viernes, 27 de octubre de 2023

Va mi experiencia.

 

Héctor Manuel Popoca Boone.

Como otrora funcionario público estatal, me tocó la responsabilidad de coordinar los trabajos de las instituciones federales y estatales que participaron en la rehabilitación del medio rural del municipio de Acapulco ante los estragos ocasionados por el huracán Paulina en octubre de 1997. Lo hice bajo un acuerdo que tuvieron en ese entonces, el presidente de la República, Ernesto Zedillo y quien era gobernador interino de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero.

Lo primero que hicimos las dependencias participantes fue establecer una coordinación única de operación y autorización de recursos emanados del hoy extinto, Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden), además de los presupuestos que ya tenían autorizadas las dependencias en sus programas normales. Los que no vivíamos en Acapulco, rentamos un departamento para la oficina de coordinación y habitaciones en un hotel de tres estrellas, por tres meses, para residir permanentemente en el puerto. Nuestras oficinas en Chilpancingo estarían para toda la gestión secretarial-documental requerida.

Era valiosa la colaboración para actuar como un solo equipo de trabajo. La conjunción de recursos materiales, económicos y humanos fue fundamental; así como el destierro de toda burocratización dejando a un lado las “reglas de operación” en virtud de que estábamos actuando en condiciones de emergencia ante un desastre natural de gran calibre.

 

Una vez constituidos los grupos interinstitucionales de trabajo procedíamos a delimitar el campo de acción territorial para definir responsabilidades y logro de resultados en las tareas y en la entrega de apoyos a los damnificados. Los puntos de acción de primer nivel (los más cercanos a la población) fueron en lo rural: ejidos o bienes comunales, y en lo urbano: colonias o barrios. El segundo nivel de atención y coordinación lo conformaban varios puntos de atención de primer nivel, en donde se establecía una coordinación micro regional. Ahí se establecía una bodega de acopio de apoyos de emergencia (agua, víveres, ropa, enseres domésticos, tanto gubernamentales como de aportaciones civiles, etc.), así como de herramientas e insumos para la rehabilitación primaria del patrimonio dañado, ya fueran viviendas o parcelas. El tercer nivel de atención era de tipo zonal en donde se ubicaba un almacén regional de acopio de apoyos; misma que se encargaba de abastecer a las bodegas del segundo nivel de atención, así como de llevar el control y registro de lo demandado, programado y entregado en la región bajo su responsabilidad.

 

Como era de esperarse, comenzaron a pulular “lucradores sociales” y políticos de toda laya, con listas numerosas de damnificados para que se les atendieran inmediatamente. A la par, políticos y funcionarios públicos empezaron a controlar los centros de acopio de apoyos y donaciones civiles que llegaban al puerto (principalmente de habitantes del valle de México) para su ulterior lucro político en beneficio personal.

 

Ante tal situación el presidente Ernesto Zedillo, ordenó que, en el marco del Plan DN-III-E, el ejército tomara el control absoluto y administración de los almacenes, bodegas y espacios de almacenamiento habilitados; permitiendo solamente a la Cruz Roja hacerlo también. Los soldados y mandos del DN-III-E únicamente podían firmar la salida de mercancía, comestibles, agua embotellada y ropa, en las cantidades solicitadas por escrito, por los coordinadores del programa de rescate.

En la coordinación para el rescate del medio rural de Acapulco, tomamos la decisión de no aceptar listado alguno, sino ir a cada pueblo o comunidad para que en asamblea pública comunitaria y a la vista de todos se levantara la lista de las familias damnificadas. Deberían de abstenerse de participar en dichas asambleas: partidos políticos y sus líderes, legisladores y funcionarios públicos que no pertenecieran a la Coordinación. Pudimos mantenerlos a raya, gracias al apoyo decidido de las propias autoridades comunitarias.

Los apoyos eran entregados en forma programada y escalonada según su naturaleza. Lo inmediato y urgente fue la distribución de agua, ropa, víveres y dotar de medicamentos de primeros auxilios y antibióticos a las casas de salud, así como el inicio de campañas contra plagas y enfermedades provocadas por agua y alimentos contaminados.  Después se entregaron los materiales, insumos y herramientas para apuntalar viviendas y parcelas. Posteriormente, se otorgaron apoyos económicos equivalentes al salario mínimo de un mes, por trabajos realizados y constatados para la rehabilitación de su parcela a través del programa de empleo temporal.

