía social solidaria. Hoy más que nunca Guerrero lo necesita. El gobierno de Canadá acaba de manifestar que no será solidario con México en los diferendos que tengamos con Estados Unidos en torno al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.

Gracias a la kakistocracia (gobierno de los mediocres) que padecemos en Guerrero, Marcos Méndez Lara, ciudadano de los más avezados en materia de transparencia, corrupción y rendición de cuentas de instituciones públicas, ¡no resulto idóneo! para formar parte del Comité Ciudadano que vigilará tan importantes aspectos en el ejercicio de gobierno. ¡Por eso estamos como estamos!

Hay que aparentar y declarar que avanzamos, aun cuando la impotencia ante la delincuencia desbordada, y la merma sufrida en la economía familiar por el alza de los precios, nos mantengan estancados. Habla bien de tu desgracia sufrido pueblo sureño.

La corrupción y la impunidad no se extinguirán por voluntad de sus protagonistas; es tarea de los ciudadanos presionar por que así sea a punta de exigirlo y exhibirlos en forma permanente. De una escala de cero a diez, México obtiene la calificación reprobatoria de tres, en cuestión de grado de percepción de la ciudadanía sobre la corrupción imperante.

El Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción no irá por “peces gordos”, sino tan solo a proponer soluciones; se dedicará a medir el fenómeno de la corrupción, dice su flamante presidente. Cuando a un gobernador le preguntaron si iba a investigar las corrupciones de sus antecesores contestó que “no iba a gobernar con espejo retrovisor”