viernes, 20 de julio de 2012

Democracia pervertida.

Héctor Manuel Popoca Boone.

No quedó duda alguna. La nuestra, es una democracia electoral corrompida por el dinero. Corromper al elector fue el objetivo principal en las pasadas elecciones federales y estatales. Fue lo distintivo de la estrategia priista y funcionó. No sólo ellos la usaron, pero sí en mayor magnitud e intensidad, como está corroborándose con los indicios y confesiones que están saliendo a la luz pública.
Ante el mundo nos exhibimos como un país de pobres donde sus procesos electorales son de los más caros y de los más corruptos. Y esto es así porque el diseño de las leyes correspondientes es permisivo; otorgando ciertos resquicios para que esto suceda. Es el imperio de la prostitución electoral en donde los grandes prostituidores son la mayoría de los gobernantes, políticos y sus partidos.
La desgracia de México es que toleramos y con ella fomentamos, tácitamente, la corrupción en todos los ámbitos de nuestra vida seudo-democrática. El cinismo de los culpables y su actitud falsaria e hipócrita, es pasmosa. Estamos en la tierra en donde las barbaridades anti cívicas retozan con la mayor impunidad y no pasa nada. Y nada pasa o prospera si no está impregnada de ellas.
Repasemos lo ya conocido: Tres son las fuentes de financiamiento ilícito de las que se echa mano, usándose a diestra y siniestra, para torcer la voluntad  de los electores. El erario público, el dinero de los grandes empresarios y el proveniente de la delincuencia organizada (Ya nada más falta el de la CIA para acabarla de amolar).
Con el único propósito de que algunos triunfadores en la liza electoral defiendan los intereses de grupos privilegiados y les otorguen patente de corso para sus fechorías financieras o delincuenciales. El rebase de los topes de campaña ya es el pan de cada elección municipal, estatal o federal.
El uso de dinero ilícito en nuestra democracia electoral volviose política de Estado. Sólidamente arraigada y descarada en su aplicación, que aprovecha las infames circunstancias de pobreza y de bajos niveles de educación que distinguen la demografía nacional.
En estos días, abruman y apabullan las evidencias y a la vez manifestaciones de protesta que se suceden ante el descubrimiento de la magnitud de las pillerías para comprar o coaccionar el voto ciudadano. En Guerrero, los principales partidos políticos intervinieron con esas malas artes en algunos municipios y distritos electorales. No en balde es por todos sabido que las elecciones se ganan un día y noche antes de la jornada en que se deposita el voto en la urna.
Los diversificados y sofisticados medios que usan ciertos partidos políticos y gobernantes en cada elección para obtener sus propósitos sorprenden en verdad. Son inacabables e inconmensurables las rutas por medio de las cuales canalizan los dineros que alimentan estas estrategias de perversión democrática.
Al final de cuentas, perdimos casi todos, otra vez. Como nación y como pueblo. El candidato triunfador, por la manera sucia con que obtuvo su triunfo. La clase política mexicana, en su mayor desprestigio ante la gente. Los partidos políticos, ni se diga. Las leyes, las instituciones y los procesos electorales por no atajar, con la debida antelación, lo que fue sucio e irregular de origen. Miles de electores, al quedar vulnerada su dignidad personal. ¿Cuándo saldremos de ese estigma de ser considerados como un país de narco-matones, corruptos y seudo-democráticos? Ni hablar, los plutócratas volvieron a ganar.
PD1. Lo tortuoso en el cumplimiento de la sentencia emitida por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos a favor de la ciudadana Inés Fernández Ortega es que la burocracia gubernamental trata de realizar las reparaciones desde la óptica de sus programas tradicionales, así como de los requisitos y restricciones que marcan sus reglas de operación sin alcanzar a entender que, en este caso, se tratan de obras y acciones de carácter excepcional por la naturaleza de la causa que las generan.
PD2. Ya liberen a Rafael Bibiano Ariza. No sean ojeis.




viernes, 13 de julio de 2012

Usos y costumbres.

