viernes, 29 de mayo de 2020

Lo inédito en la pandemia.


Héctor Manuel Popoca Boone.

Afirmo que los pobres, con mucha valentía, salen de sus humildes casas a buscar el pan familiar de cada día. El “quédate en casa” es una involuntaria burla a su condición de condenados de la tierra. Pobre es la mayoría de la población guerrerense. Hoy por hoy, reciben la crítica gubernamental y de otros sectores civiles, de ser los causantes principales, entre otros, de la alta propagación del Covid-19, por su falta de consciencia y disciplina ciudadana para observar las pregonadas indicaciones oficiales. 

Se nos olvida que nuestro pueblo acusa bajo nivel educativo (primer año de secundaria), lo que provoca escasa consciencia social. Por décadas, nuestro sistema educativo neoliberal enalteció el individualismo a ultranza. Mantener al pueblo en la ignorancia ha sido la madre de todas nuestras históricas desgracias. El “que cada cual haga lo que le corresponda” procede, siempre y cuando no eludamos nuestra propia responsabilidad al no tener un pueblo más consciente, informado y educado.

Otro pasmo; los médicos, enfermeras y personal auxiliar fueron enviados a la primera línea de combate, sin fusil ni cartuchos; sin uniforme y equipo adecuado; mientras los mandamases institucionales estaban alejados de los desvalijados hospitales y centros de salud. El “ya tomamos nota y pronto los surtiremos” no tiene lugar, porque de años atrás a la fecha, el Estado mexicano desatendió nuestro sistema de salud pública y lo volvió endeble. Recordemos que, a México, llegó la pandemia meses después de que se presentara el primer brote en China. Perdimos un valioso tiempo para prepararnos. A los tatas mandones gubernamentales, nunca les pasó por la mente que el prevenir es bien gobernar.

Hoy en día, buena parte de los trabajadores de la salud, están sometidos a altos niveles de estrés, fatiga laboral y conmoción. También a la ingrata incomprensión de aquellos que no entienden qué es exponer voluntariamente la vida para tratar de salvar a cientos de personas contagiadas. Aparte de heroísmo demostrado, dan ejemplo de humanismo, ética profesional y entrega responsable al deber encomendado.

Cada día, ellos van, con determinación y enjundia, a encararse con la muerte y defender la vida, en medio de un sinfín de carencias materiales y humanas. En Guerrero, al 24 del presente mes, se tenían registradas 4 defunciones y 269 hombres y mujeres de la salud contagiados. De estos últimos, afortunadamente el 80 por ciento está en franca recuperación o ya fueron dados de alta.

También el personal de la salud, sabe bien que, por cometer un error involuntario en su fatigosa labor, corren el riesgo de ser satanizados ipso-facto y, peor aún, ser víctimas de bestias semihumanas que en forma irracional los agreden física y verbalmente, para descargar en ellos un temor anormal, coraje, rencor e impotencia individual, malamente concebidos y peor canalizados.

A diferencia de la indiferencia de algunos gobernantes y jerarcas de la salud, que conciben a los contagiados y fallecidos tan solo como sumatoria de números oscilantes, algunos consideramos que tal forma de apreciar la tragedia, puede costar un mayor número de pérdidas humanas; máxime si los políticos de viejo cuño hacen maquillar las cifras a nivel de subregistros, según sus conveniencias. Frases rechazables son: “esto tiene que empeorar, para que empiece a mejorar” o “coloreemos lo que de por sí está descolorado”

Es inadmisible que se diga que las muertes y contagios están dándose de acuerdo a lo proyectado. Esa expresión fría y deshumanizada tiene parangón con lo que acontecía en los campos de exterminio nazis, donde lo criminal estaba escrupulosamente registrado, programado y proyectado. Si no cuidamos nuestras palabras en tiempos de mortandad, éstas quedaran grabadas en las puertas del basurero institucional, con la siguiente leyenda: “Entrad, que estos son los dominios de la esperanza”.

PD. De nueva cuenta, el talón de Aquiles del programa de fertilizante gratuito es la falta de un padrón veraz de productores y superficies parceladas. Todo, por la obcecación contumaz del gobernador, su “maestro incómodo” y su “mozo de estoques federal”


viernes, 22 de mayo de 2020

Honestidad y transparencia, para participar.



