Héctor Manuel Popoca Boone.
Es la ciencia que se preocupa de la permanente
existencia del ser humano y de la conservación de la Tierra. Trata de alertar
acerca de las amenazas y los destrozos que los humanos producen contra sí
mismos y su entorno. Fomenta consciencia y voz para impedir que la vida humana
y la de nuestro planeta continúen devastándose.
Es la guía de cómo usar el conocimiento para el bien
social. De qué manera usar adecuadamente el acervo científico y tecnológico
adquirido como gran activo de la humanidad y aplicarlo para la mejoría de la
calidad de vida en forma sustentable y no al revés.
De acuerdo al Dr. Arnoldo Kraus la bioética está
cimentada en dos pilares: el conocimiento biológico y los valores humanos. Le
importa la salud de nuestra especie y de nuestro planeta. Por lo tanto,
confronta las guerras, la pobreza, la delincuencia, la ignorancia, las
enfermedades, las depredaciones a los recursos naturales,… y las formas en que
son alentadas o combatidas, por parte de quienes detentan el poder político o
económico. La bioética es la filosofía del siglo XXI.
Los atropellos a esta ciencia siempre tienen más de
una cara. Se entrelaza con diferentes vertientes de la actividad humana. En el
campo de la medicina presente está en el juicio de su aplicación para sanar
enfermos o para mercantilizarla en exceso. En el campo de la ciencia nuclear es
de sobra conocido el análisis de aplicar dicha energía para la destrucción masiva
o para el provecho del ser humano. Otro vasto espectro de su preocupación es la
bioquímica y sus propósitos.
En el campo de la economía contrasta los fines
últimos del esfuerzo productivo para el bienestar y progreso colectivo o para
el beneficio de unos cuantos a costa de la pobreza de muchos. En el campo de la
nutrición interroga acerca de la producción y distribución de alimentos como
instrumentos de persuasión ilegítima o para combatir el hambre de los pueblos.
Participa en el discernimiento de la producción monopólica de semillas mutadas genéticamente
de alta rentabilidad económica a costa de la desaparición de germoplasmas naturales.
Respecto de la política, la contempla como la lealtad
de los políticos hacia el bienestar del pueblo como puntal axiológico. Por lo
tanto cuestiona qué tanto su ejercicio y sus protagonistas se alejan de dicho
propósito o qué tanto las decisiones que toman son correctamente éticas y
socialmente responsables.
En esta última actividad humana un principio básico
rector es que quién pretende elevar la calidad de vida de la sociedad, debe
minimizar sus egoísmos y codicias particulares. Si se quiere combatir la corrupción,
es menester ser honorables. Si se desea evitar la violencia, es imprescindible
no ser represor. Si se anhela que impere la justicia, es necesario ser ajeno a
la impunidad y si se espera ser imparcial, imperativo es no ver en forma
tergiversada las leyes por el efecto refractario del dinero o del poder.
Es también objeto de estudio de la bioética, por
ejemplo, los genocidios y los ecocidios de toda índole. Igual, los actos de servidumbre
degradante o violencia cotidiana sin mayor contención, como lo es el
narcotráfico, la trata y el tráfico de seres humanos.
Con la vigencia y pertinencia de la bioética como
cause de nuestras conductas públicas y privadas, podemos alertarnos en el uso
indiscriminado de la ciencia y la tecnología sobre ámbitos del individuo que atentan,
consciente o inconscientemente, contra la vida de sus congéneres y contra la
sustentabilidad de la tierra. La bioética da luces a los tomadores de decisiones sobre acciones
que pueden evitar para que no se conviertan en criminales designios con
resultados exterminadores.
Joseph Brodsky dijo que la mejor forma de no repetir
errores cuando se piensa en el futuro de la humanidad radica en percibir el
mundo a través del prisma de la pobreza y de la culpa. Perdonándonos por lo
mucho que ya nos hemos hecho, descuidada o perversamente; agrego yo.
PD. Mi amigo de Taxco, Sergio Lugo, se ha echado a
cuestas organizar el segundo festival “La herencia de Cuauthemoctzin y los
pueblos indígenas”. Del 15 al 28 de febrero. Mayor detalle de los eventos en “www.redocelotl.wordpress.com/ixcateopan”
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