domingo, 27 de enero de 2019

Combate frontal al huachicol.


Combate frontal al Huachicol.

Héctor Manuel Popoca Boone.

El huachicol vino a descubrirse en toda su extensión como un arraigado y vasto sistema de latrocinio y corrupción, de alta escuela criminal y de gran envergadura nacional. Por lo que no es minucia alguna la batalla que el Presidente del la República, Andrés Manuel López Obrador, está sosteniendo contra el robo descarado, a través de una red de complicidades, corporativo-mafiosas, imperante desde décadas atrás; en torno a productos sustraídos del petróleo, que son propiedad de la nación y que en mala hora empezaron a ser concesionados a particulares, nacionales y extranjeros, por malos presidentes de la república de extracción neoliberal.

Afortunadamente millones de mexicanos estamos respaldando al Presidente López Obrador, en esta limpia de carácter nacional. Ya que nos sentimos vulnerados y ultrajados por aquellos que, envueltos en la impunidad con que han actuado todo el tiempo, se resisten a dejar de hacerlo. Bien sean estos, ex gobernantes, políticos, funcionarios públicos y líderes sindicales de PEMEX; así como, en algunos casos, en contubernio con inescrupulosos empresarios de gasolineras y los infaltables “amigos organizados”.

El latrocinio y la corrupción a nivel nacional no es un problema cultural, como erróneamente lo conceptualizó el ex presidente Peña Nieto. Es todo un estilo y sistema de gobernar, de subordinar y doblegar conductas humanas y procedimientos institucionales de trabajar en beneficio de intereses particulares bastardos; cuya densa telaraña tejida a lo largo del tiempo ha paralizado la buena y sana marcha del país en su afán de mayor progreso social.

Sus ramificaciones vinculatorias han invadido todo; y lo han corroído todo hasta los tuétanos. En esta batalla frontal le va su futuro al país. O lo empezamos a redimir combatiendo a fondo la corrupción o por el contrario, permitiremos que los de siempre lo sigan destruyendo cada vez más. Esa es la disyuntiva actual. Los vacíos de atención gubernamental fueron ocupados inexorablemente por el poder criminal. Reconvertir eso es el reto que tenemos los mexicanos bien nacidos.

Todo el sistema de saqueo -en la vertiente del huachicol- está negándose a dejar de existir; y se resisten ilegalmente hacerlo echando uso de todo tipo de recursos disponibles en sus manos. Incluso, acuden desalmadamente a actos y artes criminales, diseñados bellacamente en lo oscurito, sin mostrar como siempre, la cobarde mano que mece la cuna. Lo hacen desafiando la autoridad y la institucionalidad establecida; y parapetan sus fechorías tomando como carne de cañón parte de la población humilde que tiene múltiples carencias económicas.

Como dice el presidente AMLO, es hora de ajustar cuentas a los peces gordos, los intocables, beneficiarios de este multimillonario negocio que nos ha sangrado desde años atrás; que nunca han pagado sus tropelías. Es el tiempo real en que ellos ya no tendrán ninguna certidumbre para evadir la aplicación de la ley; de saber que están dadas las posibilidades y circunstancias de ir a la cárcel y que nunca más podrán hacer de las suyas en otros lugares, medios y circunstancias.

PD1. No caeré en provocaciones. No seré yo el motivo, ni serviré de pretexto, para que los corruptos de siempre, desdoren la visita del Presidente de la República a Guerrero, que viene a poner en marcha el Programa Nacional de Fertilizante el próximo 8 de febrero.

PD2. En mí, no está entregar fertilizante gratis a “los amigos organizados”. Yo paso.


viernes, 18 de enero de 2019

Operación del Programa de Fertilizante 2019.


Héctor Manuel Popoca Boone.

Los productores de granos básicos del Estado de Guerrero que deseen acceder al Programa Presidencial de Fertilizante 2019 constituirán mediante convocatoria pública de la Secretaria de Desarrollo Rural (SADER)  para una asamblea general de pobladores productores de maíz, frijol o arroz de su localidad, la constitución de un Comité Pro-Fertilizante, que tendrá funciones exclusivamente de supervisión en todo el proceso de registro y entrega del insumo a los beneficiarios.

La agenda de la asamblea referida también tendrá como propósito analizar, depurar, actualizar, aprobar y dejar cerrado el padrón de beneficiarios asistentes; fungiendo como testigos de honor un representante de la Procuraduría Agraria, “Servidores de la Nación”,  un representante de la SADER; así como autoridades civiles y/o agrarias que así lo manifestaran para testimoniar el buen desarrollo de la misma.

