viernes, 26 de julio de 2013

Sucesos



Héctor Manuel Popoca Boone.

Suceso uno. El domingo pasado, en compañía de servidores públicos federales y estatales, subimos a las comunidades de Coapinola y La Concordia del municipio de Ayutla, por invitación de las autoridades comunales a sus respectivas asambleas comunitarias para abordar aspectos del desarrollo socioeconómico de esa microrregión indígena. Empezando la ascensión por la carretera semi-pavimentada, nos topamos con el primer retén a cargo de la policía comunitaria del CRAC-El Paraíso. Pasamos sin mayor problema. Grande fue nuestra sorpresa cuando a 250 metros adelante volvimos a toparnos con otro retén, ahora de la UPOEG-SSC.

Los de la CRAC vestían uniforme gastado y la mayoría de sus armas de bajo calibre. Los de la UPOEG estaban mejor avituallados, en todos los aspectos. También nos permitieron proseguir sin mayor inconveniente. Ya nada más faltó que nos topáramos con los retenes militares, de la delincuencia organizada y de supuestos guerrilleros para tener completo el rosario.

Suceso dos. Al llegar a la asamblea en Coapinola, nos encontramos con representantes de 23 comunidades, además de ciudadanos armados y uniformados de la CRAC-El Paraíso. Al principio creímos que estos últimos protegían la reunión ¡pero pronto nos dimos cuenta que tomaban parte activa, opinando y votando! Cuestión grave, por la intimidación y cohibición indirecta a la libre expresión y determinación de los comuneros no armados. Juzgamos pertinente no participar en esas condiciones en la asamblea y retirarnos, trasladándonos a la asamblea de los bienes comunales de La Concordia, donde nos indicaron que su principal prioridad era proseguir la pavimentación de la carretera y la rehabilitación de los tramos mal construidos.

Suceso tres. Por la tarde, de regreso a la ciudad de Ayutla, platicamos con algunos habitantes y comerciantes citadinos sobre la situación imperante en materia de seguridad pública. Nos dijeron que ahora contribuían económicamente a través de tres vías para que hubiera paz, a saber: Pagar cuota (delincuencia organizada). Contribución para el “funcionamiento” (policía comunitaria). Y pago de impuestos (policía institucional).

Reflexión. Al retornar a Chilpancingo y cavilando en el camino, hice un análisis del origen y naturaleza de las policías comunitarias y autodefensas que actúan en Guerrero. Coincidió con el realizado por Zacarías Cervantes y publicado en El Sur del pasado jueves. Solo agregaría que de excesos, extorciones y corruptelas, no están exentas las autodefensas ciudadanas. Deben de tener públicas normas auto-regulatorias debidamente sancionadas y bajo vigilancia de los pueblos.

Concluí que nuestra actual estrategia gubernamental era errónea al centrar los esfuerzos en contener, controlar y regularizar a las policías ciudadanas y grupos de autodefensas, amedrentándolas de vez en vez, en lugar de hacer una fuerte alianza pueblo-gobierno para combatir juntos la delincuencia de todo tipo, dentro de un esquema de coordinación y no de subordinación.

Si la violencia imperante nos señala que los delincuentes se han implantado en diversas regiones del estado para actuar impunemente (gracias a la corrosión severa e infiltración de nuestros sistemas policíacos, de una impartición corrupta de la justicia y de un inútil sistema de rehabilitación social) es hora de reconocer que no la nulificaremos y extirparemos solo con el concurso de las fuerzas institucionales del estado mexicano. Eso está a ojos vista constatado, al menos en Guerrero y en otros estados de la república.

La génesis de los grupos de autodefensa radica en la supervivencia del pueblo contra los embates de la hasta hoy imparable delincuencia organizada. El temor y la resistencia institucional a sumar y conjugar esfuerzos con los ciudadanos, con mutuo respeto, son propios de gobiernos autoritarios que cifran su existencia en la fuerza institucional y no en la alianza popular. Es hora de echar mano de la imaginación para ejercer y respetar el poder que emana del pueblo, de acuerdo a nuestra carta magna.

