viernes, 3 de junio de 2011

Políticas públicas para el maíz


Héctor Manuel Popoca Boone.

Guerrero es auto suficiente en la producción del maíz, pero no en su consumo. Esta paradoja se explica porque de las 1 300 toneladas promedio anuales que se producen, una parte importante – las de Tierra Caliente y de los Valles de Iguala- la compran los industriales del ramo del Estado de México y de Morelos. Otra se destina a producir forraje para el ganado, principalmente en las costas.

La región que acusa déficit de producción y consumo significativo es la Montaña. Tiene que ser abastecida, después de la temporada de cosecha, por maíz importado que viene de otros estados de la república. Tan solo en 2010, DICONSA internó 34 473 tns. para abastecer necesidades deficitarias de Guerrero.

En los últimos años, el precio del maíz ha aumentado, entre otros factores, por la especulación alimenticia internacional que realizan los países poderosos en detrimento de los países pobres. Agréguese que Estados Unidos destina ahora parte de su producción a la obtención de bio-energéticos, como ya también lo hace Brasil o la India; encareciéndose de esta forma el maíz destinado al consumo humano.

Frente a esta situación, las políticas públicas recomendadas en Guerrero para integrar mejor la función producción-consumo del maíz son, entre otras:

Incrementar la producción por hectárea en áreas de mediana y alta productividad, aprovechando las tierras bajo riego de las presas hidro-agrícolas con capacidad instalada subutilizada.
En la Montaña, inducir la siembra de la semilla mejorada de alto valor proteico, creada por el INIFAP, para abatir los niveles imperantes de desnutrición y establecer de nueva cuenta el programa “Maíz por Bosque” que dio muy buenos resultados durante la época del gobierno interino de Ángel Aguirre.
Participar en los mercados regionales regulando el precio de venta en la cosecha y establecer silos modernos de almacenaje para la venta de contra estación.
Aplicar paquetes nutricionales para la engorda de ganado que no sean intensivos en el uso de maíz.
Hacer uso de todos los programas y recursos concurrentes del estado y la federación para apoyar la mayor producción de maíz, así como su mejor almacenamiento y distribución en tierras guerrerenses, dadas las buenas perspectivas de precios en el mercado.
Depurar y definir un padrón estatal único de productores de maíz, beneficiarios tanto del programa federal Procampo como del estatal de fertilizante.
Aplicar bien el fertilizante subsidiado, de buena calidad, evitando su reventa o su destino a la siembra del “maíz-bola”

PD1. Sin recursos razonables para la inversión pública, lo único que seguiremos detonando en Guerrero es mayor pobreza. Lo sectario puede anular nuestro progreso. La iniciativa de ley estatal de asociaciones público-privadas, con las salvaguardas del caso, bien reglamentada y supervisada, es opción. Cierto, la incredulidad proviene de la  deshonestidad gubernamental y de la corrupción de los políticos pluricolores, que son vicios arraigados en estas tierras del sur.
PD2. El secretario estatal del PRD es a la vez diputado local en funciones, violando abiertamente los estatutos de su partido. Para el pueblo, ¿será opción el PRD en materia de legalidad? ¿Qué calidad moral tiene para criticar ilícitos si tolera y avala las de sus propios dirigentes? Yo paso. Me quedo en el movimiento ciudadano donde creo ser más útil al pueblo y al gobernador del estado.


 

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