Héctor Manuel Popoca Boone.
El dedo índice de la mano derecha ha servido para señalar
un camino a seguir, una instrucción que cumplir, una enseñanza a observar, una acusación
condenatoria, una decisión tomada. Ha sido uno de los símbolos más socorrido en
el mundo de mucho tiempo atrás.
En política, su más preclaro uso lo encontramos en los
regímenes de corte no democrático. Es expresión del poder ejercido en forma unilateral,
irrefutable e inequívoca. En la teoría política marxista esta modalidad quedó
catalogada como: “Centralismo democrático”, que dio paso a la llamada “dictadura
del proletariado” la que, al final de cuentas, devino vulgar dominación de una
sola persona o de una minoría dominante; remitiendo al pueblo al férreo sometimiento
social. En el capitalismo salvaje neoliberal, las decisiones políticas
verticales e inapelables, han sido la atribución auto-asignada de muchos embriagados
del poder que desaparecen de la escena política por desprestigio, fallecimiento,
deposición forzada, golpe de estado, revuelta social o revolución armada.
En México se le denomina “El dedo flamígero” a la
principal decisión presidencial priista, para seleccionar al posible sucesor en
la titularidad del poder ejecutivo federal; conocido el incognito-agraciado como
“el tapado”. “El dedo” ha sido, metafóricamente hablando, una facultad no
formal y regla no escrita, pero de obligado acatamiento para todos los militantes
y simpatizantes del PRI. Es norma definitiva por definitoria.
El uso del “dedo” es personal e intransferible. El
presidente lo hace en solitario, siempre tratando de cuidarse las espaldas. También
lo utiliza para dar el “palomazo” a
los candidatos a gobernadores, senadores, diputados, magistrados, embajadores, entre
otros. Es un acto irrepetible y hasta ahora, irreversible. A menos que el
designado muera durante la campaña política.
Por otro lado, con la llegada de la alternancia en el
poder presidencial, el proceso de entronizamiento de la partidocracia se acelera,
disminuyendo la dedocracia. Sale a relucir, en la pugna por el poder, el
protagonismo de los partidos políticos al margen del pueblo. Son ahora las
facciones políticas partidarias las predominantes a nivel regional. Acaparan
fuerza, control y facultades decisorias de tipo local.
Además, los capitostes de dichas facciones ejercen la
política al margen de sus bases, escamoteando su propia vida estatutaria
partidaria, divorciados de sus principios e ideales y de la ciudadanía, a la
que dicen representar y defender. Tan solo buscan seguir medrando en la
política.
En el 2015, los dirigentes de los diversos grupos
políticos del PRD-Guerrero, procedieron a distribuirse la designación de
candidatos (as) a las presidencias municipales y diputaciones locales mediante
el reparto territorial de municipios y distritos para cada cual. A partir de una
supuesta o real fuerza electoral dura. Sin tomar en cuenta los mejores perfiles
de los diversos aspirantes o de destacados ciudadanos sin partido.
Así, las candidaturas locales serán otorgadas por el “dedito”
de los respectivos jefes políticos estatales, no importando idoneidad, ni
identidad ideológica. Craso error. La muestra nos la acaba de dar la grotesca coalición
del PAN-PRD-MC, en la rebatinga por el derecho de asignación del candidato (a)
para el distrito 28 de la Montaña. Tal procedimiento los llevará
inexorablemente a la pérdida de votos.
En resumen, dedocracia, partidocracia, pragmatismo ramplón,
narco-política, financiamientos oscuros, compra del voto, amedrentamientos,
violencias, arbitraje no confiable, intervencionismo ilícito del Estado,
ciudadanía excluida y grosera injerencia del nefasto Donald Trump, caracterizarán
nuestro proceso “democrático” electoral del presente año.
PD. El comité técnico de la Coordinadora Civil de
Organizaciones Campesinas, Sociales y Pluriculturales de Guerrero, alentadoras
del voto: AMLO-presidente, ha tomado la iniciativa de solicitar depósitos bancarios
ciudadanos para su adecuado funcionamiento a nivel estatal, en la tarjeta de
débito Banamex No. 5204 1651 7474 9899.
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viernes, 5 de enero de 2018
El dedo
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