viernes, 28 de agosto de 2015

Ciudadanos en movimiento

Héctor Manuel Popoca Boone.

Una ciudadanía activa y propositiva es aquella que siempre está en movimiento para aportar mayor cohesión al conglomerado social, y a su vez dar señales a los gobernantes de las formas más cercanas de ejercer el mandato conferido por la gente, para servirla escuchando y resolver conflictos focalizando con justeza la acción pública de la mejor manera posible. De tal suerte que el monopolio de la fuerza institucional sea siempre la última razón para dirimir conflictos, haciendo prevalecer la paz con la aplicación de la justicia y el incremento de la prosperidad social con la vigencia de la seguridad pública.

El uso indiscriminado de la fuerza pública, así como el constante desgaste institucional que acompaña siempre una aplicación tergiversada de la ley, genera mayor inconformidad social que aquella que se desea contener, ya sea provocada real o ficticiamente por supuestos o verídicos infractores de la sana y pacífica convivencia social.

En Guerrero los ciudadanos están en permanente movimiento por diferentes causas, razones o motivos que se presentan en las diversas regiones geográficas. Lamentablemente la mayoría son movimientos de inconformidad o protesta por actos delincuenciales, de indiferencias o abusos institucionales, de la no correcta aplicación de la ley o de pérdidas que traen consigo eventos meteorológicos que provocan desastres naturales.

Actualmente sobresalen movimientos ciudadanos en torno a la falta de respeto a los derechos humanos y a la justicia postergada. Son ejemplo de ellos, los suscitados por las desapariciones forzadas de normalistas en Iguala, de jóvenes en Chilapa o las manifestaciones de una parte de los profesores en contra de la reforma educativa puesta en marcha. También están los movimientos de la ciudadanía en general, por los estragos que ocasiona la delincuencia organizada con acciones de toda clase de delitos que quedan en la impunidad.

No menos importantes son las movilizaciones de los ciudadanos integrados a las policías comunitarias y los ciudadanos armados para la autodefensa de su patrimonio, ya sea en el medio rural o en el ámbito urbano. La protesta pública también existe por asesinatos o encarcelamientos de políticos y luchadores sociales. En fin, en la actualidad, en materia de movilización ciudadana, prevalece como característica fundamental la acción civil de naturaleza reactiva, reivindicativa, contestataria, de repudio o defensiva.

Hoy requerimos más que nunca de ciudadanos en movimiento efectivo en acciones de naturaleza propositiva y creativa. De suma y no de resta o división. De comportamientos sociales que contribuyan a generar espacios de paz, de mayor cohesión social y de fortalecimiento del espíritu comunal. Donde priven los elementos de armonía social, más que de disolución y parálisis colectiva.

Aun cuando en un principio se vean modestos o poco impactantes, esos esfuerzos son valiosos, ya que a la larga nos mantendrán amalgamados y serán bálsamos para que cicatricen con mayor prontitud las heridas y laceraciones provocadas en el tejido social por ilícitos de todo tipo.

Ejemplo de ellos son el rescate y aprovechamiento de los espacios urbanos para el ejercicio físico y para la recreación de los jóvenes. Lo es también otorgarle mayor aliento a los espectáculos artístico-culturales, en donde se reúna y exponga lo más destacado de las manifestaciones de la danza, música, vestimenta, artesanías y gastronomía de todas las regiones del Estado de Guerrero.

Es de gran utilidad todo tipo de movimientos ciudadanos que exalten las diversas formas de cómo los guerrerenses muestran su vitalidad como pueblo pacífico, ávido de prosperar, a través no del temor sino de la alegría que provoca el bagaje de una multiplicidad de tradiciones, costumbres, manifestaciones artísticas y culturales. Lo mejor de nosotros también es cultura nacional.

En fin, el combate al individualismo y al egoísmo que conlleva la deshumanización colectiva progresiva, pasa por acrecentar los comportamientos de grupos sociales que tengan como finalidad incentivar la justicia, la paz, la cultura y la necesaria fraternidad social.


Regreso a clases

Héctor Manuel Popoca Boone.