En la asamblea, la SADER procederá a pasar lista e informar públicamente los nombres de las personas que ya pueden integrar el padrón definitivo, en virtud que ya están inscritos en el padrón Proagro y aquellos posibles sembradores derechosos que la asamblea autorice su admisión. También procederá a recabar toda la documentación oficial y personal que permita la identificación y elegibilidad, a partir de los requisitos legales que indiquen la posesión o renta de la parcela.

Personal de la SADER,  junto con el comité de Pro fertilizante, llevará el acta de asamblea y el padrón definitivo ante el centro de Apoyo de Desarrollo Rural (CADER), mismo que procederá a subirlo a una plataforma digital, mediante la cual se procesarán y sistematizarán a nivel nacional los datos  capturados,  para así emitir los vales uninominales, los cuales serán intransferibles y podrá ser recogido el Fertilizante correspondiente, en forma directa y exclusiva por el productor beneficiado.

Con dicha información, la nueva empresa para-estatal, Productora Nacional de Fertilizantes (PRONAFER), producirá, comprará y surtirá el fertilizante a otra nueva empresa para-estatal, Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX) que lo distribuirá en todo el territorio de Guerrero; a través de un calendario de retiro, en cada uno de los Centros de Distribución de SEGALMEX (CDS) municipales, a fin de que los productores beneficiarios puedan canjear sus veles  sin intermediación de nadie.

La fórmula de fertilizante a distribuir será la indicada por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), de acuerdo al tipo de suelo predominante; debiendo concluir la entrega en todo el Estado a más tardar el 15 de junio del presente año.

El programa otorgará el apoyo hasta un máximo de tres hectáreas por productor, aun cuando éste pudiera detentar más. Solo la SADER a nivel nacional será la única facultada para incluir nuevos beneficiarios al padrón o darlos de baja; observando los criterios de elegibilidad y exclusión establecido.

Saldrá del padrón aquel que caiga en uno de los siguientes casos: Que el beneficiario haya fallecido y se presente otra persona a nombre de él sin ser el testado; aquellos productores que hayan resultado beneficiados con fertilizante en otro programa Federal; que se digan representantes de los productores empadronados,  que haya incurrido en cualquier falsedad o presentado documentación apócrifa para tener acceso al programa o que haya revendido o usado el incentivo para otros fines. Aquel que practique el “moche” o la “La razurada”.

Con la finalidad de llevar un control transparente y real sobre los avances del Programa, así como corregir posibles retrasos o desvíos en la operación, la Secretaría de la Función Pública podrá  realizar visitas periódicas a los centros de proveeduría, y a los centros recepción   y distribución de fertilizante, así como en la emisión o entrega de los vales; y en general, en cualesquiera de las etapas de ejecución del Programa, lo mismo podrá hacerlo la Auditoría General de la Federación.

Será obligación de la SADER registrar el padrón de productores beneficiarios y publicarlo en el portal de transparencia de la dependencia, así como en medio impreso y a la vista pública en cada una de las localidades beneficiadas.







viernes, 11 de enero de 2019

Los granos básicos II


Los granos básicos II

Héctor Manuel Popoca Boone.

            La estrategia para recuperar nuestra autosuficiencia alimentaria tiene dos grandes vertientes sustentadas en la tipología de productores rurales de México. La primera de ellas es recuperar la rentabilidad económica perdida; es decir, convertir otra vez a la agricultura campesina una actividad económica cuyo costo-beneficio sea positivo para la persona que siembra. En otras palabras, que sea negocio dedicarse a la agricultura de los granos básicos. La segunda vertiente derivada de la primera, es volverla sostenible y sustentable para aquellos productores cuyas parcelas sean de auto consumo o para los que, una vez asegurada su provisión alimentaria familiar anual, destinen excedentes a los mercados regionales.

            A partir del reclamo campesino e indígena de que “el campo ya no aguanta más”, de su paulatino deterioro económico debido al incremento constante en los precios de los insumos agrícolas, aunados al creciente costo de la mano de obra en tanto que los precios de sus productos cosechados permanecían invariables o de plano iban a la baja, a consecuencia de la libre importación que se hacía del maíz, frijol, trigo y arroz de otros países, principalmente de Estados Unidos y de Argentina, a causa también de una competencia desleal y excluyente porque los productores rurales allende nuestras fronteras, eran y son subsidiados por sus gobiernos nacionales de origen.