 Héctor Manuel Popoca Boone.

Enfrentar eficazmente la pandemia y la crisis económica requiere necesariamente de la participación del pueblo. Tratar de hacerlo unilateralmente y con dejo de soberbia infalible, merma considerablemente las posibilidades de éxito. Privilegiar el individualismo y el engaño, sobre la verdad y lo colectivo, es de visiones reducidas. Es continuar cultivando las vulnerabilidades de siempre, al considerar a la ciudadanía meramente como objeto de atención y no contemplarla como ente activo y creativo de soluciones democráticas, progresistas y trascendentes.

Para combatir al Covid-19 y a la pobreza agudizada, necesarios son recursos económicos adicionales junto con un mayor esfuerzo civil organizado y un nuevo modo de gobernar. El gobierno por sí solo no puede. Provechoso es conocer por todos, dónde, cómo, cuándo y a quienes está beneficiando el gasto público. Eso es condición básica para darle credibilidad y confianza al pueblo y, de esa manera, convertirlo en un aliado consciente frente a la pandemia y a la debacle económica.

Por ejemplo, la ciudadanía tiene recelo y suspicacia cuando el gobierno da muestra de oscurantismo o renuencia de informar con oportunidad, claridad y veracidad, en torno a los usos de los dineros públicos. La transparencia es protocolo obligado a seguir en la atención social ante desastres naturales y humanos de gran magnitud. Es punto nodal para la convocatoria popular, revestida de suficiente autoridad moral.

La desinformación, así como la falsedad y la farsa, en la acción pública, son hábitos ancestrales muy perniciosos que florecen cuando existe la corrupción e impunidad, como aceites lubricantes en el estilo de gobernar. Son actos corrosivos que han causado serios estragos globales en estas tierras del sur. Las macro evidencias acumuladas, están a la vista de todos. La verdad, termina siempre por arrojarnos en cara, la cruda realidad.

En este contexto de ideas, pienso en el proyecto de iniciativa que la diputada local morenista, Nilsan Hilario Mendoza, presentó a sus compañeros de las distintas fracciones parlamentarias, para exhortar al gobernador, Héctor Astudillo Flores, a que informara sobre el cómo está ejerciendo el presupuesto público anual destinado al rubro de la salud. Lo inaudito es que dicha iniciativa concitó desdén y postergación por parte de la mayoría de las expresiones partidarias en el Congreso local, por “no ser de obvia y urgente resolución”

En buena hora el gobernador alcanzó a escuchar el deseo de la diputada. Instruyó inmediatamente a la responsable de administración y finanzas de la Secretaría de salud a proporcionar públicamente una primera información, aunque esta fue muy primaria. Por cierto, en la conferencia de prensa, la susodicha funcionaria pública cometió un gazapo; dijo que los recursos económicos con los que han estado atendiendo la emergencia sanitaria por el Covid-19 “son de la aportación solidaria estatal”. Cuando todos sabemos que, en situaciones críticas de suma afectación social, es imperativo que el gobierno estatal destine todos los recursos propios que pueda, para orientarlos, sin adjetivo alguno, a la circunstancia prevaleciente.

Incluso los guardaditos que se forman anualmente por concepto de superávits presupuestales no contemplados en la ley estatal de ingresos, cuya cuantía era significativa hasta 2019. La salud y la vida de los guerrerenses nos concierne a todos cuidarlas, pero más compete a los gobiernos; asignándolos dignamente y no en forma dadivosa.

Ya hay voces oficiales, estatales y municipales, que manifiestan públicamente no tener más fondos para continuar combatiendo el crecimiento acelerado de la pandemia en estos lares. Por cohesión social, debieran promoverse la formación de comités ciudadanos, regionales y municipales (no integrados a modo), a fin de que se4 pueda acreditar lo dicho y darle seguimiento real a la utilización de los recursos institucionales que se aplicaran durante el trance doloroso que hoy nos agobia a todos.

PD1. En épocas adversas a la sociedad, las bambalinas institucionales no pueden ocultar nada. ¿Se acuerdan ustedes de un infausto gobernador de Guerrero, que dispuso de un helicóptero oficial destinado al traslado urgente de enfermos para destinarlo a uso personal?

