lunes, 23 de junio de 2014

Despojo inicuo de tierras



Héctor Manuel Popoca Boone.

El régimen dictatorial de Porfirio Díaz cedió gran parte del territorio nacional a un grupo de terratenientes, al amparo de la ley de desamortización de tierras ociosas. Miles de pueblosrurales y comunidades indígenas vieron con impotencia cómo se les despojabaarbitrariamente de sus tierras;convirtiéndose en peones encasillados de las grandes haciendas de loslatifundistas. 

A lo largo de los años el descontento y la pobreza crecieron de tal forma que labase social para el estallido revolucionario de 1910 fueron los miles de desplazados ruralesque a la postredieron cuerpo a los ejércitos revolucionarios de Francisco Villa, Emiliano Zapata y Venustiano Carranza.

Porfirio Díaz, su partido liberal y sus científicos, no midieron el gran daño social y económico que causaron al país en aras de modernizar discriminada y elitistamente la economía de México. Misma que en 1910 se desmoronó con un alto costo humano y material. El modelo de crecimiento económico con prosperidad de unos cuantos y pobreza de muchos, por su naturaleza explotadora y excluyente, tocó a su fin.

Ahora en el 2014, el régimen federal presidencialistase empeña enceder no solo la explotación económica de nuestros recursos energéticos a las grandes empresas transnacionales sino también las tierras que necesiten tomando como base las leyes secundarias de hidrocarburos y de la industria eléctrica que pretenden establecer. Estos proyectos de leyes contemplan la posibilidad de expropiar terrenosparticulares, ejidales y comunales cuyos propietarios no quieran venderlas a las empresas energéticas.

El Presidente Enrique Peña Nieto, el PRI-PAN, sus legisladores, sustecnócratas y los grandes empresarios, están obnubiladospor sus desmedidas y rapaces ambiciones económicas. No vislumbran el gran perjuicioque causarán al intentar, de nueva cuenta, arrebatarles tierras a las comunidades rurales e inhibirel crecimiento de otras actividades económicas, vulnerando aún másnuestra deteriorada soberaníanacional.

Prácticamente las grandes empresas petroleras y eléctricas dispondrán del territorio nacional, por encima de cualquier otro destino que el pueblo les pudiera dar; al otorgarles legalmente la prioridad en la adquisición de los mismos.Tendrán incluso el privilegio de comprar en especie o con servicios las tierras codiciadas. Seguramente el siguiente atraco jurídico versará sobre las tierras comunales y ejidales que posean yacimientos minerales.

Considero que los promotores de la reforma energética han ido demasiado lejos en sus pretensiones al hacer a un lado las gestas históricas del pueblo mexicano para reivindicar los derechos de la nación y del pueblo sobresuterritorio,economía, recursos naturales y energéticos. Tienen amnesia históricaque resquebraja los cimientos que nos han proporcionado estabilidad social durante más de 70 años.

El quitar las tierras con subterfugios legaloides a sus actuales poseedores sociales por prioridades económico-empresariales de tipo particular conlleva riesgo grande de revuelta popular en los años porvenir. Insisto: se olvida que el despojo agrario fue el motivo del alzamiento en armas de miles de campesinos sin tierras o de aquellos que fueron paulatinamente despojados de las mismas.

En Guerrero, de aprobarse estas leyes se abrirán legalmente las puertas para expropiar expeditamente las tierras comunales de Cacahuatepecpara construir las presas hidroeléctricas de La Parota yla de San Juan Tetelcingoen el Alto Balsas, aún en contra de los pueblos indígenasy mestizos que ahí habitan.

La pregunta es: ¿Se dejaran los comuneros que les arrebaten sus tierras a cambio de cuentas de cristal? ¿Permitirán los hermanos indígenas que los despojen de ellaspara construir presas hidroeléctricas oexplotar yacimientos minerales?¿Permaneceremos los demás indiferentes y mudos ante este atraco patrimonial y social desembozado? ¡No más!

PD1. Lo$ diputado$ e$tan felice$ porque pronto de$ignaran al nuevo auditor e$tatal.

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