viernes, 23 de noviembre de 2012

Llamarse de izquierda en Guerrero.

Héctor Manuel Popoca Boone.
Hoy en día en Guerrero autoproclamarse de izquierda puede significar una posición redituable, política y económicamente. Es buen disfraz para aquellos que nunca han estado cerca de las luchas del pueblo. Porque han de saber que en éste estado del sur, por la izquierda se puede llegar a tener algo de poder o prebendas inimaginables en otro tiempo.
Hay diversas opciones de ubiquidad en la izquierda: la guerrillera que es radical, la clásica, clase-mediera; la académica o intelectual, conchuda; o la moderna, elitista y empoderada en alguna de las instancias institucionales. En todo caso, la proliferación de siglas de los grupos que se autodenominan de izquierda casi supera a los logotipos de las mercancías de cualquier tienda departamental.
Ser de izquierda con falsa consciencia, permite navegar por las aguas del pragmatismo, entre ideologías mutables. El politólogo Daniel Bell afirmó que estábamos ante el fin de las ideologías, pero yo más creo que estamos al inicio orgiástico de ellas, en donde al final de las cuentas, todos se acuestan con todos y tuti-contenti: se comienza como adversario y termina uno de expedito facilito. El trasvase se hace con la mayor impudicia y todos los de enfrente siempre serán bienvenidos al colchón común político.
Hoy lo que predomina en la izquierda son las frases acartonadas propias de la mercadotecnia. También las poses de los políticos, tal como si fueran actores insufribles de telenovelas chafas. Importa más parecer que ser. Interesa más dar circo que crear consciencia social. El discurso claro, directo, combativo y comprometido ha sido sustituido por el de Cantinflas, en su película “Si yo fuera diputado”
Lo importante para buena parte de la izquierda institucional no es la transformación de una realidad circundante, sino el realismo político para ascender dentro del medio o preservarse en él. Como dijera un dirigente: Es dable andar de “nalgas prontas” y hacer alianzas vergonzantes al no tener compromisos serios con el pueblo.
Ser de izquierda hoy en día no significa mucho por lo prostituida y hueca que ha quedado la palabra en su uso y abuso. En Guerrero ha servido para que ciertos oportunistas trepen y prosperen en nombre de los pobres, pero lo cierto es que hoy el sustantivo sirve para todo menos para abatir la pobreza. Insisto: a buena parte de los políticos que se dicen de izquierda les importa un bledo el pueblo, les interesa conquistar el poder por el poder mismo para satisfacer sus intereses personales.
A la mayoría de los que están en izquierda institucional no le conviene abandonar la genuflexión con los que están arriba y con mayor poder. La competencia es dura -existen muchas facciones que se disputan liderazgos, prerrogativas, puestos, chambas, ingresos económicos, etc.- como para enojarse con los mandones. Es mejor menospreciar a los de abajo que mal disponerse con los de arriba.
Ser de izquierda significa enfrentar con sagacidad la rivalidad de los que todavía no suben mucho pero que buscan desplazar o los que disputan el terreno a la par. El canibalismo y el chantaje político está en el orden de lo cotidiano.
Se dice que ser de izquierda es sinónimo de bueno, capaz, progresista, honesto y veraz. La dura realidad ha demostrado que no es cierto del todo y que son atributos de los menos. Caminar por la izquierda es salir de la precariedad para adquirir notoriedad insulsa, a pesar que la mediocridad en el hábito deviene insignificancia social, ineluctablemente.
Casi hemos llegado al punto que auto nombrarse de izquierda y la nada, es lo mismo. Aún cuando todos queremos ir al cielo por la izquierda pero avanzando para atrás en las luchas sociales. Por mi parte, no hago la parada: el camión ya va demasiado lleno.
PD1. Después de más de 70 años en el poder, no hay duda que el PRI ha tutelado bien a varios cientos de ávidos discípulos del PAN y de líderes de izquierda, en sus célebres vicios de poder. Alumnos encuadrados en la partido-cracia, empoderados en la dedo-cracia y ejercitados en la clepto-cracia. ¡Uff!
PD2. El chompiras ha de estar feliz puesto que ya tiene dentro de su buchaca política a cuatro boludos guerrerenses de la tribu IDN del PRD. ¡Uff! ¡Uff!




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