sábado, 5 de julio de 2014

Los dos Nogales.

Héctor Manuel Popoca Boone.

Los autores del libro “Por qué fracasan los países” al que me referí en una pasada entrega, se preguntaban sobre las causas por las que Nogales, Arizona (Estados Unidos) es una ciudad próspera, a diferencia de Nogales, Sonora (México) que permanece estancada, no obstante que solo las divide la alambrada fronteriza.

Tienen el mismo clima, la misma situación geográfica, sus habitantes poseen el mismo origen étnico y tuvieron similar cultura e historia. Hasta que en el año de 1853 fue dividida en dos, quedando ubicadas en dos distintos países colindantes, con dos formaciones institucionales divergentes y bajo dos tipos de molde económico capitalista.

En el 2011, mientras que el ingreso por habitante en la parte estadounidense era de unos 30 000 dólares anuales, en la parte mexicana fue de 10 000 dólares. La población allende la frontera tiene un nivel escolar promedio de preparatoria, en comparación con la parte mexicana que es de primero de secundaria, aunado a la gran deserción escolar de los jóvenes para emplearse en la industria maquiladora.

En Nogales, Arizona, los habitantes gozan relativamente de buena salud garantizada por un seguro médico generalizado, lo que les da una esperanza de vida elevada. En cambio, en Nogales, Sonora, permanece un sistema de salud deficiente, de difícil acceso, en condiciones sanitarias precarias y con un promedio de vida más bajo que su contraparte.

La mayoría de los habitantes de Nogales, Arizona, cuentan con electricidad, teléfono e internet en cada casa; alcantarillado, calles y agua potable en buen estado; óptimos caminos y carreteras, pero sobre todo con un respeto y acatamiento a la legalidad y al orden, que les permite realizar sus actividades cotidianas sin miedo a perder vida o patrimonio. No tienen que dar sobornos o pagar extorsiones a nadie ni por nada. La gente considera al gobierno su aliado y cuentan con un sistema democrático para elegir a sus gobernantes sin compra de votos.

En contraste, en Nogales, Sonora, hay carencia de servicios públicos en diversas zonas de la ciudad. Caminos y carreteras en mal estado. Hay altos índices de delincuencia. La violencia impera de tal manera que abrir un negocio es una actividad de alto riesgo. Los trámites gubernamentales son tortuosos agilizándose con sobornos; la justicia está con el mejor postor y eligen a sus gobernantes con un sistema democrático tramposo. Los mexicanos no ven al gobierno como protector porque éste ofrece impunidad a los infractores de la ley y la justicia. Los habitantes viven su cotidianeidad cargando a cuestas la corrupción e ineptitud de sus políticos.

En Nogales, Arizona, los políticos y gobernantes procuran estar, en todo momento y en forma honrada, al servicio de sus habitantes, proporcionándoles todos los servicios públicos con la mayor calidad. Sin embargo, sus similares mexicanos son diestros para allegarse parte del erario público para sus haberes particulares en detrimento de la mayoría del pueblo que, por lo mismo, vive en generalizada pobreza.

Conclusión de los autores del libro comentado: Las diferencias notables entre los dos Nogales las hace la calidad de sus gobernantes, políticos e instituciones oficiales; así como el grado de accesibilidad que tienen sus habitantes a los distintos programas que sus respectivos gobiernos les ofrecen para su desarrollo social; moldeando de diferente manera las instituciones de fomento al crecimiento económico.

PD1. Para los diputados de esta legislatura local es tan temible que las mujeres sean pares en el poder ejecutivo municipal como la apetencia del voto de ellas a la hora de las elecciones. Por otra parte, al imponer desmesuradas condiciones restrictivas a las candidaturas independientes y posponer la del migrante, muestran su inclinación a la democracia excluyente y a la partidocracia exclusiva. ¡Uff!

PD2. No se midió el diputado Jorge Camacho Peñaloza al aseverar, retrógradamente, que “las mujeres no están preparadas para ganar una elección”. Su mentalidad quedose estancada ¡hace 91 años! Le recomiendo leer la biografía de Elvia Carrillo Puerto.

h.popoca.b@gmail.com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario