Héctor Manuel Popoca
Boone.
El informe anual 2016 sobre
desarrollo humano en México que emite la Organización de las Naciones Unidas, concluye
en una cosa por todos ya sabida: las oportunidades para progresar y lograr un
mayor bienestar (en lo individual, grupal y territorial) son cada vez más
escazas. En otras palabras, los causes para la superación personal se estrechan
cada vez más y se vuelven más inciertos.
Lo grave de este dictamen
no son sus conclusiones, sino quien las emite. Enfatiza que en nuestro país
prevalece una gran desigualdad en las diversas oportunidades que pueden tener los
mexicanos para progresar de la misma manera y ritmo, en determinados períodos
de tiempo. En otras palabras, en México la movilidad en términos de desarrollo humano
prácticamente está estancada debido a que los principales factores que la
posibilitan han perdido su capacidad detonadora.
Básicamente, el estudio
indica que los factores preponderantes para una buena prosperidad humana son la
salud, la educación, los niveles de ingresos económicos anuales, los niveles de
empleo formal, las potencialidades geográficas a partir de los recursos
naturales, principalmente los energéticos; y la orientación que se le da al
gasto público, por parte de los gobernantes.
A lo anterior hay que
agregar factores francamente obstruccionistas, digo yo, de reciente y agudo
cuño, como son la proliferación del empleo informal sin protección social, las
delincuencias, las violencias, la corrupción e impunidad imperante, que han
hecho el caldo de cultivo para que también florezca la narco-política. Esos son
los factores vigentes que demeritan la posición de México en el concierto de
las naciones.
Este informe también
confirma el postulado teórico de las ciencias económicas que dice: el otorgar
trato igual a desiguales; a la larga agrava la desigualdad. Ejemplo de ello es
la canalización de la inversión pública que se ha realizado tomando tan solo el
número de población existente en determinado territorio, sin otorgarle una
ponderación específica a los niveles de pobreza o riqueza existentes en el seno
de dicha población, lo que provoca procesos de crecimiento económico desiguales,
concentradores en unas cuantas manos de la riqueza socialmente generada.
La riqueza generada por
individuo (PIB per cápita) indica que hay mayores y mejores oportunidades de
progreso individual en los estados del norte del país y en la Ciudad de México(CDMX)
al mismo tiempo que las más reducidas están en los estados de Guerrero, Oaxaca
y Chiapas. Por ejemplo, la diferencia de ingresos económicos entre habitantes
de la CDMEX y de Oaxaca en el año 2 000 eran de seis veces más en la capital de
la república.
En materia de salud, la
esperanza de vida estimada en Chiapas es de tres años menos que en la CDMX para
el mismo año señalado, ya que ésta última contaba con una infraestructura
hospitalaria más sólida, así como con el personal médico y paramédico suficiente.
Con equipamiento renovado y con inventario de medicinas constantemente abastecidas.
Por lo que respecta a
educación, nuestro país ha obtenido avances importantes en materia de ampliación
de espacios educativos y cuenta con una adecuada planta magisterial; pero a la
fecha, la calidad de la educación deja mucho que desear. Entre menor índice de
desarrollo humano tiene un estado de la república su correlato son niveles
académicos de baja calidad.
Económicamente hablando,
hay todavía una brecha amplia respecto a las oportunidades de progresar que
tienen las mujeres en comparación a la de los hombres, no obstante que ellas
son mayoría de la población. En el mercado laboral, el trabajo asalariado para
mujeres es cotizado en 30 % menos en comparación al salario devengado por los
hombres para el mismo perfil y carga laboral.
PD. ¿Con qué autoridad
moral vamos a pedir que no reduzcan el gasto público a Guerrero para el 2017,
cuando a más de un año, no hemos podido echar a andar el Centro de Atención
contra la Violencia a la Mujer Indígena, localizado en la ciudad de Ayutla, que
tuvo un costo de más de 20 millones de pesos y que miserablemente se está
deteriorando sin que haya alguna utilización de él? Todo por un capricho
misógino del llamado maestro político del gobernador. ¡Uf!
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