Héctor Manuel Popoca Boone.
Los usos y costumbres (UC) son comportamientos y formas de proceder que no están plasmados en código escrito alguno, pero que se acatan bajo valores entendidos y aceptados por determinado grupo social. No siempre son el mejor instrumento para regir la convivencia comunitaria, máxime si se dan en un contexto en donde no se favorece la prevalencia de principios de igualdad, equidad, democracia y justicia.
Varias organizaciones sociales de la Montaña han esgrimido el derecho de nombrar sus autoridades municipales por el método señalado. Lo cual no sería desdeñable siempre y cuando existieran las condiciones para su sano desarrollo.
Pero no siempre es así. En materia de elegir a los gobernantes por la vía de UC, por ejemplo, en los asentamientos indígenas también hay gente mestiza, ¿Querrá decir que quedarían marginados, antidemocráticamente?  
Los UC de los pueblos indígenas todavía están impregnados por un machismo político recalcitrante en donde la mujer es considerada ciudadana de segunda que no merece colocarse a la par de los hombres en las cosas de interés público y común. Desde las juntas de notables de los pueblos, pasando por las asambleas comunitarias, es notoria la acusada desventaja de estas últimas. Las pocas, desafían la prohibición de sus maridos o son mujeres libres, divorciadas o dejadas. Esa es la triste realidad de estas mujeres que aún están sometidas a las labores propias de la humilde vivienda y al cuidado de los numerosos hijos, es decir, quedarse como escopetas cargadas y arrinconadas en algún cuarto.
Otro UC de nefasta práctica por los padres de familia indígena es comprometer u otorgar en matrimonio a niñas y jovencitas de muy temprana edad, sin el mayor consentimiento de ellas a cambio de bienes, aguardiente y dinero, cual si fuera un vil trueque o compraventa de objetos. Sabemos que eso se da por las condiciones de pobreza, pero no deja de ser reprobable y repudiable.
En estas tierras subdesarrolladas en que vivimos los ladinos mestizos, también tenemos reglas pervertidas no escritas, por ejemplo la referida a las plazas magisteriales que se heredan a l@s descendientes directos cual si fueran patrimonio familiar. Sin reparar mientes si los agraciados reúnen o no el perfil para desempeñarse en dichas puestos. O la venta descarada de plazas que es el pan de cada día. ¡Ay! de aquel que ose suprimir o desacatar dicho UC.
Y qué decir de los muy arraigados en la administración pública de dar la tradicional mochada para que los trámites fluyan con agilidad. O la clásica comisión del diez por ciento (¿quince por ciento?) en las adquisiciones o contratación de obra u otorgamiento de servicio público. O la clásica mordida al agente de tránsito o policía para que se hagan de la vista gorda ante una infracción cometida por la ciudadanía en la vía pública. Para todo eso, bien sabemos que nos pintamos bien y bonito en Guerrero y en México en general.
Otro UC practicado con relativa frecuencia es cuando, a veces, el gobernante se rodea de colaboradores incondicionales que no son más que una caterva de gueyes y guevones. Siempre y cuando cumplan con la función de lame suelas.
O aquella en donde los profesores universitarios les indican directa o subliminalmente a sus alumnas que para tener mejores calificaciones, va de por medio un cuchi-cuchi; o a los estudiantes una buena botella de licor, cuando no la descarada solicitud de dinero por punto adicional de calificación.
Es de fama pública el UC donde los líderes sindicales se dan vuelo al colocar a las mujeres demandantes de trabajo sobre sus colchones para tenerlas en consideración; o bien, en el caso de los hombres, la respectiva retribución económica.
PD1. Con eso de que algunos políticos afirman de que no hubo compra de votos, tendré que adelantar la entrega anual de los trofeos: El pinocho de oro.
PD2. Corto, sinuoso, tormentoso y falsario es el camino de la especulación política. Duro, directo y claro, el de la evidencia política en tiempo real.
PD3. Una vez más nos hicieron solazarnos, a golpes de tarjetas mercantiles, dinero y boletas fraudulentas, en el estercolero electoral. ¿Con qué autoridad moral nos van a gobernar?

