viernes, 26 de octubre de 2012

Ser o no ser (2)

Héctor Manuel Popoca Boone.
Esa es la cuestión para el PRD. Guardar congruencia entre el decir y el hacer.Volver los ojos y el cuerpo al pueblo. Retomar sus luchas y abandonar los dulces encantos de la vida burguesa institucional que brinda el actual sistema político mexicano. Al mismo tiempo retornar, con humildad y sencillez, a una verdadera alianza con aquellas organizaciones sociales y personalidades progresistas que no se han separado de los afanes por lograr la solución de las demandas sociales y defender las conquistas populares.
 El PRD debe reconocerse como una red de agrupamientos no homogéneos cuya organicidad posible no puede operar bajo normas y estructuras, únicas y monolíticas, sino darse las reglas de operación y convivencia acorde a su naturaleza interna: como confederación de grupos políticos que tienen sus dinámicas, estructuras e intereses propios, pudiendo tener finalidades últimas comunes.
Para que tenga de nueva cuenta –sobre todo sus dirigentes- credibilidad antes sus bases militantes y ante el pueblo en general, urge que lleve a cabo una depuración real de todos los vicios, mañas, perversiones, corruptelas y comportamientos antidemocráticos que fueron adoptando, desarrollando y practicando durante toda su existencia. Lo peor sería enterrar la cabeza como el avestruz.
Ante el desprendimiento lógico que tiene de militantes y dirigentes que emigran hacia el nuevo partido que está construyendo Andrés Manuel López Obrador, los del PRD tienen que tener la madurez suficiente para afrontar la crisis y ver natural el surgimiento de uno o más partidos, porque eso está dentro de las posibilidades que otorga nuestro régimen democrático.
Cada militante se adscribirá donde juzgue más conveniente para pugnar por sus intereses políticos particulares, o del pueblo, o ambos. Ahí donde los dejen participar activamente, valorando el aporte de sus esfuerzos, sobre todo los militantes de base que siempre han sido utilizados como carne de esclavos a favor de los dirigentes, sin mayor retribución política.
La enésima intentona de refundar el PRD se impone, más que nunca, ante la merma política que le sobrevendrá. Es ingenuo pensar en una fusión de partidos de centroizquierda por cuanto a que los principales dirigentes de los ya registrados tienen una concepción patrimonialista de los mismos. Son sus cotos de poder y de ninguna manera los dejaran; empezando por las prerrogativas económicas que reciben y el tráfico de influencias que como personajes de la política nacional ejercitan.
El PRD va a seguir existiendo, porque los que se van son los seguidores de AMLO. No son la única fuerza real del PRD, pero sí su ex candidato presidencial es el líder nacional más carismático y comprometido con los de abajo. El desgajamiento de bases militantes en Guerrero será de pronóstico reservado, ante la gran simpatía que buena parte del electorado tiene con el lópezobradorismo. Mismo que seguirá prevaleciendo en estas tierras del Sur, siempre y cuando los nuevos directivos del partido por nacer estén a la altura de los anhelos populares y no caigan, como parecen que lo están haciendo, en un exceso de verticalismo y exclusión que no tiene cabida en los tiempos actuales en nuestra incipiente democracia nacional.
El camino que les queda a los partidos de centro-izquierda será actuar en forma de coalición política en los eventos electorales y de alianza de clase en los tiempos permanentes de lucha social. Porque además en el 2015, irrumpen en el escenario electoral del país ¡las candidaturas ciudadanas!
PD1. Desde que los tiempos son tiempos, nunca un gobernante estatal o municipal de Guerrero ha ido a la cárcel por saquear el erario público. Por eso estamos como  estamos y nos permitimos padecer esta impunidad aún más.
PD2. La disputa por la plaza de Acapulco está al rojo vivo. Figueroa Smutny y Manuel Añorve pelean el control del PRI municipal. En Chilpancingo se subieron al ring Mario Moreno, Figueroa Smutny y Héctor Astudillo. Éste último acaba de renunciar a la coordinación parlamentaria de su partido, mientras que en el PRI estatal hay una primera baja, Daniel Pano Cruz, dentro de la lucha que da el chompiras por el control total del mismo. ¡Sálvese quien pueda!


No hay comentarios:

Publicar un comentario