Héctor
Manuel Popoca Boone.
Paradojas del destino. Estamos en aislamiento y en semi parálisis
total. Cuando el mundo casi ha logrado una interdependencia general. Sin
embargo, gracias a esa estrecha comunicación, el virus puede navegar a sus
anchas por todo el planeta. No conoce de barreras ni fronteras que lo detengan.
Lejos de combatir el Covid-19 homogéneamente y en equipo,
la disque civilizada humanidad expone sus virtudes y sus peores egoísmos y
fobias. Dentro de las primeras destacan la fraternidad, el apoyo incondicional y
la solidaridad internacional de pueblos y naciones. Los segundos, se dan en el
marco de la voracidad y egoísmo de grandes corporaciones transnacionales, ávidas
de capitalizar económicamente la pandemia; con el consecuente desvalijamiento y
mortandad de los pueblos.
Afloran también las vocaciones imperialistas de países
poderosos, las aspiraciones golpistas y releccionistas de gobernantes; y el
oportunismo burdo de los politicastros de siempre. Otro estigma es la
segregación, a partir de los perennes prejuicios políticos, económicos,
religiosos y sociales; así como el afianzamiento de un machismo domiciliado, hambriento
de someter a mujeres e infantes nobles.
¿Acaso alguien podrá seguir pregonando las bondades de un
libre mercado capitalista sin taxativas? Cuando lo único que históricamente ha logrado
es agudizar a niveles extremos la injusticia y la disparidad social; con su
cuota intrínseca de inhumanidad.
En palabras de la
filósofa Judith Butler: “La desigualdad social y económica
asegura que el virus excluya, pero el virus por sí solo no discrimina; los
humanos seguramente lo hacemos, modelados como estamos por los poderes
entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo. …algunas
criaturas humanas afirmarán su derecho a vivir a expensas de otros, volviendo a
recalcar la distinción falsa entre vidas, es decir, aquellos pocos quienes a
toda costa serán protegidos de la muerte y las otras muchas vidas que se
considera que no vale la pena que sean protegidas de la enfermedad y la muerte.”
Los condenados de la tierra (Frantz
Fanon, dixit) y las futuras generaciones de penitentes, seguirán siendo los
pueblos fundadores de la humanidad: africanos, latinoamericanos, asiáticos,
entre otros; Son los que llevan las de perder en esta pandemia, porque cargan
consigo, como pesadas lápidas, enfermedades subyacentes de la pobreza. Además
de habitar deterioradas viviendas, plurifamiliares y multigeneracionales,
convertidas en focos de insalubridad, hacinamiento y violencia hogareña, donde están
enraizados virus y bacterias de todo tipo
Los bajos niveles de educación e
información general, impiden también a la familia pobre tener adecuadas medidas
de prevención; exponiéndose con mayor facilidad a los contagios masivos,
facilitados por la fragilidad de un sistema corrupto de salud pública mundial. No
debemos desaprovechar esta oportunidad para desmantelar el control oligopólico que
hay sobre el mercado global de mercancías, servicios y financiamientos; control
violador del derecho universal a la vida.
Esa es la lucha que nos espera a
mediano plazo. Al igual que el esfuerzo por menguar el desarreglo social y
ambiental profundo, iniciado insensatamente siglos atrás. Más temprano que
tarde, estos sucesos provocarán que un número mayor de habitantes “sapiens”
del planeta transiten en pro de un mejor mundo; si de preservar nuestra especie
se trata.
PD1. C. Secretario estatal
de Salud: Se que el ex hospital general de Acapulco está cerrado, abandonado y
derruido por viejo; pero algunos espacios pueden ser acondicionados como
albergue de transito para contagiados del Covid-19 que no sean graves, pero que
requieran aislamiento fuera de sus casas a fin de no contagiar a sus
familiares.
Otras posdatas lapidarias: “Pido a los políticos no se auto publiciten
montados en el combate al virus” “No presuman cuando inicien algo; mejor háganlo
cuando lo terminen” “Primero está la vida de nuestro pueblo y luego la obra
pública corrupta” “Si la partida es poca; al pueblo le toca” “No regresaremos a
lo de antes porque fue lo que agudizó la catástrofe actual” “En la pandemia,
primero nos alienamos con las demandas del pueblo y luego con las demás” “Si ya
estamos auto enclaustrados, no nos prohíban la libertad de expresión y de
información remota”
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