sábado, 23 de abril de 2011

Cartas a una amistad.

Héctor Manuel Popoca Boone.

Se dice que somos los arquitectos de nuestro propio destino. Que lo forjamos cada día. Pero de esa forja no siempre tenemos el control.

Las emociones le ganan a nuestros pensamientos; pero tampoco éstos últimos deben dominar porque nos convertimos en seres insensibles. Deshumanizados.

¿Cómo compaginar correctamente sentimiento con razonamiento? El pensar y el sentir. La neurona con la hormona. La pasión y el discernimiento. ¿Por dónde debe transitar la opción y la decisión? ¿Cuál es la óptima combinación?

¿Qué debe prevalecer en el individuo: la mente o el corazón? ¿El pensamiento guía a la pasión o es al revés? Tal vez sea la mezcla de todo lo que nos impulsa a vivir y a actuar para evitar ser un autómata. Es la emoción por vivir.

Pensamientos certeros y erróneos. ¿Quién nos da el parámetro de la certeza?: Nuestra propia consciencia, experiencia e intuición. La sumatoria de todo, que es el conocimiento activo o, en otras palabras, el discernimiento en movimiento.

Pensamientos conservadores o liberales. Eternos o mutables. Virtuosos o viciosos. De permanencia o de cambio. De eventualidad o de trascendencia. Son las dicotomías constantes que nos acompañan toda la vida, todo el tiempo, en todo lugar y que ponen a prueba nuestra capacidad de optar y de decidir. Libertad con dialéctica.

El lado bueno de las circunstancias difíciles es que, además de probar nuestro temple, cobramos conciencia que los obstáculos son perecederos. La tormenta necesariamente pasará y se abrirá la calma, dará paso a la luz y con ella a la lucidez total.

En el transcurso de un eclipse personal debemos tener certidumbre que mas temprano que tarde volveremos a brillar. De eso no tengamos la menor duda.

En la vida, debemos tener claves, indicadores, guías, que nos permitan navegar, si no con toda la seguridad del mundo, al menos con la certeza de que el rumbo escogido nos llevará a puerto seguro, más pronto que luego. Nave que va a la deriva y nosotros en ella a través de mares que no llegan a ningún lado. Pierde razón de ser el seguir navegando.

Nuestra vida está plagada de un sinnúmero de aciertos y de errores, de tropiezos y aprendizajes. De empezar y del nunca acabar. Lo cierto es que necesitamos de nuestros buenos semejantes para salir adelante. En soledad no nos aventuramos a la mar para cruzar archipiélagos desconocidos. Somos entes gregarios, tenemos que apoyarnos en alguien y en algo.

Preferimos la comodidad y el confort que nos ofrece nuestra concha de caracol, a salir a desbrozar nuestro destino, que a veces no esta del todo manifiesto. Atreverse a tomar riesgos calculados es darle avance y vida a nuestra vida.

El bien ser, el bien hacer, el bien estar y el bien tener son situaciones que no siempre se dan al mismo tiempo. Pero entre mayor número de estos bienes poseamos en un momento dado, más plenos seremos.

Reflexión y aceptación de lo que uno es, de lo que uno aspira a ser y de lo que no pretendemos ser, es lo que da pie al actuar con ética. Pero la acción requiere optimismo. También de energía, método y disciplina y de querer compartir lo logrado con mucha generosidad.

Las personas no estamos poco desarrolladas per se. Lo que pasa es que no todos hemos tenido las mismas oportunidades y circunstancias para superarnos. ¿O las hemos desperdiciado?

Describirse uno tal y como es, requiere buena dosis de autocrítica y de férrea voluntad para cambiar y mejorar. No pretender lo perfecto sino lo bueno. No aspirar a lo sublime sino a lo humano. No somos dioses.

Profundizar en uno mismo es sano si buscamos nuestra propia superación y la de los demás; de lo contrario convertimos el diálogo interno en una práctica de vanagloria personal o de autoflagelación monólogos interiores.

El empeñarse en conocerse internamente nos posibilita conocer y comprender lo externo más cabalmente.

El reconocer y aceptar que actuamos con convencionalismos y arquetipos nos permite saber que tan lejos estamos de ser auténticos y genuinos. De estereotipos está plagado el mundo. El consumismo nos asfixia y secuestra.


 

2 comentarios:

  1. Magister

    Buena dósis de automotivación y reflexión, me rcordó algunas lecturas de succes y desarrollo personal que tuve la oportunida de estudiar en libro "Como ganar amigos e influir sobre las personas" de Dale Carneguie, o aquel de Josè Silva "El mètodo silva de control mental", y otros no menos interesantes de OG Mandino, John Meyer, Napoleóm Hill y demàs autores renombrados.

    Te debo comentar que en septiembre/2010, por subvencion de un amigo, tuve la oportunidad de estar en el training denominado HIGTH IMPACT PRESENTATIOS, impartido por Dale Carnegui Institute; las presentaciones de alto impacto y sus asesores, estàn actuamente trabajando con el Consejo de la comunicación y la presidencia de la repùblica.

    Es cuanto

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  2. Mi amigo Popoca

    Son tres cosas importantes que definen muchas de las cosas que hacemos en la vida, solo que dos deciden mas que la tercera, éstas son: el sentimiento (emoción, hormona,pasion, opción, corazon), el pensamiento (razón, neurona, discernimiento, decision, mente) y el actuar (nuestros actos), considero que las dos primeras deben equilibrarse para mantener una armonía en nuestras vidas, por que si alguna domina a la otra entonces pasaria lo que dices en tu articulo. Claro, a ello debemos sumar nuestra consciencia y nuestro libre albedrío.

    Saludos.

    Tu amigo

    Urias

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