Héctor Manuel Popoca Boone.
¿Alguien ha visto a
Vicente Suastegui Muñoz?
Como Gobernador Moral de Guerrero, hago un recuento de lo significativo
ocurrido durante el primer año de gobierno constitucional de Evelyn Salgado
Pineda (ESP). No haré énfasis en detallar aciertos y logros, que los hay aun
cuando no en la cuantía esperada. ESP cuenta con un aparato de publicidad,
propaganda y panegíricos que enaltecen, diariamente, su persona, pensamiento y
obra.
I.- Me centraré en lo
no cumplido y que fue prometido. En los errores tenidos; pero no reconocidos. En
las mentiras y engaños. Del cómo, con sombrero ajeno federal, cubre lo faltante
en el hacer local gubernamental. El análisis no es con ánimo de menospreciar su
potencial capacidad de gobernar, pero lamentablemente es errático y sujeto a la
total manipulación de su “papá incómodo”. Cuestión sabida por todos.
II.- No se atienden
del todo las ingentes demandas de supervivencia de un pueblo empobrecido, pero
sí las pasarelas sociales que otorgan glamour al dar oportunidad de realizar Fashions
con un buen performance. No se habla con la verdad, acerca de la fea
realidad que enfrentamos todos, en todos los aspectos. Viene a mi memoria la
novela “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll.
III.- Desde el inicio
de su período como gobernante electa, en su gira triunfal por todas las
regiones, además de embelesar al auditorio con sus agraciadas canciones y lucir
hermosos huipiles, engañó a la población junto con su “papá incómodo”, al
prometer el oro, el moro y las perlas de la virgen; comprometiéndose a resolver
casi todos los problemas que aquejan a estas tierras del sur; esbozando a la
vez, un horizonte de bellas realizaciones sin par.
IV.- La cruda
realidad ha terminado por imponerse. No tuvo ESP ni sus asesores, la suficiente
honestidad de decir lo que íbamos a enfrentar en cuanto precariedad de recursos
humanos, materiales y económicos sin par; resultantes de una grave, letal y
prolongada pandemia; así como una severa crisis económica derivada de ella; y con
la no menos lamentable herencia del desastre financiero que dejó el réprobo gobierno
de Héctor Astudillo Flores y su “maestro incómodo”.
Las arcas públicas quedaron
endeudadas a más no poder; encubierto parcialmente el déficit corrupto, gracias
a un pacto, secreto y vergonzoso, entre Félix y Héctor. También del
conocimiento de todos, en sus aspectos generales. La consigna presidencial de
“no robar” quedo comodinamente relegada.
V.- Al comienzo de su
mandato constitucional, ESP manifestó públicamente que no necesitaba dialogar
con nadie puesto que tenía una estrategia bien definida sobre el tema de
seguridad pública en Guerrero. El año transcurrido demostró el fracaso de “Abrazos,
no balazos” con la recién masacre ocurrida en Totolapan, región de Tierra
Caliente, donde la “Mesa Estatal de Coordinación para la paz”, gracias a la
inteligencia militar que se aplica de tiempo atrás, se sabía de antemano el
horror, que provocaría el terror que desataría la delincuencia organizada. No
hicieron nada con antelación para evitar tan criminal suceso.
VI.- No menos
irresponsable fue haber integrado su equipo de trabajo con personas impuestas
por su “papá incómodo”, a partir de un sorteo en una ¡Tómbola de puestos
burocráticos!, sin importar capacidades sino únicamente incondicionalidades o
méritos en campaña electoral. Los resultados están a la vista: nombramientos a
partir de concebir la administración pública como botín bucanero electoral;
dando por resultado: corruptelas iniciales por doquier, irresponsabilidades y
falta notable de aplicación en lo cometido, sin faltar el acrecentado e histórico
desorden directivo-administrativo y de trafique de plazas laborables en el
sector salud y en el educativo, entre otros. Las noticias periodísticas diarias
de inconformidades en esas áreas, dan cuenta pormenorizada.
VII.- A un año de
ejercicio de gobierno, hay notorios incumplimientos que no tienen justificación
o pretexto. Como es no haber aplicado en beneficio de los campesinos guerrerenses
un fondo de garantías complementarias de 200 millones de pesos, aprobados en el
presupuesto de egresos estatal del 2021, para llevar a cabo un “histórico” programa
de mecanización agrícola en todo el estado. A la fecha no se ha otorgado un
solo tractor.
Eso sí, el secretario
del ramo se da el lujo de faltar a sus responsabilidades laborales un día
hábil, para dedicarse al proselitismo político a favor de su “corcholata”
favorita. Lo mismo podemos afirmar, en otro tenor, de la hasta ahora frustrada venta
de las mansiones de “El Partenón” en Zihuatanejo y de “casa Acapulco” a favor
de los pobres. “No mentir” es la consigna presidencial vilipendiada.
VIII.- Hay cuatro
instituciones estatales afamadas desde años atrás, por ser las cajas chicas de
los gobernantes en turno; Protur, Dif, Cicaeg y la propia Sefina. Esta última
sobresale por ser la histórica incubadora de facturas apócrifas o medio chuecas,
para encubrir toda clase de desvíos de cash. No pidan pruebas, porque son
acusados de pillos, no de tontos. No en balde el Contralor estatal de la
gobernadora, fue también el contralor del tristemente célebre ex gobernador del
desastre financiero.
IX.- No hay la tan
pregonada austeridad republicana. Basta un botón de muestra. Se mantienen
comisionados al servicio privado de cada ex gobernador y de relevantes ex
funcionarios públicos, a seis “ayudantes” en forma permanente; con vehículo y
gasolina con cargo al erario público, para servicios privados y personales.
¡Uf!
X.- En síntesis: En
Guerrero estamos cerca de afianzar los cimientos para la “Cuarta Deformación”.
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