Héctor Manuel Popoca Boone.
Como antecedente de la pérdida de votos que seguramente
tendrá el PRI en 2018 están los resultados desfavorables que obtuvo en los
estados donde hubo elecciones este año. Tan fuerte fue la derrota, que causó
cisma político a su interior. El que era presidente nacional del PRI, Manlio
Fabio Beltrones Rivera, tuvo que renunciar y sepultar a la vez sus pretensiones
presidenciales.
La forma brusca y áspera de la salida de Manlio no
debilitó la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de mantener bajo su control
al PRI. Señaló y fue acatada de inmediato por dirigentes y militantes su
instrucción de uncir al grisáceo nuevo líder nacional del PRI. El presidente
pretende conservar dentro de su férula la designación del candidato priista a
sucederlo en la silla presidencial. Las honduras de las cuarteaduras saldrán a
flote durante el tiempo que resta para los siguientes comicios electorales. No
obstante, las formas y el cómo se dio el relevo debilitaron la recién
amalgamada solidez partidaria.
El PRI-Guerrero tendrá también su merma de votos. La
lógica indica que disminuirá la influencia del grupo político de Manuel Añorve.
Éste regresa alicaído y menguada su fuerza política al ya no contar con
respaldo nacional. Empero, permanecerá sin mella el pacto de hermandad política
con el gobernador del Estado, Hector Astudillo Flores (HAF), quién guardará la
plasticidad política requerida para mantenerse leal también a la figura presidencial
de la cual, requiere mucho apoyo. No le sido nada fácil cumplir su compromiso
de brindarle al pueblo tranquilidad y seguridad.
Las circunstancias le han sido adversas a HAF para
poder desplegar en toda su extensión las dotes de gobernante que hubiera deseado,
aun cuando ha mostrado buen empeño personal en intentarlo. Las restricciones
que se le presentan en el arte de bien gobernar parten de la manifiesta y
severa precariedad de recursos económicos públicos disponibles para hacerlo.
Están los quebrantos financieros, impunes hasta hoy, que heredó de sus
antecesores; los cuales se han agudizado por los recortes presupuestales que la
federación aplica a Guerrero y a los demás estados de la República. Eso ha
debilitado en mucho la capacidad de gobernanza regional. En los años venideros
el gobierno estatal se abocará tan solo a administrar con eficiencia la
austeridad en el erario público recortado. No más.
Motivo de fuga de votos también es la refrendada impotencia
institucional para combatir la delincuencia organizada y las violencias
desatadas. Éstas han estado entronizadas de tiempo atrás en variados espacios
gubernamentales y de militancia política. Son cada vez menos los gobernantes y
políticos que aún pueden enarbolar la bandera blanca de no pertenencia a la narco-política.
No causó sorpresa el hecho semi ocultado que dos dirigentes medios del
PRI-Guerrero hayan sido apresados como presuntos cómplices de asociaciones
delictivas organizadas. Por lo demás, el ejercicio del soborno, la corrupción y
la impunidad siguen siendo estilo de gobernar y domeñar.
La resistencia del gobierno federal de hacer justicia
en la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, a pesar de las
fuertes presiones nacionales y mundiales, también será aporte a la pérdida de
votos del PRI en Guerrero; así como los yerros en decires y conductas,
impregnados de soberbia, autoritarismo, discriminación y racismo, cuando no de
ineptitudes, demostradas fehacientemente por algunos de los principales
funcionarios de HAF. (Continuará)
PD1. La Secretaria General de Gobierno no ha publicado
en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado el informe elaborado por la
Comisión de la Verdad, que escudriño los sucesos violentos y represivos de la
llamada Guerra Sucia en Guerrero (1968-1974). Es un mandato de ley no cumplido.
PD2. El Parque Estatal Bicentenario, pequeño pulmón
ecológico de 30 hectáreas enclavado en el puerto de Acapulco, fue concedido
-por un anterior gobierno estatal del PRD- para su administración sin límite de
tiempo, a la Sra. Esther Salinas Pliego, integrante de una de las más poderosas
familias empresariales de México. Así, o más claro.
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