PD2. De lo que se trata hoy, no es de buscar votos, sino de ¡salvar vidas! Carajo.

viernes, 15 de mayo de 2020

Hacinamiento.


Héctor Manuel Popoca Boone.

Cualquier conglomerado de seres humanos en un espacio físico confinado tiene posibilidades de convertirse en foco de contagio, ya sea de infecciones leves como una gripa, o infestaciones letales como lo es el Covid-19. Máxime si hay demasiada cercanía entre los individuos. Por eso, nadie debe subestimar la posible presencia del virus en lugares de congregación social como lo son: mercados, escuelas, asilos, oficinas de trámites, hospitales, penitenciarías, centros sociales y comerciales, restaurantes, estaciones y transportes de pasajeros, etc.

Es de todos conocido que el hogar de los guerrerenses pobres, se caracteriza por el hacinamiento que sufre la familia. Son limitados los espacios disponibles (dos o tres cuartos de reducidas dimensiones), de materiales de construcción frágiles y con faltantes múltiples; por ejemplo, pisos de tierra, falta de agua entubada, sin drenaje o fosa séptica adecuada, nulo fogón en alto en la cocina rural y, además, en algunos casos, hábitos poco higiénicos de los moradores, a causa de la pobreza que los embarga. Son las llamadas “casas de cartón”.

Los datos duros de los organismos públicos especializados en la materia, CONAPO y CONEVAL, dan cuenta pormenorizada del rezago y deterioro de la vivienda en Guerrero; y son de tal magnitud, que estamos entre los primeros lugares del país en materia de carencias y precariedades. No se diga del alto grado de hacinamiento en el hogar (alto número de ocupantes por habitación). Viviendas con estas características las encontramos en el medio urbano, en los llamados cinturones de miseria y más en el medio rural. También son parte de la configuración de los asentamientos de las comunidades indígenas que, por otro lado, la orografía estatal no ayuda a la hora de costear y atender las necesarias reparaciones y/o rehabilitaciones.

Pero he aquí que, en estos aciagos tiempos, auto rehabilitar o mejorar este tipo de viviendas contribuye en forma importante a reducir la trasmisión de la pandemia, la violencia intrafamiliar y ayuda a resarcir en parte y con carácter temporal la pérdida del ingreso económico familiar. Por lo que sugiero, atentamente, a los tres órdenes de gobierno, establezcan en forma coordinada, un programa de auto-rehabilitación comunitaria de la vivienda vulnerable por hacinamiento y pobreza, en los municipios críticos. El programa se inscribiría en el contexto de la estrategia presidencial para la reactivación económica del país.

Los lineamientos del programa propuesto, a diferencia de los tradicionales, estriba en la utilización del tequio comunitario indígena para la rehabilitación de las viviendas anteriormente reseñadas. Esto es, mediante la participación solidaria del colectivo social local. La responsabilidad de instrumentar el programa en lo concreto, rural o urbano, quedaría en manos de un comité integrado por personas destacadas por su honestidad y disposición cívica a favor de su comunidad o barrio; entretanto se puedan realizar las asambleas comunitarias donde se ratifique o rectifique, democráticamente, la integración del comité que tendrá facultades de dirección interna, de organización para el trabajo y administración reglamentada de los recursos gubernamentales, con la responsabilidad de dar aceptables resultados físicos y financieros.

También el programa deberá ser de nulo contratismo innecesario o administración corrupta; adquiriendo y utilizando al máximo los materiales de la localidad o municipio, con empleo temporal comunitario, retribuido a destajo, tomando en cuenta la activa participación y el parecer de la familia beneficiada sobre la manera de hacer la rehabilitación respectiva. De lo que se trata es hacer más con menos y con mayores beneficios a la población pobre. A partir de la cohesión comunitaria y de la honestidad colectiva. No olvidemos que el hambre no espera y que el derecho a la vivienda digna está consagrado constitucionalmente.

PD1. Por instrucciones de AMLO, arribó a Guerrero una delegada federal especial, que viene a reforzar el combate al Covid-19. Quizás sea por la incapacidad mostrada por el actual delegado federal de los programas sociales.