PD. De acuerdo al presidente estatal del PRD, si tirotean mi casa los de la “maña” es buena señal del combate que se está teniendo para abatirlos. ¡Que no manche!

viernes, 19 de julio de 2013

Las disputas por el agua.



Héctor Manuel Popoca Boone.

A la memoria de Javier Bataz, caballero de la política y del servicio público.

Diversas voces calificadas han advertido que el siglo XXI se caracterizará muy probablemente por la lucha fratricida de conglomerados sociales por el agua para consumo humano, cada vez menos disponible por el mayor crecimiento de la población mundial.

En Guerrero ya padecemos de sed insatisfecha en algunas de sus principales ciudades: Acapulco, Chilpancingo, Iguala, entre otras. Y cada vez resulta más caro, económicamente hablando, disponer de suficiente agua para beber, aún cuando sabemos que el agua más cara es aquella que no existe. Somos una de las entidades federadas con mayor número de hogares sin agua.

Conflictos sociales entre pueblos por el agua ya los hemos tenido, como el habido en el municipio de Tecoanapa, entre la cabecera municipal y varias poblaciones a partir de una sola fuente de abastecimiento. Recientemente afloró el conflicto de ejidos del municipio de Cutzamala y una termoeléctrica privada por el uso del agua de la presa El Gallo.

Hoy tengo conocimiento que en el año 2006, gente de la comunidad de Tixtlancingo, municipio de Coyuca de Benítez, presuntamente rompieron la tubería del Acueducto “El Chorro”, afectando a los poblados de Texca, El Zapote, El Pelillo, Loma Larga y Loma del Aire del Municipio de Acapulco; y Ocotillo y Tecomapa del Municipio de Coyuca de Benítez, cuyos habitantes ya acusan problemas de salud por ingerir agua contaminada.

De entonces a la fecha, las comunidades perjudicadas han hecho reiteradas gestiones ante los tres niveles de gobierno, solicitando la re-conexión de la tubería y la restitución del servicio a los poblados despojados del preciado líquido.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ya ha visitado la zona y participado en dos mesas de diálogo y mediación, donde han estado presentes los pueblos involucrados en el problema y representantes de los tres niveles de gobierno, sin éxito alguno. Además de siete mesas de conciliación infructuosas con autoridades estatales y municipales, incluyendo a la CAPAMA y a la CONAGUA

Los del actual gobierno estatal, desde abril del año pasado, coordinamos algunas reuniones para la solución del conflicto las que han sido insuficientes para obtener buenos resultados. De ahí la necesidad de llevar a cabo una reunión de alto nivel ejecutivo, de pueblos y gobiernos, para dar una solución definitiva a la disputa social, con arreglos en donde todas las partes sean beneficiadas al rehabilitar el Acueducto. Reconozco que no hemos avanzado en ello. 

Justo también es aceptar que la irritación del poblado de Tixtlancingo (en donde nacen los veneros) se origina en el incumplimiento de obras y servicios públicos para beneficio del pueblo a los que se había comprometido el organismo operador del agua de Acapulco cuando fue construido el acueducto. 

En febrero de este año, pobladores de Ocotillo, presentaron una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por violación del derecho humano al agua; solicitando los buenos oficios de esa institución para buscar una solución con equidad y justicia social.

El pasado mes de abril, enviaron un escrito al Presidente de la República solicitando su intervención ya que el conflicto social entre los pueblos lleva sin resolverse ¡más de siete años! manifestándole la preocupación de una posible escalada incontrolable de confrontación física entre poblados vecinos, por desesperación acumulada. Espero que hagamos lo pertinente para evitarlo.

PD. En la primera campaña presidencial de López Obrador (2006), conquistaron el poder buen número de presidentes municipales, diputados y senadores del PRD en Guerrero. Tres años después, la debacle electoral fue grande por comportamientos corruptos o irresponsables de los que arribaron. En su segunda campaña presidencial de AMLO  (20012), los perredistas reconquistaron buen número de posiciones, a pesar de la dedocracia antidemocrática practicada por sus dirigentes. ¿Qué pasará en los comicios del 2015, cuando no va AMLO como candidato y su próximo partido político, Morena, no irá en coalición?




La libertad por la conciencia.