            La estrategia de fomento a la producción del nuevo gobierno federal tiene un enfoque integral, a partir de subsanar las distorsiones estructurales generadas en la producción nacional de los alimentos básicos. Desde éste año, habrá apoyo gubernamental federal para subsidiar el proceso productivo; desde la adquisición de los insumos agrícolas requeridos para la siembra como lo son los fertilizantes químicos y/o orgánicos junto con la semilla natural mejorada en sus nutrientes proteicos (en una segunda etapa); así como en el acceso a las mejores artes tecnológicas que posibiliten elevar la productividad por hectárea junto con otros insumos diversos requeridos; además del acompañamiento técnico que brindaran agrónomos de nuevo tipo a los que se les otorgará un salario remunerador y decoroso.

            La última fase del apoyo gubernamental federal será brindarle al productor rural la certidumbre de un precio razonable para su cosecha; al establecer un precio de garantía y la posible adquisición institucional, en caso de no tener un buen comprador en los mercados regionales. Eso permitirá también erradicar la intermediación innecesaria que encarece el precio de los granos básicos.

            El Programa Nacional de Fertilizantes en Guerrero tendrá su punto de arranque en la región de Tierra Caliente, en febrero próximo, ante la presencia del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al otorgar los primeros bultos de fertilizante a beneficiarios de los municipios de Pungarabato y parte de los de Coyuca de Catalán; tomando como base las asambleas de pobladores productores de granos básicos que tendrán como principal punto del orden de temas a tratar, la validación final del padrón de beneficiarios y la constitución del comité pro-fertilizante respectivo, con la asistencia de las autoridades civiles y agrarias locales, un visitador de la Procuraduría Agraria y un servidor público de la SADER.

            La proveeduría del fertilizante será responsabilidad de la nueva empresa federal: Productora Nacional de Fertilizantes (PRONAFER) y la distribución en Guerrero estará a cargo de la también nueva empresa federal: Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX), bajo la consigna presidencial de hacer la entrega en forma directa e individual del fertilizante al beneficiario, sin intermediarios de ninguna especie. El jefe del Distrito de Desarrollo Rural 03, José Miguel Treviño Barrera, me indica que el reto para la región de Tierra Caliente será atender alrededor de 70 mil hectáreas de siembra de maíz grano blanco. Sin “moches” para entrar al Programa ni “rasuradas” para recibir el fertilizante.

P.D. De nueva cuenta México recupera su prestigio internacional que había perdido, cuando teníamos gobiernos federales serviciales y lacayunos con tal de obtener la gracia ajena.


viernes, 4 de enero de 2019

Los granos básicos.


Héctor Manuel Popoca Boone.

         La humanidad y sus civilizaciones no se pueden explicar sin su ligazón con los principales componentes de su ingesta alimenticia cotidiana. El pueblo chino y el japonés están indisolublemente ligados al cultivo del arroz; los pueblos originarios de Mesoamérica y de Sudamérica no se explican sin el maíz, los de Europa y Medio Oriente, al cultivo del trigo.

         Así, las principales gramíneas: maíz, frijol, arroz y trigo, son los pilares nutricionales que la naturaleza vegetal le ha ofrecido a los pueblos para su sostenibilidad y desenvolvimiento a lo largo del tiempo. De tal suerte que su no cultivo prolongado trae como consecuencia la extinción de civilizaciones, tal y como aconteció con la esplendorosa civilización de los mayas en la época prehispánica.

         Siempre, el poseer, producir y acumular granos básicos ha representado una fuente de poder y dominio para doblegar a pueblos carentes o insuficientes de ellos que, por ello, tratan de ser autosuficientes y superavitarios para zafarse de ese gran yugo. No hay peor dependencia que la del estómago. No hay mayor subordinación económica, social y política que la provocada por el hambre. De tal suerte que la historia de muchas invasiones de pueblos o naciones por otros tantos son explicadas por la ambición de apropiarse de terrenos y planicies con alto potencial agrícola. De ahí surge el llamado “Food Power”

Hoy en día, la autosuficiencia y la soberanía alimentaria representan la preservación y el desarrollo libre y soberano de los pueblos ante el embate de una economía globalizada, voraz y depredadora. Una economía agrícola intensiva que genera un alto grado de mutaciones transgénicas que provocan dependencia de muchos productores rurales y naciones con las grandes corporaciones transnacionales como “Monsanto, Asgrow o Pioneer” Se trata de un tema de soberanía y seguridad nacional.

