Héctor Manuel Popoca Boone.
A la memoria de René
Juárez Cisneros. Buen gobernante; excelente amigo.
“Frente al problema
de la inflación debemos alcanzar la soberanía alimentaria, es una meta del cuarto año de mi
mandato” expresó el presidente de la República, (13 de abril del 2022). Está muy claro que López Obrador
no podrá cumplir su compromiso en lo que resta de su mandato federal. Aun
cuando lo haya establecido como principal política pública a realizar, frente
al problema del crecimiento de la inflación nacional que es debida a: 1) Dislocamiento
de la producción y comercialización mundial de alimentos a causa de la pandemia.
2) La guerra de Ucrania vs Rusia, dos de los proveedores mundiales de granos
básicos. 3) El alza en los precios de los energéticos.
AMLO dijo que continuaba en la
construcción de presas y canales de riesgo que favorecen la producción
alimentaria. También aseveró: “No obstante, es indispensable destinar más
apoyos al campo para beneficio de sus pobladores y también para avanzar en
nuestro propósito de ser autosuficientes en producción de alimentos” Lamentablemente
en Guerrero, no hubo tales acciones.
No hay, ni habrá, erario que
alcance para dicho propósito. A causa de la inflación que presentan los precios
de los alimentos, que ya ronda el 7.2 % anual (Inegi); y porque la inmensa
mayoría de los recursos públicos se están destinando a la conclusión de siete proyectos
estratégicos: Tren Maya, Refinería de Tres Bocas, Aeropuerto Internacional,
Ferrocarril Transístmico; militarización del país, los programas sociales y para
la estrategia de sucesión presidencial.
En el tema agrícola, como muestra de ineficiencia gubernamental federal,
está el “programa de fertilizante gratuito”. El cual no impactó significativamente
en la producción de maíz, ni en su productividad en Guerrero. En el 2022, la
producción fue de un millón 460 mil toneladas, con una tasa de crecimiento
promedio anual del 2 %.
Si a la tasa promedio de crecimiento de la inflación anual del 7.2 %.
(Inegi, dixit) le agregamos la tasa promedio de crecimiento demográfico anual de
1.14 %. (Ídem), entonces queda más que anulada la intención de tener mayor
capacidad alimentaria estatal de maíz. Habida cuenta que, en tiempo de cosechas
sale bueno y mucho maíz blanco guerrerense a los estados circunvecinos; por
falta de silos de almacenamiento y de precio competitivo interno; provocándonos
un déficit de consumo temporal que es subsanado con la compra de maíz traído de
Sinaloa.
Hace un año, AMLO, en su noticiero nacional “La Mañanera”, (El Sur.
14/julio/2022), mintió. Informó al país que en Guerrero se había duplicado (100
%) la producción anual de maíz, gracias al programa de fertilizante gratuito. El
verdadero incremento fue tan solo de 2.3 por ciento. (Ejemplo de “mentira
institucionalizada”). En cambio, si aumentó en forma considerable el padrón de
beneficiarios del programa, que ya de por sí estaba inflado (por motivos de
control campesino, reventa del producto y de clientelismo electoral). Hoy en
Guerrero, contamos con un padrón hiper inflado de beneficiarios.
La única manera de incrementar en forma realista y en el corto plazo la
producción estatal agrícola para la alimentación humana es utilizando más y
mejor la capacidad instalada de nuestra infraestructura de riego. Cuestión que
también está “en chino”; empezando por su rehabilitación, ya que en la
actualidad lo construido está azolvado, en obsolescencia, semi destruido o
abandonado.
Hace 22 años en Guerrero la infraestructura para la agricultura de riego
estaba integrada por 6 distritos de riego y 671 pequeñas unidades de riego que,
en conjunto, sumaban alrededor de 103 mil hectáreas; sin embargo, del total solo
se aprovechaba el 39 por ciento, es decir, menos de la mitad. En la actualidad,
ya dejó de operar todo un sistema de riego por azolvamiento total. CONAGUA,
como institución de apoyo federal, está reducida a su mínima expresión y con un
presupuesto público raquítico; de tal manera que la capacidad instalada
hidroagrícola de estas tierras del sur solo se utiliza entre 20 a 25 por
ciento. Agréguele a lo anterior, el control que tiene el crimen organizado en
toda la agricultura de riego, especialmente en la región Tierra Caliente. Por
si fuera poco, hay que tomar en cuenta el desmantelamiento de la mayoría de las
oficinas estatales de las instituciones federales de apoyo al campo y la
liquidación de varios fideicomisos específicos para el agro; así como de la
Financiera Rural.
Tema para otro artículo de opinión será analizar el éxito o no de los otros
programas implementados en este sexenio por fenecer para el agro, a saber: Crédito
ganadero a la palabra; Sembrando vida; Producción para el bienestar y Precios
de garantía. El erario aplicado a esos programas sirvió más para mantener el
consumo familiar de la familia rural; y no para incrementar la producción
agropecuaria; lo cual no fue tan malo, porque amortiguaron en parte el hambre
de una población rural pobre y sin empleo.
PD. Como Gobernador
Moral de Guerrero reitero que cualquier gobernante, sea municipal, estatal o
federal, del partido político que fuere, al que se le detecten indicios de vinculación
delictuosa con grupos criminales (acciones, videos, audios, falsedades, confesiones,
compromisos, etc.), es de obligado proceder por la autoridad competente
realizar las investigaciones judiciales correspondientes hasta esclarecer el
grado o no de involucramiento. Por sanidad y certidumbre pública. Sostengo que un
gobernante sin autoridad moral, ni conducta ética; es un mandatario nulificado.
Por el rescate@hotmail.com