 

La entrega de auxilios fue en forma directa a cada uno de los beneficiarios y en el seno de asambleas públicas de pueblo ante la presencia de las autoridades comunitarias. Quedó estrictamente prohibido todo intento de lucro político, económico o social por parte de organizaciones sociales políticas, líderes de partidos políticos, funcionarios públicos o policías. A quienes intentaban hacerlo se les denunciaba públicamente y se les pedía su retiro, sin distinción de jerarquías.

 

En la primera asamblea se levantaba el padrón y ahí mismo se les entregaba un primer paquete de apoyo familiar consistente en comestibles para quince días, botellas de agua potable, y medicinas para combatir el dengue y el paludismo. Así mismo un paquete de herramientas agrícolas (pico, pala, machete y carretilla), postes y alambres de púas, para rehabilitar sus predios inundados y/o destrozados; así como un saco de semillas mejoradas de rápida germinación para que volvieran a sembrar maíz o pasto, y así aprovechar la humedad residual del suelo. A las dos semanas regresábamos a revisar los trabajos pactados con los damnificados (mediante muestreo) y al ser verídicos, les entregábamos el pago de 15 días laborados en la reparación de sus propias parcelas, bajo la consigna de “parcela trabajada, parcela apoyada”. A las cuatro semanas de trabajar, les pagábamos la totalidad de los jornales del mes trabajado previa constatación muestral del trabajo comunitario terminado. Bajo este método trabajamos más tiempo en la entrega de los apoyos, pero nos aseguramos que les llegaran íntegros y en la misma cantidad por hectárea (máximo tres) a todos sin padrones inflados. Al mismo tiempo tuvimos la oportunidad de atender a todas las comunidades rurales de Acapulco: desde Las Pozas en la Zona Diamante hasta las indígenas montañosas de Acalmani y Apanhuac de los Bienes Comunales de Cacahuatepec.

 

La honestidad, la focalización hacia los más perjudicados, la transparencia y la eficiencia en la aplicación de los programas de ayuda fueron claves para el éxito de los mismos. Condición indispensable para todo lo anterior fue darle prioridad a la restauración de la infraestructura básica de caminos, carreteras, puentes y medios de comunicación; así como servicios públicos de agua, electricidad, alumbrado, telefonía y seguridad pública.

 

La restauración de la vida “normal” de Acapulco y otros municipios afectados de la Costa Grande, tardará más en la medida en que no busquemos y contemos con la participación y la coordinación adecuada de la ciudadanía en las tareas de rescate. Ello es necesario dado el tamaño de los daños y porque solo el gobierno federal no podrá.

 

porelrescate@outlook.com

viernes, 13 de octubre de 2023

Balance del segundo año

 Héctor Manuel Popoca Boone.

 

Como Gobernador Moral de Guerrero me es preciso señalar los pendientes en el quehacer gubernamental de Evelyn Salgado Pineda, a dos años del inicio de su mandato constitucional que ha ejercido en estrecho vínculo con su “papá incómodo”;en el entendido que los logros obtenidos, ellos les darán extensa difusión a través de los diversos medios de comunicación masiva, redes sociales y personas encargadas de su comunicación social oficial.

 

Las insuficiencias de conducción gubernamental hasta hoy vigentes, lamentablemente, nos  reafirman, a nivel nacional, como el estado que tiene los mayores rezagos y déficits en casi todo. Somos a mucha vergüenza, el último vagón del tren nacional; sobresaliendo por nuestros malos gobiernos, estatal y municipales(con contadas excepciones); prevaleciendo la corrupción y la impunidad que vulneran la ley y el orden, en todos los aspectos de la vida civil y del servicio público.

 

Continuamos teniendo uno de los peores sistemas de educación pública en el país. Caracterizado, entre otras cosas, por la perversión de un sindicalismo vendedor de plazas administrativas y magisteriales, que tienen carácter de hereditarios. Hay comisionados para hacer nada a granel y holgazanerías al por mayor, en oficinas administrativas, atiborradas de maestros que no pisan aula alguna en toda su vida laboral. Sigue existiendo el déficit atávico de escuelas y aulas sin maestros. La práctica del soborno para entregar certificados de estudios, en todos los niveles escolares. Nombramientos de directores, no en base a méritos o antigüedad, sino a partir de compadrazgos y “moches”.