A partir de la incorporación de México a La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) que nos obligó a retirar toda clase de subsidios y de apoyos institucionales al campo, así como la suscripción del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, (TLCAN) que nos forzó a abrir indiscriminadamente nuestras fronteras a productos agropecuarios; trajo como consecuencia una baja importante de la rentabilidad agrícola y, por tanto, una disminución drástica de la producción de granos básicos; dando como resultado la importación de alimentos desde otros países de casi la mitad de los granos básicos promedio que consumimos los mexicanos, en medio de un campo abandonado y en muchos de los casos convertido en un páramo. Esa es una de las grandes calamidades resultantes de 36 años de neoliberalismo económico dominante en nuestro país.

Hoy nos toca dentro del contexto de la cuarta transformación del país impulsada por el presidente, López Obrador, fortalecer nuestra dignidad nacional al tratar de recuperar en 5 años lo que perdimos en tres décadas y media. Esto es, el reto es reducir al mínimo sino es que desaparecer por completo la importación de granos básicos que realiza actualmente México. En Guerrero gracias a nuestra frontera agrícola no utilizada por completo, nuestros sistemas de riego con capacidad desaprovechada y nuestra baja productividad por hectárea en el cultivo de las gramíneas, podemos incrementar sustancialmente nuestra producción quinquenal en alrededor de un 50% como mínimo, como aporte de estas tierras del sur a la hazaña nacional de recuperar la independencia alimentaria del pueblo mexicano.

PD. Al conferirme el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal, Víctor M. Villalobos Arámbula, la responsabilidad de poner en marcha el Programa Presidencial de Fertilizante 2019, en el Estado de Guerrero; y para no ser juez y parte, he presentado mi renuncia como Secretario Técnico del Movimiento Nacional Campesino, Plan de Ayala, Siglo XXI-Guerrero. Desde esta nueva posición asignada, serviré en lo humanamente posible a todos los campesinos e indígenas guerrerenses.




jueves, 3 de enero de 2019

Presupuestos territoriales participativos.


Héctor Manuel Popoca Boone.

Una modalidad que estableció el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cuando estuvo bajo su mando la Ciudad de México, fue incluir dentro de sus programas operativos anuales el componente de los presupuestos territoriales participativos (PTP) que tuvieron muy buenos resultados y a satisfacción de los ciudadanos beneficiarios.

Son presupuestos que se integran con la participación activa de los habitantes de una demarcación territorial específica, teniendo dos principales características: No poder transferirlos a otros territorios, además que los programas o proyectos que de una u otra forma no se quieran o se puedan realizar dentro de la zona originalmente delimitada, solo es posible reubicarlos en poblaciones del mismo territorio.

Tienen también los PTP como característica adicional la participación interinstitucional de unidades administrativas especializadas y de la activa participación de los pobladores en la definición de obras y acciones prioritarias en diferentes sectores: educación, salud, caminos, servicios públicos, programas productivos, etc. para después participar en la supervisión en su concreción y en la entrega de resultados.

En Guerrero urge que se establezcan este tipo de PTP en el año 2019, para aquellas zonas que tienen prendida la alerta roja por haber entrado en la ingobernabilidad a consecuencia de la violencia e inseguridad imperante, mismas que ha coartado de manera significativa los derechos y la libertad de los ciudadanos, ante una evidente ausencia de los gobiernos en sus tres niveles.

Dichas zonas con alerta roja son: 1) En la Costa Grande: del municipio de Petatlán hasta la Unión. 2) La zona de la Sierra. 3) Acapulco. 4) En la Zona Centro y Montaña Baja: Chilpancingo, Chilapa y sus alrededores,5)  Zona Norte: Iguala y municipios circunvecinos. 6) Zona Tierra Caliente: Todo los municipios del sur sierreños, que tienen sus límites con el Rio Balsas, además del de Zirándaro. 8) En la Montaña alta: 9) Tlapa y sus alrededores.
De lo que se pretende es sentar las bases de un auténtico desarrollo económico integral e incluyente, armónico y sustentable. Y que la presencia gubernamental vaya más allá de la acción punitiva de la fuerza institucional.

Por lo pronto el Presidente López Obrador, ya instruyó que se establezca un presupuesto territorial participativo de 650 millones de pesos en Guerrero para la zona urbana y suburbana del puerto Acapulco, con la concurrencia de las dependencias federales, estatales y la Presidencia Municipal de Acapulco.