Héctor Manuel Popoca Boone.
Las elecciones
próximo pasadas, exhibieron a un PRI ilícitamente respaldado por el poder de
sus gobiernos (federal, estatales y municipales). Los priistas y los
detentadores del poder nacional, mostraron no estar dispuestos a ceder el
gobierno, así tengan que pervertir y corromper al sistema democrático electoral
del país, como lo demostraron en el Estado de México y Coahuila, bajo la divisa
presidencial: “Ganar a como dé lugar”.
De acontecer algo
similar en las elecciones presidenciales del próximo año, es muy probable que
se provoque un gran conflicto nacional post-electoral, de imprevisibles
consecuencias para la estabilidad y gobernabilidad del país. Agréguele además, el
alto grado de inconformidad acumulada por la ciudadanía en contra la manera de
gobernar de Peña Nieto, las acciones chanchulleras y corruptas del PRI y la nula
eficacia para arbitrar los comicios por parte de las instituciones electorales,
federal y estatales.
A las violencias, delincuencias,
inseguridad pública, corrupción, impunidad, pobreza y desigualdad social, ahora
se le suma la descomposición de procesos e instituciones electorales y una
extendida y costosa compra del voto, en especie o en dinero, en el marco de una
abierta y total ilegalidad. Retrocedimos décadas en el tortuoso esfuerzo de
construir un sistema democrático con mayor fortaleza, trasparencia y
certidumbre; con mucho respeto al sufragio efectivo, no alterado o manipulado.
Quedo constatado
que las instituciones electorales estatales están subordinadas a los designios
del gobernador en turno y el INE a la presidencia de la república. No se cuenta
con árbitros confiables que den total credibilidad a los resultados de las
elecciones. Vista su actuación este año, las instituciones electorales actuaran
bajo sospecha ciudadana en el 2018.
El PRI le apostó a
tres consignas estratégicas: 1) Pervierte y controlaras. 2) Divide y vencerás. 3) Compra y triunfarás.
En el 2018 el voto ciudadano estará sujeto a las fuertes presiones de las
conveniencias materiales; pasando a segundo plano la ética política, las
convicciones ideológicas, los principios y los valores decretados. La nuestra
ya es una democracia mercantilizada. En ella tiene mayores probabilidades de
ganar quien mayor cantidad de dinero invierta para la financiación de estructuras
organizativas destinadas a la movilización, traslado, entrega de dádivas
gubernamentales o compra directa del voto, entre otros.
Tanto en los
partidos políticos, como en los procesos electorales pasados, prevaleció la
ambición del poder, por el poder mismo. Ahora ya no se trata de poner el
gobierno al servicio de la ciudadanía, sino contemplarlo como un botín bucanero
apetecible para el beneficio de la dirigencia política partidaria y gran
empresarial. La rentable conquista económica del poder también es hecha con
capital inicial de los barones del dinero.
De no ir
coaligados los partidos de izquierda difícilmente le ganarán las elecciones al
PRI. Por eso se intensificará la eficaz labor de zapa del PRI. Lamentablemente
se ven remotas las posibilidades de las alianzas de centro-izquierda a partir
de los dirigentes partidarios, no así desde las bases militantes. A eso debemos
apostarle los ciudadanos progresistas: a crear alianzas con la militancia de
base de los partidos progresistas.
PD. La primera
acción delictuosa de la UPOEG no tuvo su génesis en el actual gobierno estatal,
ni tampoco su primera impunidad y tolerancia gubernamental. Pero el hoy gobernador,
el secretario general del gobierno, el fiscal estatal y el secretario de
seguridad pública, son presuntos responsables de omisión criminal culposa, por
no hacer nada durante más de año y medio. Lo es también el gobierno federal
(presidente de la república, secretario de gobernación, procurador general de
la república y el titular de la policía federal). Los primeros, por los delitos
del fuero común; los segundos por los delitos de orden federal cometidos por la
UPOEG. O sea, no quieren y no pueden detenerla. También a la UPOEG el narco le
insufla vitalidad letal y financiera, de ahí su descomposición que la convierte
en un “Frankenstein” que está fuera de control, …aparentemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario