Héctor Manuel Popoca Boone.
Las riñas verbales públicas entre Manuel
Añorve y Figueroa Smutny, connotados políticos del PRI-Guerrero, han dado la
oportunidad de confirmar, de nueva cuenta, vicios y mañas en los
comportamientos de la mediocre clase política que padece el pueblo suriano.
¡Vientos!
Y digo clase política en general, porque
los trapitos y tripitas sucias que han sacado a relucir no son privativos del
PRI: también son del uso de otros partidos políticos que han usufructuado
parcelas de poder de diverso tamaño. Claro está que el PRI ha sido el maestro
para los políticos del PAN y del PRD en estas trapacerías.Sobre todo las de
corrupción e impunidad. En materia de sanidad política,en términos generales, podemos
decir que de los tres no se hace uno. ¡Híjole!
Lo primero destacable de esta reyerta es
que se origina por el control político del PRI municipal de Acapulco,en donde
ambos personajes reclaman para sí y sus grupos el dominio de la plaza. Añorve
no quiere dejarla y Figueroa la pretende. Para sus futuros propósitos políticos.¡No
jueguen!
Lo segundo que sacan a relucir con sus
mutuas acusaciones es la manía inveterada que tienen los gobernantes de saquear
impunemente el erario público. Tanto para sus ambiciones políticas como para
sus enriquecimientos personales. Pero son tan voraces que no solo disponen de
lo que hay para la gobernanza, sino que incurren en empréstitos que dejan endrogadas
las finanzas por mucho tiempo. ¡Chúpale pichón!
¡Ah! Y lo hacen con la mayor impudicia
posible. Los casos de los estados de Coahuila, Tabasco, Oaxaca, Chiapas y de
las principales ciudades de Nuevo León y Guerrero, entre otros casos, dan fe de
ello. ¡Pa su má!
Lo tercero, con sus dimes y diretes corroboran
las posibles negociaciones de algunos políticos con el narcotráfico,así como
del presuntodesvío de dineros institucionales de las campañas electorales hacia
las arcas privadas de los candidatos. ¡Sopas!
La cuarta, derivada de la anterior:
reafirman lo que ya se sabía, las fuentes primigenias de enriquecimiento
inexplicable de los políticos son: las mochadas y sobornos resultantesdel
otorgamiento de obra pública, las adquisiciones gubernamentales y el tráfico de
influencias. ¡Zambomba!
La quinta ratifica que las ejecuciones
extrajudiciales y asesinatos a mansalva no son de exclusividad del ejército o
los sicarios, también de los gobernantes civiles que las practican de vez en
vez. El caso de Aguas Blancas vuelve a salir a colación. ¡Úchale!
La sexta es la acreditación de que la
mayoría de los gobernantes en su oficio y responsabilidad son renuentes a la rendición de cuentas en
forma transparente y total. ¡Cáspita!
La séptima es la cobardía manifiesta de
los jefes políticos de no dar la cara sino mandar por delante a sus mastines a
la arena del coliseo para mordisquear a sus adversarios. ¡No manchen!
Concluyo exclamando: ¡Viva la desnudez
política!
PD1. No nos hagamos tontos, parael rescate
deentidades federativas y municipios en quiebra financiera es necesario primero
aplicar responsabilidades y sanciones, de lo contrario esas ineficiencias
seguirán siendo cuentos de nunca acabar y barriles sin fondopara bienestares
privados.
PD2. Siempre nos traía en jaque. A los
del gobierno. Mi amigo campesino asesinado, Andrés Rosales Aguirre, alias “El
bigotes” Eso, por los incumplimientos del programa de fertilizantes en el
municipio de Cutzamala. Se extrañará la defensa que hacía de sus compañeros
labriegos.
PD3. Estuve por allá y me dijeron que
una hipótesis sobre el último asesinato de un político en Cuajinicuilapa fue
una presunta vendetta política,cuyo íncubo fue el ejercicio de la dedocracia
del PRD en ese municipio,en las pasadas elecciones municipales. ¿Será cierto?
PD4. ¡Aguas! Estamos entrando en los
ámbitos de la ingobernabilidad. Requerimos un rediseño en nuestra actual forma
de gobernar. No podemos seguir ejerciendo el poder como como hace 18 años.
PD5. Bueno, los dos ex gobernadores del
PRI que lo vetaron, ahora reconocen a Ángel Aguirre Rivero como “El jefazo” Ya
era hora.
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