Héctor Manuel
Popoca Boone.
En términos
generales, la política electoral en Guerrero, llevada a cabo por la mayoría de
los políticos profesionales, es a través de conveniencias o chantajes y no de
principios o ideales. El motor que les da vida es la consecución del poder por
el poder mismo, para usufructo personal o de grupo, no importando a qué partidoo
a quédoctrina política sumarseeventualmentepara lograrlo.
En la
partidocracia imperante, la ideología o los principios enunciados son para el
consumo externo, más no para la cohesión del agrupamiento interno. En el fondo,
aunque en apariencia digan otra cosa, buscan tener poder no tanto para ponerlo
al servicio del pueblo, sino utilizar el voto ciudadano para obtenerlo. Incluso,
ya con el poder conquistado, usarloen contra de los intereses populares.
Con desenfado,un
amigo dirigenteperredista me decía que a su grupo político lo que menos les
interesa es concretar en la realidad un programa de lucha social en el marco de
una ideología de izquierda;sino transitarpor el camino que fuera conveniente,
para tener poder junto con los provechos económicos que de él se derivan. El
motivo real de la amalgama y acción de su estructura orgánica servía,
básicamente, para conseguir poder por medio del juego comicial, para así detentar
la gobernanza pública y administrar discrecionalmente el erario público para el
beneficio particular desatendiendo la demanda popular.
Durante el actual
proceso electoral han empezado a surgir signos de un pragmatismo ramplón y
convenenciero. Algunos políticos oportunistas reafirmarán la caducidad de los
postulados axiomáticoscomo guía en la políticay confirmarán la vigencia de la
practicidad desideologizada. Comienza ya la temporada del amago y de los
trasvases de los llamados“chapulines”, en el marco de un libertinaje partidario.
O díganme sino es cierto el deterioro ideológico que en la actualidad padecemos,
por ejemplo:
El dirigente del
movimiento ciudadano aguirrista, Raúl Salgado Leyva, en semanas pasadas, afirmó
que en las próximas elecciones del 2015, su agrupación política “dará
su respaldo a candidatos que representen la mejor opción ciudadana, sin
importar el partido en el que militen”.
Semanas después, el diputado Héctor Astudillo Flores,
dijo en una reunión con empresarios que de no lograr la candidatura para
gobernador por el PRI se sumaría al mejor posicionado “esté donde esté”, porque
él tiene la libertad de apoyar a quien represente la mejor opción.
A los pocos días,
el diputado local priista, aspirante a ser candidato a la presidencia municipal
por Acapulco, Rubén Figueroa Smutny, aseveró que pudiera darse una
alianza y que en caso de que él no fuera el candidato del PRI, podría apoyar al
hijo del gobernador que aspira a lo mismo por el PRD.
De tal suerte, los
ideales o valores que se enarbolen serán para los usos externos y los
candidatos portarán disfraces de colores a fin decubrir las apariencias de que ganando
el poder, atenderán los reclamos más ingentes del pueblo.
La retórica, la
demagogia, la farsa y las mentiras que se enuncien, entre más usadas se den a
través de los medios masivos de comunicación, más adormecimientos y conformismos de conciencias ciudadanas se
obtendrán para nunca jamás salir de la idiotez simbiótica entre el pueblo y los
gobernantes, como dijera la politóloga Denise Dresser.
PD1. Con las leyes de energías aprobadas por los
legisladores del PRI-PAN, a los mexicanos nos ensartarán empresas privadas,
desde afuera y desde adentro, con una “servidumbre de paso” y con “una
ocupación temporal” de nuestras aguas y territorios. ¡Uff!
PD2. El neoliberalismo rapaz,tarde que temprano,
provocará una contra-reacción social. Así ha sido la atropellada historia
nacional. Lo malo es que conlleva derramamiento de sangre y sacrificio de miles
de vidas humanas, que se adicionaran a las que ya acontecen por motivos de
pobreza, violencia social y en las pequeñas guerras locales de baja intensidad
suscitadas a causa del narcotráfico, los secuestros, extorciones y demás
delitos execrables.