 

Todo eso y más dan como resultado la existencia de una tendencia histórica a la disminución de la matrícula escolar en todos los niveles educativos que, junto con los estragos externos de la pandemia del Covid-19, nos han hecho retroceder alos habitantes del territorio estatal a un nivel educativo promedio de sexto año de primaria.

 

También seguimos teniendo uno de los peores sistemas de salud pública. Las lacras existentes son muy parecidas a las que presenta el sector de educación oficial; con el agravante de que la escasa calidad y cantidad de los servicios de salud y de medicamentos redunda en pérdida de vidas y afectaciones humanas que, sumadas a las causadas por la mencionada pandemia y, sobre todo, a la inseguridad pública, han reducido 4 años nuestra esperanza de vida. Un pueblo carente de salud y educación, es un pueblo sin futuro.

 

Por lo que respecta a la seguridad pública, quedó plenamente corroborada la fallida estrategia operada, con mucha soberbia, en estos dos primeros años de gobierno. La expansión y el creciente poder de la delincuencia simple y organizada, en todas las regiones de Guerrero, con toda su secuela de homicidios, secuestros, desapariciones y desplazamientos forzados, extorsiones, tráfico de drogas, robos y control de la economía regional, ha sido nota nacional reiterada para oprobio nuestro; estando a punto de zozobrar si el militarista gobierno federal no hubiera enviado numerosos contingentes de las fuerzas armadas no para contenerlas, sino tan solo para atestiguar su existencia y modus operandi; restringiéndose así nuestra libertad de transitar por cualquier lugar a cualquier hora. No sorprende el éxodo de guerrerenses a otros estados del país o allende las fronteras para vivir con menos zozobra.

 

La reciente declaratoria pública de una veintena de autoridades comunitarias sierreñas de que sus pueblos, al ya estar cansados de ser víctimas indefensas del hampa organizada, están próximos a tomar las armas, dan constancia de la ausencia total de autoridades institucionales que resguarden sus vidas, la ley, el orden y la justicia en su región; súmele a eso, la llegada al recinto oficial de gobierno estatal en Chilpancingo, de alrededor 3 mil hombres y mujeres rurales de la Región Centro, encabezados por sus supuestos “líderes sociales”; amagando con su permanencia indefinida en las instalaciones oficiales sino eran satisfechas sus demandas confesables e inconfesables. Doblegaron y redujeron a su mínima expresión la autoridad gubernamental. Recordemos que la historia nacional enseña que la pobreza social, junto con gobiernos venales e ineptos, el menosprecio real a los habitantes, además del quebranto reiterado a la ley, manteniendo privilegios de impunidad, son los ingredientes básicos que anteceden a los estallidos sociales.

 

Si bien es cierto que la Gobernadora Constitucional y su “papá incómodo” recibieron una administración pública estatal hecha un desastre financiero, en lugar de exigir cuentas claras y fincar responsabilidades respectivas, se dedicaron a ser tapaderas de los desfalcos financieros heredados; pactando con el otrora gobernador causante de ese desastre, su impunidad personal; manteniendo en funciones al que fungió como su contralor estatal un año y medio más, para limpiarle sus cuentas públicas; auxiliándolos en ese deshonesto compromiso, la legislatura local en funciones, que mantuvo acéfala la Auditoría Superior del Estado durante más de un año.

 

El quebranto en las finanzas públicas estatales es notorio y no permite operar bien al gobierno; pero hasta ahora no hay responsables de esas insolvencias. Salen a la luz pública, en las protestas recurrentes por falta de pago oportuno y a tiempo, de algunas nóminas salariales quincenales de trabajadores administrativos y pensionados. De ahí que tengan que acudir frecuentemente a endeudar al gobierno con préstamos de corto plazo de la banca privada para solventar el gasto corriente.

 

Algunos préstamos privados ya están en morosidad con el consabido incremento en el pago de altos intereses moratorios. La certificadora internacional bancaria, Fitch Ratings, baja la calificación del Estado de Guerrero dándole un perfil de riesgo “más débil” para el otorgamiento de créditos y negocios. Hay desorden en el gasto público y comprobaciones irregulares que infringen tanto la ley de fiscalización estatal como la federal.