Héctor Manuel Popoca Boone.
 
Un ensayo de Leandro Arellano sobre la vida de Nelson Mandela me trajo a la mente, por analogía, la remembranza biográfica de Román Rolland sobre otro de los grandes de la humanidad: Beethoven. Y es que en ambos, la continuidad vital es el sufrimiento y el ser sensibles al infortunio de sus semejantes. A partir de eso, brindaron senderos para la liberación humana. Caminos empedrados de paz, bondad y amor. Como los que caminaron Jesús, Jean Hus, Gandhi o Martin Luther King, entre otros y otras.

De todos esos personajes, recomendable es abrevar: voluntad, tenacidad, generosidad y fe para acompañar a nuestro prójimo en el calvario del diario existir; ya sea éste, individual o general. Afanarse por interrumpirlo y extirparlo, llámese explotación, segregación, discriminación, sometimiento o humillación.

Sus vidas no son un dechado de triunfos espectaculares por inmediatos, sino de resistente lucha perseverante; llevando la congoja del otro y el ejemplo propio, como pedagogía humanitaria. Ambas conmociones son partes inherentes de los que no se resignan a las miserias de la vida, generadas por una sociedad enfermiza y por sus códigos de conducta excluyentes. 

Las hazañas y logros de estos seres más que materiales son espirituales; y encuentran la liberación individual en la social y viceversa. De ahí la trascendencia de su infatigable transitar forjado en los yunques de la transformación de los entornos sociales adversos e injustos en que vivieron. También de ellos aprendimos que la activa resistencia civil pacífica es partera de la historia.

En sus luchas no hubo lugar para amarguras ni resentimientos que mermaran sus fuerzas. Es la vida misma, la esperanza y el propósito definido, lo que los mantuvo enhiestos. Sostuvieron una titánica gesta a pesar de la represión personal que afrontaron. Son emblemas de la no claudicación en los principios y por lo mismo, los vivieron a plenitud.

Por sus ideales y por la congruencia mostrada en sus actos de vida, han sido gigantescos faros de autoridad moral que han irradiado luz imperecedera por todos los confines de la tierra. Enseñaron a pagar las maldades con bondades, y a la larga los perversos se rindieron y algunos de ellos conversos fueron.

El contexto en el que sus vidas transitaron fue de ambientes ignominiosos, viciosos y egoístas. De un materialismo ramplón, discriminador, lleno de oprobio y avasallador de todo aquello que no fuera medible en raza, dinero o poder. La forma en que lo encararon es emblema prístino para mostrar reluctancia ante las mediocridades cotidianas de la condición humana. 

Fueron individuos que ubicaron su misión vital en su justa dimensión: estar cerca de los desventurados; sabiendo estos últimos que las mejores mujeres y hombres siempre estarán presentes para afrontar las comunes adversidades.

Sus hojas de vida dan cuenta, como dice R. Rolland, de un martirio virtuoso y prolongado. Ejemplo para aquellos que no se resignan a la pobreza de espíritu, a los que no renuncian al combate diario, “triste la más de las veces, librado sin grandeza ni fortuna, en la soledad y en el silencio.” Para ellos, el “otro” reivindicado, era la expresión de sí mismos.

Triunfaron más por el corazón y el pensamiento que por la fuerza. Más por la reflexión colectiva que por la imposición autoritaria del poder, porque éste no tolera la brillantez de la verdad, la claridad de la consciencia, ni lo inconmensurable de la libertad. 

Juan María Alponte los llamó “Los liberadores de la consciencia… y forman parte de la memoria de la libertad. Memoria que ilegitima la desmemoria, el olvido, el oscurantismo y la banalización de la vida. Son referentes de uno de los discursos más famosos de la historia de la lucha por las libertades humanas: “Yo he tenido un sueño” (Luther King).

El mejor homenaje a la vida y obra de Nelson Mandela, puede condensarse en la siguiente máxima de Ludwig Van Beethoven: “Hacer todo el bien que sea posible, amar a la libertad por encima de todo, y aún cuando fuera por un trono, no traicionar nunca a la verdad”. No en balde nos legó en su novena sinfonía su inmortal himno a la alegría, como esencia y motivo para vivir en congregación y comunión universal.



viernes, 5 de julio de 2013

Más hambre y desnutrición a la vista.

