Héctor Manuel Popoca Boone.
Además de la intrigante
e integrante del gabinete estatal, Rosario Herrera, y del diputado federal,
Sebastián de la Rosa, añada el nombre del diputado local, Bernardo Ortega Jiménez,
como copartícipe conspicuo de la dirigencia estatal del grupo Nueva Izquierda del
PRD, apodado “Los Chuchos” que, como
ya sabemos, tal parece que dio cobertura institucional y apoyo político, al
indiciado criminal, hoy todavía prófugo, ex presidente municipal de Iguala,
José Luis Abarca Velásquez y a su señora esposa, actual consejera nacional del
PRD.
El diputado Bernardo
Ortega, es y era presidente de la Comisión de Gobierno del congreso local. De él
fue la frase descalificativa: “Es puro protagonismo”, espetada a la viuda de
Arturo Hernández Cardona (AHC), como respuesta a la solicitud pedida a los
diputados para que dieran una prórroga y poder así entregar un documento importante
que serviría de respaldo para la revocación de mandato del hoy todavía
ilocalizable gobernante municipal igualteco.
Dicha prueba
adicional era el testimonio notariado de Nicolás Mendoza Villa donde señala a José
Luis Abarca Velásquez, como autor intelectual y material del asesinato de AHC. El
diputado local, Bernardo Ortega, muy orondo descalificaba a la regidora y
denegaba la prórroga solicitada. Expresó que…. “dicha declaración no está
ofrecida en el proceso de desafuero del edil igualteco aunado que la
instrucción ya se cerró.”“Esta declaración
desde mi punto de vista es tardía hubiera sido en el momento y ante las
instancias correspondientes, antes de los medios, hubiera acudido a las
instancias correspondientes investigadoras…”.
Acudió pero el resultado fue que el
ministerio público abrió una averiguación previa pero ¡contra de los familiares
de AHC y demás integrantes de la organización Unidad Popular! Con dicha
averiguación previa, el estado mexicano arguyó ante la Comisión Interamericana
de los Derechos Humanos su imposibilidad de otorgar medidas cautelares a la
familia del asesinado.
En Guerrero, la
facción Nueva Izquierda del PRD, cubrió políticamente la espalda al actual
gobernante municipal indiciado, para que el cártel, “Guerreros Unidos”, siguiera cometiendo graves atrocidades en toda
la región norte de estado. En la barbarie acontecida el 26 de septiembre, hay
responsables por comisión, omisión, indolencia y confabulación.
Muchos estamos
convencidos que de haberse aplicado la ley en el crimen de AHC y de dos de sus
compañeros, posiblemente la masacre de Iguala no hubiera acontecido. La raíz de
esos asesinatos a sangre fría, fue la maldita impunidad que otorgaban los
políticos cómplices, de la narco política, asentada en esa región.
Los gobiernos,
federal y estatal, no pueden decir que no sabían de la protección política que
Los Chuchos de Guerrero daban indirectamente
al cártel autodenominado “Guerreros
Unidos”, desde sus puestos de alto nivel en el gobierno estatal, en las
cámaras legislativas, y en el gobierno municipal de Iguala.
Lo cierto es
que el PRD ha dejado de ser una alternativa viable para sacar de la postración
económica, social y política al pueblo de Guerrero. El dinero, el poder y el
narco pudrieron a sus dirigentes y gobernantes, de pies a cabeza.
PD1. A Abarca
(presidente municipal tránsfuga de Iguala) “le levantamos la mano todos” en el
PRD. Lázaro Mazón.
PD2. Según reportaje periodístico de aquel tiempo, Arturo Hernández Cardona
acusó al presidente estatal del PRD, Carlos Reyes Torres, de haber vendido en
millones de pesos la candidatura perredista a la alcaldía de Iguala a José Luis
Abarca Velázquez, “por ser el mejor postor”.
PD3. “Las águilas vuelan
solas, los ojetes en parvada” Titulo del libro de Héctor Suárez.
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