miércoles, 11 de julio de 2012

Futurismo polìtico

Héctor Manuel Popoca Boone.
Guerrero después de las recientes elecciones entra en un período de tranquilidad política. Nos habremos de serenar y dedicarnos al trabajo “fecundo y creador”. Bueno, es un decir, porque en realidad los candidatos triunfantes quedan apuntalados como prospectos para futuras lides electorales.
Por lo pronto, en la franja de centro-izquierda para el relevo de la gubernatura estatal, se perfilan tres personas (en orden alfabético): Sofío Ramírez, Armando Ríos y Luis Walton. Del desempeño que tengan como senadores los primeros y el segundo como gobernante del municipio de Acapulco dependerán su mayor arraigo popular y su posicionamiento político.
Jorge Salgado Parra queda ubicado, por la alta votación obtenida, en la catapulta para orientar sus esfuerzos políticos hacia el senado de la república. O bien, para la presidencia municipal de Chilpancingo aún cuando Alejandro Mendoza Pastrana ha dicho que volverá a buscarla dentro de tres años.
En el espectro centro-derecha, veo a Héctor Astudillo en su segundo intento por llegar a ser gobernador. Desde la plataforma de la coordinación de la fracción parlamentaria del PRI, que por cierto, llega muy disminuida al congreso local. Otro puede ser Mario Moreno Arcos. Éste, desde la tarima política que le dará la presidencia municipal de Chilpancingo; bien sea para aspirar a la senaduría o a la gubernatura. Debe trabajar mucho, porque su triunfo reciente con poco margen de diferencia le da un arranque debilitado.
En el PRI no veo otro más, a menos que lo designe el tata mandón de ese partido en Guerrero: Rubén Figueroa Alcocer. Hay que reconocer su habilidad política. Le permitió tener ahora a dos senadores de diferente partido en su buchaca, aparte de su hijo.
De las buenas cuentas que entreguemos en estos tres años los del gobierno estatal, allanaremos el camino para que Ángel Aguirre Rivero, al finalizar su mandato, se incorpore al gabinete de colaboradores de Peña Nieto. Le serviría mucho de enlace con la clase política progresista, que tanta falta le hará. Al tiempo.
La reorganización interna de los partidos políticos se impone después de ésta lid electoral. Muchos dirigentes medios con simpatía popular y militantes de base quedaron lastimados y ninguneados en los diferentes ámbitos de su acción territorial. De hecho en el transcurso de la campaña se dieron con harta frecuencia las salidas o entradas de políticos a partidos que no son los de su militancia de origen.
La inminente posibilidad que Morena, la organización política de López Obrador, se vuelva partido, incidirá de forma importante en la reestructuración orgánica del PRD. Porque el matrimonio de conveniencias forzado que actualmente tienen dentro del PRD los “obradoristas” y los “chuchos” ya reclama un divorcio formal para sus sanos desenvolvimientos ulteriores.
Por otra parte, la restauración del viejo PRI procederá con el apoyo político presidencial, debido a que siempre los mismos quieren ser los mismos de siempre. O bien, se renueva y moderniza, dando paso a una nueva camada de políticos jóvenes. Esto último requerirá cantarle las golondrinas al chompiras en Guerrero. Veremos.
En muchos casos, resultó una verdadera patraña lo que alardeaban públicamente los dirigentes cupulares de las distintas partidocracias de que se seleccionarían para candidat@s, aquell@s que tuvieran mayor penetración popular. No fue así, se impuso la dedocracia, con sus consecuencias previsibles en algunos municipios y distritos electorales.
El machismo político seguirá prevaleciendo en detrimento del empoderamiento legítimo al que aspira la mujer guerrerense en las lizas electorales.
En las elecciones del 2015, ¡Irrumpirán las candidaturas ciudadanas! Gestadas por fuera de los “partido-negocio-familia”. Sin lugar a dudas, otorgarán una buena oxigenación a la vida democrática electoral actualmente monopolizada por la partidocracia imperante.
PD.- Ante tantas irregularidades, procede limpiar las elecciones presidenciales. Por el bien de nuestra democracia electoral. Y que la presión que se haga sea dentro de los cauces legales.