 

Los ingresos propios estatales son muy bajos y el erario depende en más de un 97 por ciento de los recursos federales transferidos; destinándose casi todo al gasto corriente y muy poco a la inversión pública. De ahí que los programas de desarrollo socio-económico estatal y regionales profusamente anunciados del actual gobierno solo existan en el papel que los contiene. No hay dinero, pero no se atreven a decirlo. Muchos trabajadores de la administración pública estatal solo están vegetando detrás de sus escritorios y comiendo fritangas, porque no hay recursos para operar los programas. Es por eso que el gobierno estatal se cuelga, desesperadamente, de los programas sociales del militarista presidente de la República.

 

El actual es un gabinete estatal de trabajo emanado de una “tómbola” (donde nunca prevaleció la palabra “eficiencia”) y por ser un gobierno “sui generis” bicéfalo, donde, Evelyn Salgado Pineda, es la gobernadora que cubre la formalidad y su papá, Feliz Salgado Macedonio, el que desgobierna realmente. Podemos caracterizarlo como un gobierno semi fallido con rasgos anárquicos, disfuncional, de muchos dichos y pocos hechos, de descarado nepotismo, asediado por la delincuencia organizada que ya toca a algunos de los miembros del círculo más cercano de los mandatarios bi-dimensionales. No se diga de la corrupción, la dejadez, la improductividad y la impunidad reinante. (Continuará)

 

porelrescate@outlook.com

 

viernes, 6 de octubre de 2023

Sí, pero no.

Héctor Manuel Popoca Boone.

(Primera parte)

No fue sino hasta el año 2012 cuando se reformó la Constitución federal en relación

a la existencia de candidaturas ciudadanas independientes. En acatamiento total de la

sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH-2008) en

contra del Estado Mexicano, a favor de la demanda del ciudadano mexicano, Jorge C.

Castañeda, ante la violación a su derecho constitucional democrático de votar y ser votado

en los procesos electorales. El gobierno federal y los estatales se vieron obligados a

modificar las leyes constitucionales y reglamentarias correspondientes para legalizar la

admisión de las candidaturas de ciudadanos independientes que pretendieran conquistar

puestos de elección popular, al margen de los partidos políticos.

Antes, cualquier ciudadano mexicano podía votar más no ser votado a través del

sistema partidario formal registrado, puesto que era una prerrogativa constitucionalmente

exclusiva de los partidos. Ese privilegio con el tiempo dio paso al nacimiento de la

partidocracia (gobierno de los partidos políticos) en el seno del mercantilizado sistema

democrático mexicano.

El Estado Mexicano acató la sentencia de la CIDH a regañadientes. Actualmente las

leyes electorales permiten las candidaturas de ciudadanos independientes, pero la

reglamentación y requisitos que se derivan de tales leyes -que fueron elaboradas y refinadas

por diversas legislaturas, federal y estatales, con variantes regionales en los requisitos según

entidad federativa- las hacen engorrosas y onerosas, de tal forma que hacen difícil que en la

práctica se concrete el uso pleno de esa opción del derecho electoral de la ciudadanía en

una democracia verdadera. Es decir, se observa el precepto, pero no se cumple. Son

nugatorias de facto. Veamos mi experiencia personal.

En las pasadas elecciones locales para la gubernatura del estado, presenté

formalmente ante el Instituto Electoral del Estado y Participación Ciudadana (IEEPC), mi

solicitud de aspirante a ser candidato ciudadano independiente a la gubernatura del estado,

más con miras a conocer las entrañas del “vía crucis” de la tramitología y cumplimiento de

requisitos que tiene uno que pasar dentro del proceso electoral como ciudadano simple,

para conseguir el registro formal de una candidatura de ese tipo. También lo hice porque

me daba la oportunidad el proceso electoral de tener una buena plataforma para divulgar

mis ideas sobre la toma de conciencia ciudadana frente al fuerte problema de la pandemia

que nos aquejaba y que estaba ocasionando gran número de fallecimientos y de cientos de

miles de afectaciones humanas por el virus letal del Covid-13.

