lunes, 2 de octubre de 2023

Remembranza obrera.

 Héctor Manuel Popoca Boone.

Eran los tiempos de un informe de gobierno estatal de Alejandro Cervantes Delgado (ACD). Con un mes de anticipación, algunos de sus colaboradores recibimos la indicación de reunirnos para acopiarle y proporcionarle la información más importante que considerábamos debiera contener su discurso,en la comparecencia ante la legislatura local; y así cumplir con la obligatoriedad anual constitucional de rendir cuentas de las actividades gubernamentales realizadas en el período

Una semana antes, él estaba muy optimista porque el principal líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Fidel Velázquez Sánchez, integrante dela directiva nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), le había confirmado su asistencia a tan importante evento, como invitado distinguido.

Dos días antes del Informe, le habló Don Fidel al Gobernador para disculparse de no poder asistir, por razones extraordinarias de índole presidencial,las que requerían de su presencia personal en la capital de la república; comprometiéndose a la vez,a una próxima reunión bilateral a manera de compensación; visitándolo y comiendo juntos en la casa de gobierno “Los Eucaliptos” en la ciudad de Chilpancingo.

A las tres semanas transcurridas, un lunes temprano telefónicamente me informó el jefe de ayudantes del gobernador, Reynaldo Echeverría, que, al día siguiente estaría el líder obrero nacional a las 11.30 de la mañana a ver a ACD en la capital del estado; por lo que me había asignado la calidad de su representante personal para acudir al aeropuerto de Acapulco a recibirlo y trasladarlo en el autobús ejecutivo del gobierno estatal a Chilpancingo, una vez que hubiera asistido a un desayuno que le ofrecerían los líderes locales de la CTM-Guerrero en un hotel de la bahía.

Sorpresa me causó la encomienda, habida cuenta que yo no era militante del PRI y mucho menos pertenecía a la CTM. Consciente estaba que la mayoría de los priistas sureños hubieran dado brincos de alegría, si el gobernador les hubiera otorgado dicha misión a cualesquiera de ellos.A primera hora de la mañana siguiente, estaba en el aeropuerto; junto con los principales líderes de la CTM-Guerrero. Cuando llegó y tan pronto terminó la salutación de ellos, me acerqué para presentarme como el enviado de ACD, para recibirlo y acompañarlo en todo su trayecto a la ciudad de Chilpancingo; ofreciéndole para el traslado el autobús ejecutivo oficial, en el cual no podían ir más de 15 personas. Con cordialidad me extendió su mano para saludarme y aceptar la cortesía e indicarme que me mantuviera a su lado en todo momento del viaje.

En el desayuno aludido pretendí sentarme en una mesa contigua, a lo que me indicó tomara asiento a su lado. Terminado el convivo matutino, nos trasladamos al autobús. Una vez en su interior le indique los dos asientos principales que estaban reservados para él, con el objeto de que dispusiera de uno de ellos y el otro para la persona con la que deseara ir platicando en el trayecto. Yo me colocaría en la parte trasera del autobús, atento a lo que se ofreciera. Me tomó del brazo y me recordó lo que ya me había dicho antes: que estuviera al lado de él en todo momento del trayecto.

¡¿Qué iba a platicar yo con él?!, en poco más de dos horas que iba a durar el traslado por la carretera federal a Chilpancingo. (En aquel entonces aún no se construía la “Autopista del Sol”). Un poco nervioso aproveché ese tiempo de viaje para conocer, de viva voz, el significado que le había dado a tres de sus frases histórica dichas años atrás, a saber: “El que se mueve, no sale en la foto” (sobre la férrea disciplina y sometimiento partidario en un PRI monolítico). “A balazos llegamos al poder y los votos no nos sacaran” (sobre la detentación del poder acumulado).“Dentro o fuera de la Constitución, la CTM seguirá…” (sobre el corporativismo político y sindical de dicha central obrera).

Ya encarrilado,le pregunte las causas de su rompimiento con su antecesor en la CTM, Vicente Lombardo Toledano (VLT). Me dijo que no pudieron conectarse políticamente del todo bien, por razones de origen. Mientras VLT provenía de la clase media intelectual; él era un auténtico trabajador obrero de una planta lechera. Estando por llegar a Chilpancingo, le pedí, por último, me contara cómo le hacía para controlar a los cientos de líderes sindicales de la CTM que trataban con él toda clase de chismes sindicales e intrigas políticas.

Con una mueca de sonrisa y viéndome a los ojos respondió a mi inquisidora pregunta: “Fácil, jovencito. A todos los que me dan información muchas veces contrapuestas y me piden mi opinión o decisión, les otorgo, sin excepción, el 50 por ciento de verdad y de esa manera formo mi criterio sobre el tema en cuestión”.

PD1. Como Gobernador Moral de Guerrero reconozco la buena disposición de la Gobernadora Constitucional, Evelyn Salgado Pineda, de remontar La Sierra, visitar comunidades rurales y platicar con sus pobladores. Falta la región de La Montaña, aun cuando sea tan solo para establecer diálogo con ellos, puesto que no hay recursos públicos disponibles a menos que sean federales.

PD2. Son nueve años, los que han transcurridos de la grande y criminal tragedia humana en Iguala; que permanece irresoluta por las instituciones de justicia nacional. Al presidente de la República AMLO ya solo le queda decir, al igual que su antecesor, Enrique Peña Nieto: ¡Ya supérenlo! (Triple ¡uf!)

PD3. El 2 de octubre no se olvida.

porelrescate@outlook.com

 

 

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