El año pasado, alrededor de 898 mil infantes de Guerrero, regresaron a sus escuelas de nivel de educación básica (preescolar, primaria, secundaria y educación especial), para finalizar el ciclo escolar 2013-2014, integrado por 200 días efectivos de clases. Un conteo de Reforma en el ciclo escolar 2012-2013, arroja que fueron 42 días perdidos en Guerrero, o sea 21 por ciento de días clase. Cuestión de suyo grave, si pretendemos una sólida y adecuada educación, además de no seguir violando los derechos humanos de los estudiantes.

En el ciclo 2014-20015, lo delicado estuvo en el número de días sin clases, puestos que éstos fueron más que en ciclos escolares anteriores. Siendo siete las causas principales para la pérdida de días de enseñanza: a) El ausentismo tradicional de los maestros, principalmente, del profesorado que imparte clases en las zonas rurales y en zonas suburbanas de difícil acceso, b) Las clases no cubiertas por la realización de “ puentes” por innumerables pretextos no oficiales, además de las “reuniones de consejos técnicos escolares” en donde también se suspenden clases, c) Los paros ocurridos por la amenaza constante de extorsión económica al profesorado por parte de la delincuencia organizada, principalmente en el municipio de Acapulco, d) Las ocasionadas por los desastres provocados por las tormentas Manuel e Ingrid, e) Las suscitadas por las manifestaciones, paros y plantones públicos de repudio y exigencia de justicia por la masacre en Iguala de jóvenes normalistas, f) Las utilizadas para tratar de remover personal en conflicto interno y g) Las originadas por la protesta y el rechazo público a la implementación de la reforma educativa, sobre todo en lo concerniente a los sistemas de evaluación con fines depuradores más que formadores.

De acuerdo a un reporte del economista David Márquez Ayala, (La Jornada. 6/10/2014), con base en el 1er Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial 2013, realizado por el INEGI y otras fuentes estadísticas de la SEP, indican que el 97.1 por ciento de los alumnos de Guerrero, de educación básica y especial, estaban inscritos en escuelas públicas. Del personal docente, el 94.4 por ciento de los profesores impartieron clases también en escuelas públicas. Éstas acusan más días de ausentismo escolar en comparación con las escuelas privadas.

Por lo tanto, podemos afirmar que el sistema educativo en Guerrero es eminentemente público en los niveles de educación básica, con altos niveles de inasistencia a las aulas, por lo que se crean cimientos endebles que provocan a su vez que los demás niveles de educación estén también medio-chuecos.

El reporte indica que el estado físico de las escuelas públicas de nivel básico que existen en Guerrero, 8 754, es relevante en su nivel de deterioro y requieren, algunas de ellas, urgentes acciones de construcción y rehabilitación. En el año del censo, existían 90 escuelas al aire libre. De material precario, 262. Las que estaban en inmuebles adaptados eran 2 692 y los inmuebles construidos exprofeso ascendían a 5 710.

En el nivel de educación básica, los profesores que laboran frente a grupo, representaban el 53 por ciento del total de personal con que contaba la Secretaría de Educación de Guerrero. Se puede inferir que, en términos gruesos, por cada maestro frente a grupo, casi existe otro trabajador educativo que le da soporte administrativo, de dirección o de otro tipo. En mi opinión, es una relación anómala que demuestra que mucho personal del sector está sub aprovechado o anda planeando en el aire. Existe pues, en otras palabras, un número desorbitado de burócratas de la educación y de comisionados de toda naturaleza.

PD1. Después de todo, no está tan mal el hecho de que el gobierno de “izquierda” de Guerrero, me siga reteniendo en forma ilegal mis salarios devengados. ¡Ya peso 4 kilos de menos!


PD2. Manifiesto que seguiré trabajando denodadamente por que se cumpla totalmente la sentencia dictada por la CIDH en el caso de la Sra. Inés Fernández Ortega y en el programa de desarrollo socioeconómico de los municipios de Ayutla, Acatepec y Tecoanapa, tal y como fue manifestado en los acuerdos gubernamentales.

viernes, 7 de agosto de 2015

Urgencias.