Héctor Manuel Popoca Boone.

El peor sometimiento del ser humano es por hambre. Ha sido una forma de dominio atroz, socialmente usado, a lo largo de la historia de la humanidad. Con el alto grado de avance de la ciencia y el desarrollo tecnológico en la producción de alimentos, el hambre no debiera existir en ningún rincón de la tierra. Sin embargo, existe y persiste, en diverso grado, en todos los continentes, países y regiones. Sigue siendo una vergüenza de la humanidad; y más lo es, cuando es usada y provocada para la sumisión de los siempre condenados de la tierra: los pobres.

Está documentado cómo las grandes potencias usan el denominado “power-food” como instrumento para dominar políticamente a un sin número de países. También hay suficiente constancia de cómo las grandes corporaciones transnacionales productoras de alimentos e insumos agropecuarios controlan económicamente los mercados mundiales de alimentos y los convierten en mayormente dependientes de sus políticas empresariales de voraz rentabilidad.

México no escapa al flagelo del hambre y su trágica secuela: la desnutrición crónica en vastos sectores de la población. Lo que es peor: en las últimas décadas hemos perdido soberanía y seguridad alimentaria dependiendo más de los alimentos e insumos alimenticios que adquirimos en el exterior.

Una causa ha sido el abandono institucional de apoyo al agro y la apertura indiscriminada de nuestras fronteras a la importación de toda clase de granos y alimentos procesados, que en una competencia desleal y ruinosa tenida durante varias décadas, ha dado al traste con nuestra capacidad agropecuaria y el bienestar económico de la mayoría de los productores rurales. Siguen vigentes las exclamaciones de lucha: “el campo ya no es negocio” y “el campo no aguanta más”

Una segunda causa es el incremento de los precios mundiales de los granos básicos (en términos generales en un 50 por ciento para el maíz, trigo y sorgo, del 2008 a la fecha) y por ende, su encarecimiento. Ello debido a que partes importantes de las gramíneas se destinan más a la producción de biocombustibles -como insumo energético para los países altamente desarrollados- y cada vez menos para fines de alimentación humana.

Una tercera causa es el cambio climático y el calentamiento de la faz de la tierra. Eso altera el ciclo biológico natural del crecimiento de la flora y la fauna, propicia el surgimiento de plagas y enfermedades devastadoras y provoca la presencia anormal de meteoros, principalmente huracanes, sequías, inundaciones e incendios forestales, entre otros.

Como resultante de todo lo anterior tenemos que México depende de la importación de alimentos en alrededor del 43 por ciento del total requerido para que se nutra su población. No obstante que tenemos recursos naturales, tecnológicos y humanos para al menos bajar la dependencia en 30 puntos. Eso representaría un ahorro significativo de divisas que actualmente ocupamos para tal fin (260 mil millones de pesos anuales con proyecciones a incrementarse en 130 mil millones de pesos más de no reactivarse la producción agropecuaria en los próximos años).

El problema es de suyo grave porque la falta de disponibilidad de alimentos corre parejo al incremento de la pobreza alimentaria (aquella en la que no se puede adquirir lo básico para nutrirse) y de la misma desnutrición (vista como el deterioro y degradación del capital humano) que padece México.

La especialista en nutrición del Banco Mundial, Marie Ch. Massier, afirma “el precio de los alimentos puede matar a mucha gente, especialmente a los niños en situación de pobreza”. La representante de nuestro país ante la FAO, Nuria Urquía Fernández, declaró que la pobreza alimentaria en el país tuvo un incremento importante, al pasar del 2006 al 2012, de un 13.6 % a 18.2% de la población total. En otras palabras, se estima que existen 28 millones de mexicanos en estado de desnutrición.

Es ocioso decir que Guerrero es el Estado de la República con el más alto índice de desnutrición. Bueno… ya lo dije.

PD. El enemigo común del pueblo y del Estado Mexicano es la delincuencia en todas sus manifestaciones; y ella, lamentablemente, nos ha desbordado en varias regiones de nuestra patria.

h.popoca.b@gmail.com