Héctor
Manuel Popoca Boone.
¿Alguien
ha visto a las 16 personas desaparecidas forzadamente en Chilapa hace un año?
¿O
a los Otros Desaparecidos de Iguala?
Uno de los propósitos que
persigue Alejo García Jiménez (AGJ), autor del libro: “Guerrero y Álvarez”, es
identificar los paralelismos que hay entre los sucesos históricos narrados en
su obra y la actual situación por la que está atravesando nuestra patria.
Cuestión importante porque nos resistimos a tener memoria histórica. A entender
de dónde venimos, dónde estamos ahora y para adónde vamos. En su libro, (AGJ)
señala que nuestro país, es heredero de una gran tradición libertaria y de
lucha social. Y en base a lo anterior convoca a que el pueblo siga dándose la
oportunidad de construir su propio destino.
Primera digresión
personal: La clase política local, a
cada rato dice lo siguiente: “Guerrero le ha aportado mucho a la Patria, es
hora que México le aporte a Guerrero”. Y con esa letanía nos resignan a la
pasividad. A esperar que nos llegue el maná del cielo. A que el gobierno
federal nos saque de esta postración, Cosa que, por supuesto, no sucederá;
mientras no nos decidamos levantarnos de la postración por nuestras propias
fuerzas.
AGJ cita un hermoso
párrafo de su colega historiador, Carlos Montemayor: “…cada generación tiene su
momento para luchar por sí misma, para construir, comprender, desentrañar su
destino, su fuerza, su inteligencia. Tarde o temprano, cada generación modifica
el mundo porque no puede justificarse a sí misma con la dignidad que otros
tuvieron en el pasado. Cada generación es responsable de su propia dignidad.”
Segunda digresión
personal: A la fecha, como ciudadanía en general, hemos demostrado poca
dignidad, mucho conformismo y grave autismo ante lo que acontece a nuestro
alrededor. Producto de eso, aparece de nueva cuenta, el Guerrero bronco. El
Guerrero convulsionado por la violencia, la delincuencia y la pobreza. Tengamos
presente que minimizar es a la vez minimizarnos.
AGJ nos menciona que, en
la época que reseña, los potentados querían una independencia monárquica. Los
poderosos de la Nueva España deseaban que la independencia fuera un acto
pactado entre las partes en lucha. Pero que las de ganar fueran para los
españoles y los criollos adinerados, representados por Agustín de Iturbide; a
costa de los anhelos genuinos del pueblo, sencillo y humilde, indígena y
mestizo, representado por Vicente Guerrero.
El autor del libro nos
indica que ya desde 1803, el Barón de Humboldt había llamado “reino de la
desigualdad” a la Nueva España. Hoy constatamos que la violencia en Guerrero,
no solo se explica por la pobreza de la población, sino por la gran desigualdad
social imperante enfatizada a diario entre la opulencia insultante de unos
cuantos y la carencia de muchos otros.
También nos dice que el
General Vicente Guerrero, ante la correlación de fuerzas desfavorable entre el
ejército independentista (que era aproximadamente de 7 000 guerrilleros) y el
bien equipado ejército realista (integrado por alrededor de 35 000 soldados),
dedujo que era militarmente imposible ganar la guerra a corto plazo.
Por otro lado, los
sucesos de España, a raíz de la entrada en vigencia de la Constitución liberal
de Cádiz, origina ron la circunstancia para que ambos bandos les interesase por
igual, pero por diferentes motivos, separarse de la madre patria. Se abrió así
la posibilidad, escribe AGJ, de “una solución coyuntural, un consenso, una
negociación, una transacción, un pacto político y militar para terminar la
interminable guerra”
Así pues, para lograr la
independencia de México y no seguir con mayor derramamiento de sangre del
pueblo, el General de “La Patria es Primero” Vicente Guerrero, le cede al
Coronel realista, Agustín de Iturbide, el mando y la coordinación general del
movimiento de independencia, para llevarlo hasta su culminación total. (Continuará)
PD1. Se dio la declaratoria de validez a la iniciativa
que ordena la creación de la Fiscalía Especializada en Materia de Desaparición
Forzada y Búsqueda de Personas Desaparecidas, presentada por la fracción
parlamentaria local del Movimiento Ciudadano. Vamos Bien.
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