viernes, 23 de septiembre de 2016

Futuro incierto y estrecho.


Héctor Manuel Popoca Boone.

El informe anual 2016 sobre desarrollo humano en México que emite la Organización de las Naciones Unidas, concluye en una cosa por todos ya sabida: las oportunidades para progresar y lograr un mayor bienestar (en lo individual, grupal y territorial) son cada vez más escazas. En otras palabras, los causes para la superación personal se estrechan cada vez más y se vuelven más inciertos.

Lo grave de este dictamen no son sus conclusiones, sino quien las emite. Enfatiza que en nuestro país prevalece una gran desigualdad en las diversas oportunidades que pueden tener los mexicanos para progresar de la misma manera y ritmo, en determinados períodos de tiempo. En otras palabras, en México la movilidad en términos de desarrollo humano prácticamente está estancada debido a que los principales factores que la posibilitan han perdido su capacidad detonadora.

Básicamente, el estudio indica que los factores preponderantes para una buena prosperidad humana son la salud, la educación, los niveles de ingresos económicos anuales, los niveles de empleo formal, las potencialidades geográficas a partir de los recursos naturales, principalmente los energéticos; y la orientación que se le da al gasto público, por parte de los gobernantes.

A lo anterior hay que agregar factores francamente obstruccionistas, digo yo, de reciente y agudo cuño, como son la proliferación del empleo informal sin protección social, las delincuencias, las violencias, la corrupción e impunidad imperante, que han hecho el caldo de cultivo para que también florezca la narco-política. Esos son los factores vigentes que demeritan la posición de México en el concierto de las naciones.

Este informe también confirma el postulado teórico de las ciencias económicas que dice: el otorgar trato igual a desiguales; a la larga agrava la desigualdad. Ejemplo de ello es la canalización de la inversión pública que se ha realizado tomando tan solo el número de población existente en determinado territorio, sin otorgarle una ponderación específica a los niveles de pobreza o riqueza existentes en el seno de dicha población, lo que provoca procesos de crecimiento económico desiguales, concentradores en unas cuantas manos de la riqueza socialmente generada.

La riqueza generada por individuo (PIB per cápita) indica que hay mayores y mejores oportunidades de progreso individual en los estados del norte del país y en la Ciudad de México(CDMX) al mismo tiempo que las más reducidas están en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Por ejemplo, la diferencia de ingresos económicos entre habitantes de la CDMEX y de Oaxaca en el año 2 000 eran de seis veces más en la capital de la república.

En materia de salud, la esperanza de vida estimada en Chiapas es de tres años menos que en la CDMX para el mismo año señalado, ya que ésta última contaba con una infraestructura hospitalaria más sólida, así como con el personal médico y paramédico suficiente. Con equipamiento renovado y con inventario de medicinas constantemente abastecidas.

Por lo que respecta a educación, nuestro país ha obtenido avances importantes en materia de ampliación de espacios educativos y cuenta con una adecuada planta magisterial; pero a la fecha, la calidad de la educación deja mucho que desear. Entre menor índice de desarrollo humano tiene un estado de la república su correlato son niveles académicos de baja calidad.

Económicamente hablando, hay todavía una brecha amplia respecto a las oportunidades de progresar que tienen las mujeres en comparación a la de los hombres, no obstante que ellas son mayoría de la población. En el mercado laboral, el trabajo asalariado para mujeres es cotizado en 30 % menos en comparación al salario devengado por los hombres para el mismo perfil y carga laboral.

PD. ¿Con qué autoridad moral vamos a pedir que no reduzcan el gasto público a Guerrero para el 2017, cuando a más de un año, no hemos podido echar a andar el Centro de Atención contra la Violencia a la Mujer Indígena, localizado en la ciudad de Ayutla, que tuvo un costo de más de 20 millones de pesos y que miserablemente se está deteriorando sin que haya alguna utilización de él? Todo por un capricho misógino del llamado maestro político del gobernador. ¡Uf!

viernes, 16 de septiembre de 2016

Hipócritas.


