A
la memoria de José M. Armenta Villegas. Contralor General del Estado, asesinado
en el cumplimiento de su deber. (Año 2000).
A
la memoria de Ambrosio Soto. Presidente municipal de Pungarabato. Ídem. (Año 2016).
Carmen Aristegui,
periodista de investigación, harto conocida a nivel nacional por la seriedad se
sus análisis, ha sufrido represalias y presiones ilegítimas en el ejercicio de
su oficio al poner en descubierto los enjuagues interesados del Presidente de
la República y su señora esposa, convenidos con una gran empresa constructora
de la preferencia de la pareja presidencial. Carmen Aristegui no solo fue
corrida de su trabajo en MVS Comunicaciones, por el dueño principal de la
empresa: Joaquín Vargas. Ahora éste puso ante la fiscalía una demanda de
reparación económica y perdón público en contra de la periodista, por
difamación a su persona en el prólogo del libro que al alimón con su equipo de
trabajo escribió y fue la prologuista del mismo, supuestamente porque le causó
daño moral al “angelito”. Eso, en el marco del escandaloso caso de corrupción e
impunidad, muy conocido a nivel internacional, de la lujosa residencia
denominada “Casa Blanca”. El Presidente de la República ya pidió perdón
público, sin mayor consecuencia judicial. Uno, demanda con carácter punitivo y
el otro pide disculpas públicas por el mismo asunto. ¡Esto está de locos!
Por otra parte, el ex
gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI, Humberto Moreira Valdez, fue
denunciado ante la PGR por las fracciones parlamentarias de senadores y
diputados del PAN, por los presuntos delitos de lavado de dinero,
enriquecimiento ilícito, cohecho, fraude, encubrimiento y peculado; posibles
causales sacadas a flote en las investigaciones que tienen en curso el equipo
de trabajo del reputado periodista y académico del Colegio de México, Sergio
Aguayo. El ex gobernador de Coahuila, apresado en un primer momento en Europa
por la Interpol, a partir de los indicios de su participación en el lavado de
grandes cantidades de dinero sacado de México, no podía quedarse atrás y puso
una demanda pecuniaria (diez millones de pesos) y exigió perdón público de
Sergio Aguayo, por daño “emocional” a su persona. Eso, porque el periodista
infería que su comportamiento como gobernante y político despedía un “hedor
corrupto”. Además de su presunta culpabilidad, al menos de omisión, ante
gravísimas violaciones perpetradas a los derechos humanos en la matanza de 300
personas ocurrida en los municipios de Nava y Allende, Edo. De Coahuila, donde
estuvieron involucrados cárteles del crimen organizado.
En ambos casos, estamos
ante intentos de amedrentamiento y coacción a la libertad de expresión pública
e información ciudadana, las cuales están expresamente garantizadas en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Es un intento de poner
los instrumentos del sistema de la justicia mexicana al servicio favorable de
los intereses del alto político y del empresario, al tratar de inhibir la
acción periodística de aquellos profesionales de los medios que los exhibieron.
Los demandantes tienen lazos inocultables de empatía con Enrique Peña Nieto,
Presidente de la República. Lo cierto es que ambos periodistas provocaron el
mal humor presidencial al publicar esas verdades inobjetables. Tan solo dijeron
la verdad y no se echaron a correr.
El caso del ex líder
nacional del PRI es por demás grotesco. Durante su gobierno la deuda pública de
Coahuila pasó de $ 323 millones, a alrededor de ¡34 mil 100 millones de pesos!
Muchos de los cuales, los contrató usando documentos apócrifos. El saqueo al
erario público, fue hecho por demás en forma fraudulenta y en grado exponencial.
¡Uf! ¡Uf!
PD1. La Universidad
Autónoma de Guerrero no se distingue, en términos generales, por la abundante
existencia de conocimientos científicos y tecnológicos, ni por su difusión y
enseñanza. En cambio, los recursos monetarios para la proyección de imagen
política y afianzamiento grupal ¡corren a raudales! Cosas de la
universidad-partido.
PD2. De la corrupción y
de la impunidad, ¡sálvanos Señor! Dígalo en voz alta diez veces y no pasará
nada.