Lo primero que me percaté era que representaba todo un engorro cumplir los

requisitos que la ley y los reglamentos electorales exigían, además de que iba a necesitar

dinero propio en cuantía para sufragar los gastos, en un primer momento. De entrada, supe

que, ante el cúmulo de papeleo y documentación que se genera por la tramitología electoral,


necesitaba contar de tiempo completo, con un abogado con especialidad electoral, un

contador público profesional y una secretaria capturista. La disyuntiva era dedicarme a

cumplir con toda esa carga burocrática y contable, en los plazos predeterminados o

dedicarme a las actividades políticas proselitistas propias y de comunicación social de tipo

electoral, de cara a la ciudadanía. Este es un primer filtro restrictivo de facto muy

importante que impide registrarse a ciudadanos de las mayoritarias clase media y pobre del

pueblo; al estar económicamente insolventes para soportar los honorarios profesionales de

estos especialistas y el costo de la documentación formal requerida, en una primera etapa

para así concretar legalmente la aspiración.

El segundo requisito inhibitorio es que contradictoriamente como ciudadano

independiente, debía de formar al momento de presentar la solicitud, el acta de una

asociación civil de apoyo a mi aspiración, debidamente notariada y registrada ante el

Registro Público de la Propiedad del Estado, ante el Sistema de Administración Tributaria

(SAT-SHCP); así como obtener una cuenta bancaria a nombre de la A.C. El acta

constitutiva debía ser redactada y notariada con el contenido que exprofeso proporciona y

exige el IEEG. Para tener esa documentación, te daban un plazo de ¡15 días!

Por tanto, el segundo filtro restrictivo con el que te enfrentas en la realidad es que

los plazos de tiempo exigidos por el IEEPC no estaban armonizados con los plazos de

entrega y trámite de documentación de las instituciones respectivas. En particular los

trámites ante el SAT fueron verdaderamente “kafkianos”.

A jalones y estirones logré obtener la documentación solicitada de los distintos

organismos anteriormente citados, no sin antes solicitar al IEEPC una prórroga de tiempo

que me concedieron ya que el trámite burocrático coincidía con la etapa peligrosa

epidemiológica color naranja de la pandemia y las instituciones públicas trabajaban al

treinta por ciento de su capacidad normal.

Cumplidos los pedimentos legales exigibles y una vez revisados por el personal

técnico del IEEPC, los consejeros de dicha institución tenían a bien o no, aprobar el registro

de mi aspiración. Grande sorpresa fue que la mayoría de los consejeros del IEEPC la

aprobaron a excepción del representante del partido Morena, C. Issac David Cruz Rabadán,

que firmó el acta bajo protesta, manifestando con su puño y letra: “Representa a la misma

clase política”. ¡Uf!

PD1. La transformación verdadera, empieza por hablar con la verdad; porque la

verdad siempre será revolucionaria. ¡Aléjate de los mentirosos!

PD2. Cierto, la seguridad pública nos concierne a todos; pero en primer lugar y por

delante, a los gobiernos de los tres niveles y a los tres poderes establecidos, que deben

actuar en todo momento, con eficiencia, responsabilidad, laboriosidad y honestidad. ¡Para

eso son gobierno!

porelrescate@outlook.com

lunes, 2 de octubre de 2023

Remembranza obrera.

 Héctor Manuel Popoca Boone.

Eran los tiempos de un informe de gobierno estatal de Alejandro Cervantes Delgado (ACD). Con un mes de anticipación, algunos de sus colaboradores recibimos la indicación de reunirnos para acopiarle y proporcionarle la información más importante que considerábamos debiera contener su discurso,en la comparecencia ante la legislatura local; y así cumplir con la obligatoriedad anual constitucional de rendir cuentas de las actividades gubernamentales realizadas en el período

Una semana antes, él estaba muy optimista porque el principal líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Fidel Velázquez Sánchez, integrante dela directiva nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), le había confirmado su asistencia a tan importante evento, como invitado distinguido.

Dos días antes del Informe, le habló Don Fidel al Gobernador para disculparse de no poder asistir, por razones extraordinarias de índole presidencial,las que requerían de su presencia personal en la capital de la república; comprometiéndose a la vez,a una próxima reunión bilateral a manera de compensación; visitándolo y comiendo juntos en la casa de gobierno “Los Eucaliptos” en la ciudad de Chilpancingo.