Héctor Manuel Popoca Boone.

“Temamos a la historia que ha de presentar al mundo el cuadro de nuestras acciones…” José María Morelos y Pavón. 14 de septiembre de 1813.

Recién hemos conmemorado, como anualmente lo hacemos, el evento histórico donde José María Morelos y Pavón dio a conocer, hará más de doscientos años, una declaración general de principios básicos denominados “Los Sentimientos de la Nación” que debieron normar la génesis y funcionamiento de la República en ciernes; una vez conquistada la independencia de España.

Todos los 13 de septiembre, hipócritamente, la clase gobernante y política del país se congrega en la Catedral de Santa María de la Asunción, Chilpancingo, Gro., convertida ese día en recinto oficial del poder legislativo local, con el fin de llevar a cabo loas rituales institucionales, por haber sido el lugar donde sesionó el Congreso convocado por José María Morelos, principal y más importante político, estadista y militar que ha pisado estas tierras del Sur.

Pero lo no mencionable en dicha ceremonia es que a dos centurias del suceso histórico no hemos podido ni querido cumplir a cabalidad lo contenido en “Los Sentimientos de la Nación”, a saber: tener una república con la democracia como sistema de vida, la justicia social como instrumento de progreso del pueblo y la prevalencia de lo ético como fundamento de la convivencia social.

También estos principios indican claramente la consecución de un país de leyes. En pleno siglo XXI, doloroso es reconocer que la ley está al mejor postor, y por lo mismo, toda la estructura del poder judicial. No se diga del poder legislativo. La declaración también indica la intención de establecer un país republicano, con una auténtica división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), que sirvan de contrapeso mutuo y regulación propia. Lo cierto es que el poder ejecutivo, en términos generales, ha avasallado a los otros poderes, subordinándolos a sus particulares designios.

No hemos podido acatar del todo el señalamiento que el poder debe dimanar del pueblo. Hoy por hoy, el poder de facto, lo detentan unos cuantos poderosos, de dentro y fuera de gobierno, que lo usan las más de las veces en contra de los intereses genuinos de los mexicanos; dando por resultado el actual estado de postración nacional.

No podemos decir que somos un país independiente y con plena soberanía nacional, como lo mandata la declaración. Económicamente dependemos en grado sumo de nuestro vecino del norte. La dependencia por el estómago conlleva subordinación incondicional. Véase sino el patético evento suscitado semanas atrás con la visita del patán de Trump para espetarle públicamente al presidente de la república mexicana que se construirá un gran muro para impedir que nuestros paisanos crucen la frontera; y cuyo costo nos será endosado.

En los Sentimientos de la Nación queda preceptuado que imperará la moderación entre la opulencia y la indigencia. En otras palabras, que no haya grave desigualdad e injusticia social. Nuestro tiempo, nos dice todo lo contrario: la mayoría de la población está sumida en la pobreza, con costumbres degradadas, con bajo nivel educativo y con suficiente sumisión para vivir en un ambiente de rapiña y de hurto; proveniente de la delincuencia vulgar o de la refinada ubicadas respectivamente en las bajas o en las altas esferas del poder que actúan con impunidad, al tener prevalencia la corrupción e impunidad sobre cualquier ley.

También quedó asentado, en el documento de referencia, que seríamos un país de iguales, donde la diferencia fuera marcada únicamente por los vicios o las virtudes que cada cual poseyera. Escrito quedó también la abolición de la esclavitud -ya decretada por Hidalgo-, la tortura y la discriminación. La mayor ironía es que el documento indica algo que hoy hemos convertido en pura ceniza: “Que a cada uno se le guarden sus propiedades, y respete en su Casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.”

PD. La debacle moral y política del gobierno municipal del PRD en Acapulco es haber publicado una gaceta municipal apócrifa, que contiene un acuerdo de cabildo ilegalmente enmendado. ¡Uf!


Punto de quiebre.


Héctor Manuel Popoca Boone.