 
Héctor Manuel Popoca Boone.

Me hicieron llegar un libro breve titulado “Letras urgentes por Guerrero”. Compila una serie de ensayos individuales escritos por pensadores guerrerenses, acerca de los acuciantes retos que tenemos por delante. Está prologado por el gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, quien expresa: “una vez más he escuchado las palabras de dolor y desesperanza de miles de familias que hoy viven en la zozobra porque no advierten la posibilidad de generar ingresos y estar a salvo de actos de riesgo de violencia”.

Cesar Julián Bernal, enuncia tres de los más graves problemas que tiene Guerrero: La inseguridad, una economía estancada y un sistema educativo de baja calidad. Los tres, enmarcados en una crisis de confianza y credibilidad en la forma que operan las instituciones gubernamentales. De ahí la necesidad de un proyecto de reconstrucción estatal, para recuperar la plena gobernabilidad democrática, que permita escuchar todas las voces y la participación de todos, pasando por una imperiosa reforma de las instituciones y poderes públicos. No quedarse tan solo en la refundación de los poderes y órganos autónomos “sino de un profundo cambio en la mentalidad de los grupos sociales y la clase política.”

Germán Espíndola León, plantea la actual encrucijada que vivimos: el entrelace de ingobernabilidad, miseria y violencia. Señala que “el sector educativo es el que mayores conflictos provee al Estado”. Otros escenarios de difícil situación son, la violencia del crimen organizado y el activismo no regulado de las policías comunitarias. Alerta sobre el cansancio que los ciudadanos empiezan a mostrar en torno a los políticos, los partidos, gobiernos y gobernantes, que adquieren una pérdida creciente de credibilidad. Cuestión densa de superar, será el activismo social que exige el total esclarecimiento de lo sucedido en la masacre de Iguala y el castigo a todos los responsables.

Florencio Salazar Adame, afirma que históricamente Guerrero ha sido mal gobernado. De ahí la urgencia de una nueva gobernabilidad, donde la reforma del poder sea el tema principal de la agenda del próximo gobierno. Postula que está trastocada la sujeción de las autoridades a la sociedad, porque no hay verdadera rendición de cuentas, honestidad y transparencia en el ejercicio del poder. En los puestos políticos predomina la partidocracia y en la administración pública, la poca eficacia. Los temas de urgente atención son los que, hoy por hoy, acusan una deplorable situación en Guerrero, a saber: Paz y seguridad. Estado de derecho. Vigencia de los derechos humanos. Mayor participación ciudadana. El desarrollo sustentable. El combate a la pobreza y mejora en los índices de desarrollo humano. Por lo anterior, infiere que la sociedad guerrerense no es una sociedad civil fuerte, y buena parte de ella gira en torno a los recursos públicos disponibles. “A los más pobres se les subordina con dádivas, a la clase media con expectativas y al sector empresarial con contratos atados a la complicidad”.

En otro tenor comento que negros nubarrones se ciernen sobre el medio rural, como lo son: la mortandad de ganado y pérdida de cultivos de maíz por la sequía que sufren diversas regiones del Estado. El irregular suministro de maíz para alimentación de los pueblos indígenas de la Montaña, afectados por el meteoro Manuel. Buena parte de las huertas de café dañadas por la roya tendrán que ser tumbadas, por la tardanza en su tratamiento. Algunos ayuntamientos siguen apoyando con fertilizantes cultivos que no son de granos básicos. Los pequeños negocios familiares de turismo rústico de playa y pescadores de ambas costas que fueron afectados por el Mar de Fondo, aún no han recibido el mínimo apoyo requerido para su rehabilitación. Hay frustración popular ante el flamante y a la vez desolado mercado municipal de Coyuca de Benítez.

PD1. Poco favor le hace al Gobernador, su secretario particular, Juan Manuel Jaimes, que instruye retener y disminuir salarios, así como dar de baja a personal, sin observar los respectivos procedimientos institucionales y legales.

PD2. Me uno al clamor de justicia pronta por el asesinato artero del joven Antonio Vivar Díaz, acaecido hace dos meses en Tlapa.