Héctor Manuel Popoca Boone.
México no puede permitirse seguir teniendo
condiciones precarias en el sector rural, puesto que son las que provocan la
expulsión de jóvenes al no encontrar alicientes en materia de salarios y
empleos; son prácticamente huidas en falso realizadas en forma permanente,
plagadas de incertidumbre económica e indefensión completa. Agréguesele a lo
anterior las migraciones encaminadas hacia la delincuencia organizada y a los
ámbitos de la violencia de manera constante. De ahí el principio rector del
Plan. “No más migración por hambre o por violencia”
No tiene desperdicio
alguno el siguiente párrafo del plan propuesto a la nación: “El sector agrario
ha sido uno de los más devastados por las políticas neoliberales. A partir de
1988 se destruyeron mecanismos que resultaban fundamentales para el desarrollo
agrario; se orientó el apoyo público a la manipulación electoral y se propició
el vaciamiento poblacional del agro. Las comunidades indígenas, que han vivido
desde hace siglos la opresión, el saqueo y la discriminación, padecieron con
particular intensidad esta ofensiva. Las políticas oficiales han favorecido la
implantación de los megaproyectos y han condenado al abandono a comuneros,
ejidatarios y pequeños propietarios. Ello no sólo ha resultado desastroso para
los propios campesinos sino para el resto del país: actualmente México importa
casi la mitad de los alimentos que consume, así como la mayor parte de los
insumos, maquinaria, equipo y combustibles para la agricultura.”
El plan reconoce que hay resultados positivos
en el crecimiento de la agricultura mexicana gracias a la producción de
productos exportables (hortalizas y frutales) que representan buena cuantía de
la riqueza rural generada; pero también explica que el beneficio no ha sido socializado,
sino apropiado por una reducida porción de unidades productivas, es decir, de
pocos potentados empresarios rurales del occidente y norte del país. Así,
mientras el 73 por ciento de las Unidades Económicas Rurales a nivel nacional
perciben ingresos netos de no más de 17 mil pesos, otro 8 por ciento obtiene
ingresos superiores a los 562 mil pesos por unidad productiva según estadísticas
de la Secretaria de Agricultura.
Con las buenas cifras
macroeconómicas referidas a las exportaciones de productos agrícolas han
tratado de maquillar la postración y la dependencia en la producción
alimentaria en general. Afirma el Plan que el esfuerzo económico debe
orientarse más a fortalecer un mercado interno que permita la construcción de
una “economía para el bienestar” de todos, por todos y para todos. Una economía
social y humana.
Hablar del campo mexicano
es describir, en buena parte del territorio nacional, el fenómeno de la
injusticia rural en lo económico, político, social y de sus consecuencias en
materia de inseguridad, violencia y delincuencia. Cortar de raíz las causas y
no solo los yerros de ellas es el camino más acertado para reconstruir la
cohesión destrozada, la ingobernabilidad, la inhibición de la actividad
económica o de plano, la vida de los seres humanos. El principio rector: “No
hay paz sin justicia” que marca el Plan es ineludible para la pacificación rural
y para establecer bases sólidas para la reincorporación social de la juventud
al ámbito de los estudios o del trabajo remunerado.
Estipula el Plan: “El país requiere una
democracia vigorosa basada en instituciones y mecanismos, democráticos tanto representativos
como participativos; asegurando así que la población se erija como el timonel
del destino nacional” Para los mismos efectos y como otro paradigma de política,
el Plan establece que “La democracia significa el poder del pueblo”. Por tanto,
es relevante la importancia que adquieren en este sexenio las asambleas
comunitarias rurales, como instrumento de programación y designación de apoyos
gubernamentales a productores rurales.
PD1. Guerrero, bañado en sangre, violencia y
delincuencia; corrupción y mentiras; donde campea el dolor y la
ingobernabilidad. “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”, así
dice un canon en el Plan presidencial.
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