Cuando las deudas son mucho mayores a los ingresos disponibles para pagarlas en determinado tiempo, entramos en insolvencia financiera; donde lo peor que nos puede suceder es contratar más deuda sobre deuda ya contraída. A la larga resulta impagable en su totalidad. La resultante es una quiebra financiera.

En esa situación, cualquier administración gubernamental se colapsa, al no poseer los dineros suficientes para cubrir la operación normal de la estructura institucional: brindar servicios públicos, poseer medios de gobernabilidad, guardar el orden y la armonía social, además de promover el desarrollo humano que todo gobierno obligado está, con el fin de que la población tenga un nivel digno de calidad de vida.

En una sana administración pública los gastos deben ser de la misma cuantía que los ingresos; y que la deuda contratada para inversiones de largo plazo no exceda de determinados porcentajes, de otra forma no habrá para el pago de la nómina, los servicios públicos, la seguridad pública, inversiones y coberturas de protección social; o la amortización de la propia deuda pública y otros pasivos contingentes.

La deuda pública por sí misma no es negativa cuando se convierte en inversión retornable y cuando asegurable queda su pago a lo largo del tiempo. Lo malo es que para muchos gobernantes endeudarse es oportunidad de despilfarro y corrupción. Su pago y finiquito, como es asunto institucional, lo transfieren al próximo gobernante. De esta manera el gobernante con adicción a endrogar la administración gubernamental, puede lucirse políticamente con obras y acciones de relumbrón, para provecho político personal y cuyo costo lo endosa comodinamente a su sucesor.

Pero el siguiente mandatario, con sus excepciones, no querrá ver reducida su capacidad de hacer obra pública y aplicar programas sociales con propia marca personal, por lo que no amortizará la deuda sino que la aumentará; dedicándose tan solo a pagar los réditos a que haya lugar durante su periodo.

En Acapulco, el dispendio y la anidada corrupción que caracterizan al mal gobierno municipal han llegado a un tope. Ya no se cuenta con el dinero suficiente para seguir operando con adecuada gobernanza; es más, ya no hay para garantizar el pago de salarios y aguinaldos y otorgar los servicios públicos básicos municipales. Están en el punto de quiebre, a pesar de la mendacidad contumaz del presidente municipal. El ayuntamiento requiere con urgencia obtener financiamiento crediticio porque el presupuesto anual municipal autorizado prácticamente ya fue gastado en su totalidad, al contemplarlo como botín a rebatinga.

La crisis financiera de la comuna porteña ha sacado a relucir las responsabilidades de los diversos presidentes municipales en el endeudamiento histórico que hoy pesa mucho a Evodio; sobre todo si la norma ha sido la corrupción, el despilfarro y el desorden administrativo. Cuestión corroborada por la poca transparencia con que maneja los dineros del pueblo.

De acuerdo a las cifras que se han dado a conocer, números más o poco menos, al finalizar su mandato municipal, Félix Salgado Macedonio dejó determinada deuda pública. Manuel Añorve Baños, su sucesor, la eleva sustancialmente; Luis Walton no la acrecienta, a excepción de la correspondiente a la CAPAMA (a resultas de los estragos causados por la tormenta Manuel). Ahora Evodio Velázquez afirma, en forma irresponsable, que es injusto que si sus antecesores gobernaron contratando créditos bancarios que han ido a parar al cajón de la deuda pública, ¿por qué a él no se lo permiten hacer? A todo esto parece que la opinión de la ciudadanía vale gorro. En estos dimes y diretes, ha salido a relucir que el culpable del gran endeudamiento no fue Walton, como reiteradamente Evodio lo culpaba, hasta hace pocas semanas.

 PD. Para que no se vaya a un barril sin fondo, ahogado en una sarta de mentiras e incredulidad, el préstamo solicitado, de urgente y obvia autorización, debe tener como requisito necesario el que Evodio Velásquez pida permiso, para poder instalar un gobierno de salvación municipal, por el bien del pueblo acapulqueño. Si no es así, ¡sálvese quien pueda!

viernes, 2 de septiembre de 2016

Con miras al 2018 (5)


Héctor Manuel Popoca Boone.

Los tres partidos políticos que en México captaban la mayoría de los votos ciudadanos hasta en las últimas elecciones habidas en el 2015 (PRI, PAN y PRD), no cumplieron con las esperanzas y expectativas deseadas por la mayoría del pueblo; esto es, salir del bache profundo en que estamos atorados con una economía estancada, una política minusvalorada y una violencia-delincuencia social, desbordada.

Sangre, lágrimas y carencias. Es lo que le han proporcionado a la mayoría de la población esas organizaciones políticas, cuando han sido gobierno. El marco de comportamiento civil e institucional que han alentado ha sido de gran corrupción e impunidad, de aplicación de la justicia al mejor postor, de avidez económica inhumana, todo eso aderezado con procesos de democracia electoral muy mercantilizados, que han abierto la puerta de par en par a la injerencia activa y financiera de la narco-política que ha provocado un desgobierno nacional.

La nobleza y generosidad del pueblo, ya de suyo demasiado lastimadas, no dan para más. Difícil es otorgarles adicionales oportunidades de confianza y credibilidad. La trilogía partidaria fallida, anteriormente mencionada, hizo de la alternancia en el poder un ejercicio de gatopardismo en su más clásica expresión. Es decir, hacer más de lo mismo, pero con diferente fachada y color. Seguro estoy que muchos seguidores y militantes de esos partidos mudarán en el 2018 a otras opciones políticas; tratando de encontrar la diferencia que a muchos les fue prometida y por nadie cumplida.

La pérdida y dispersión de votos del PRI, PRD y PAN, tendrán como destino final partidos políticos pequeños o en proceso de crecimiento, candidaturas independientes o el abstencionismo. “Cacharan” más votos aquellos partidos políticos que no hayan demostrado ser rémoras de otros o que sus dirigentes nacionales o candidatos independientes no hayan evidenciado deseos fuertes de medrar y enriquecerse personalmente. No debemos olvidar que nuestro oneroso sistema nacional democrático electoral y los respectivos estatales, han permitido que, gracias a la corrupción, la oposición política institucional sea buen negocio económico de índole familiar o grupal para la mayoría de los dirigentes.

Es por eso que, como producto de la decepción ciudadana, de nueva cuenta aparece la idoneidad de la candidatura a la presidencia de la república de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para los próximos comicios del 2018. Su perseverancia y tenacidad, acompasada con sus firmes principios ideológicos, a pesar de los fraudes y triunfos escamoteados en diferentes ocasiones en que ha contendido, lo colocan en la radiografía política actual, como uno de los punteros a nivel nacional.

No en balde, ahora AMLO está tratando de construir puentes con diferentes segmentos sociales que antaño lo estigmatizaban; ha suavizado su tajante deslinde con la “casta divina” que detenta el poder en México. Fue aquí, en Guerrero, en Acapulco, semanas atrás, donde públicamente ofreció salvaguardas a quienes han saqueado al país de antaño. Sabe bien que no puede ganar por si solo y su partido Morena.

Si además de eso, AMLO le baja dos rallas a su vocación caudillista y sectaria, también atraerá hacia su persona votos de militantes y ciudadanos progresistas, que manifiestan renovado hartazgo por los estragos sociales, que los estilos neoliberales de gobernar han provocado en la economía de la mayoría de los mexicanos; así como en el deterioro acelerado de una sana y segura convivencia social cotidiana.

La realidad imperante y el empeño de AMLO de pugnar por una república socialmente rehabilitada lo han hecho el pre-candidato a considerar y a vencer por todos los demás. Requerido será suscitar fuerte empatía popular para que se forme la gran ola política, el tsunami electoral, que arrolle la compra del voto y evite la parálisis civil por amedrentamiento o temor previamente infundido.

PD1. ¿Pero qué necesidad de haber invitado al patán de Trump a nuestro país?

PD2. En los últimos tres años, el déficit financiero de la Universidad Autónoma de Guerrero se ha triplicado. Cosas de la universidad-partido