A las tres semanas transcurridas, un lunes temprano telefónicamente me informó el jefe de ayudantes del gobernador, Reynaldo Echeverría, que, al día siguiente estaría el líder obrero nacional a las 11.30 de la mañana a ver a ACD en la capital del estado; por lo que me había asignado la calidad de su representante personal para acudir al aeropuerto de Acapulco a recibirlo y trasladarlo en el autobús ejecutivo del gobierno estatal a Chilpancingo, una vez que hubiera asistido a un desayuno que le ofrecerían los líderes locales de la CTM-Guerrero en un hotel de la bahía.

Sorpresa me causó la encomienda, habida cuenta que yo no era militante del PRI y mucho menos pertenecía a la CTM. Consciente estaba que la mayoría de los priistas sureños hubieran dado brincos de alegría, si el gobernador les hubiera otorgado dicha misión a cualesquiera de ellos.A primera hora de la mañana siguiente, estaba en el aeropuerto; junto con los principales líderes de la CTM-Guerrero. Cuando llegó y tan pronto terminó la salutación de ellos, me acerqué para presentarme como el enviado de ACD, para recibirlo y acompañarlo en todo su trayecto a la ciudad de Chilpancingo; ofreciéndole para el traslado el autobús ejecutivo oficial, en el cual no podían ir más de 15 personas. Con cordialidad me extendió su mano para saludarme y aceptar la cortesía e indicarme que me mantuviera a su lado en todo momento del viaje.

En el desayuno aludido pretendí sentarme en una mesa contigua, a lo que me indicó tomara asiento a su lado. Terminado el convivo matutino, nos trasladamos al autobús. Una vez en su interior le indique los dos asientos principales que estaban reservados para él, con el objeto de que dispusiera de uno de ellos y el otro para la persona con la que deseara ir platicando en el trayecto. Yo me colocaría en la parte trasera del autobús, atento a lo que se ofreciera. Me tomó del brazo y me recordó lo que ya me había dicho antes: que estuviera al lado de él en todo momento del trayecto.

¡¿Qué iba a platicar yo con él?!, en poco más de dos horas que iba a durar el traslado por la carretera federal a Chilpancingo. (En aquel entonces aún no se construía la “Autopista del Sol”). Un poco nervioso aproveché ese tiempo de viaje para conocer, de viva voz, el significado que le había dado a tres de sus frases histórica dichas años atrás, a saber: “El que se mueve, no sale en la foto” (sobre la férrea disciplina y sometimiento partidario en un PRI monolítico). “A balazos llegamos al poder y los votos no nos sacaran” (sobre la detentación del poder acumulado).“Dentro o fuera de la Constitución, la CTM seguirá…” (sobre el corporativismo político y sindical de dicha central obrera).

Ya encarrilado,le pregunte las causas de su rompimiento con su antecesor en la CTM, Vicente Lombardo Toledano (VLT). Me dijo que no pudieron conectarse políticamente del todo bien, por razones de origen. Mientras VLT provenía de la clase media intelectual; él era un auténtico trabajador obrero de una planta lechera. Estando por llegar a Chilpancingo, le pedí, por último, me contara cómo le hacía para controlar a los cientos de líderes sindicales de la CTM que trataban con él toda clase de chismes sindicales e intrigas políticas.

Con una mueca de sonrisa y viéndome a los ojos respondió a mi inquisidora pregunta: “Fácil, jovencito. A todos los que me dan información muchas veces contrapuestas y me piden mi opinión o decisión, les otorgo, sin excepción, el 50 por ciento de verdad y de esa manera formo mi criterio sobre el tema en cuestión”.

PD1. Como Gobernador Moral de Guerrero reconozco la buena disposición de la Gobernadora Constitucional, Evelyn Salgado Pineda, de remontar La Sierra, visitar comunidades rurales y platicar con sus pobladores. Falta la región de La Montaña, aun cuando sea tan solo para establecer diálogo con ellos, puesto que no hay recursos públicos disponibles a menos que sean federales.

PD2. Son nueve años, los que han transcurridos de la grande y criminal tragedia humana en Iguala; que permanece irresoluta por las instituciones de justicia nacional. Al presidente de la República AMLO ya solo le queda decir, al igual que su antecesor, Enrique Peña Nieto: ¡Ya supérenlo! (Triple ¡uf!)

PD3. El 2 de octubre no se olvida.

porelrescate@outlook.com