PD2. Para sorpresa de muchos que creíamos que estábamos en la media nacional, ahora nos informan oficialmente que, en el mapa federal, Guerrero aparece en rojo, es decir en alerta máxima, por su elevado crecimiento de contagios.


viernes, 8 de mayo de 2020

Fertilizantes 2020


Héctor Manuel Popoca Boone.

El Programa de fertilizante gratuito se vuelve vital y estratégico, porque ayuda al logro de una buena producción de maíz en Guerrero. Respaldarlo es apoyar la lucha contra el hambre, que ya cunde sobre todo en la Montaña. Cuidarlo es responsabilidad de los campesinos y de todos. Pero más de los gobiernos establecidos.

Dentro de los errores graves cometidos en el programa del año pasado, estuvo la falta de voluntad del gobierno estatal para depurar el tergiversado padrón de beneficiarios que venía siendo utilizado desde años atrás. Este año, se amacharon en hacer lo mismo. Todo por mantener un alto nivel de clientelismo político, condimentado con el moche recibido, en distintas formas, por los “lucradores sociales” escudados en las listas de beneficiarios de las organizaciones que dicen representar.

En audiencia otorgada al Gobernador del estado por el Jefe de la oficina presidencial, Alfonso Romo, el 6 de febrero del presente año en la Ciudad de México, en la cual participó el Secretario de la Sader, Víctor M. Villalobos, llegaron a la conclusión que el padrón de beneficiarios 2019 no había servido de mucho, y, junto al desfase en el tiempo de entrega del apoyo, concitaron muchas inconformidades entre los campesinos.

Los resultados finales oficiales del programa 2019, son falsedades institucionales que nadie en su sano juicio aceptó. Las mentiras publicitadas fueron de tal magnitud que comparten frontera con la hipocresía, cinismo y desvergüenza de quienes fueron responsables del desastre acaecido. De los cuatro principales responsables del programa fallido, tres seguirán operándolo, política e instrumentalmente: El gobernador y su “maestro incómodo”, así como el deshonesto y autista social, Amílcar Sandoval Ballesteros. Únicamente, Jorge Gage, fue el funcionario federal relevado. (por su infortunado desempeño a pesar del fuerte apoyo que le brindó su amigo Florencio Salazar).

Hoy no todo es malo. Lo bueno es que por fin se erradicará la gran corrupción que prevalecía en la adquisición del sulfato de amonio, mayoritariamente comprado a una empresa particular. Ahora la compra directa será urea a PEMEX, además del fosfato diamónico. Ya comenzó el traslado de los bultos a las bodegas distribuidoras regionales de Segalmex. Hay un avance aproximado del 40 por ciento en el acopio transitorio. La fecha límite para el traslado y su distribución total por comunidad es la última semana de mayo.

Un posible problema será el desconocimiento de la aplicación eficaz de la urea, por buena parte de los campesinos. Tienen el hábito arraigado de usar el sulfato de amonio. Habrá cierta resistencia al cambio en la manera de abonar la tierra por el mayor número de jornales requeridos. Tampoco en las circunstancias actuales podrán realizarse las capacitaciones técnicas correspondientes, por la recomendación de no hacer reuniones de más de 50 gentes. Escenario que se agrava, porque todavía no hay certeza de quienes serán los beneficiarios definitivos, desglosados por localidad y superficie.

Como sea que haya sido en el año pasado, y dada la pandemia vigente y sus estragos, por el momento no queda de otra más que apechugar esas repetidas anormalidades, pero sin dejar de señalarlas. Debemos esforzarnos todos para sacar adelante el Programa 2020, dada su alta prioridad social. Aún con un padrón incompleto, inconsistente e hiper inflado; es preferible aceptar el mal menor, dilapidar bultos a que falten. Ojalá sean cumplidos los tiempos límites, por lo menos en las superficies reales y con los productores verdaderos. De lo contrario pueden aparecer los malos chaneques, tan temidos por todos.

PD1. En el caso del programa de fertilizante gratuito, no sabe uno si transitamos hacia la “Cuarta Transformación” …o caminamos hacia la segunda deformación. Los juegos del poder nacional también se ven reflejados aquí.

PD2. La miopía progresiva deviene ceguera total. Algunos estamos dedicados en parte a identificar lo negativo, …que sí existe. Otros están abocados a señalar lo positivo, …que no existe.

PD3. Excelente desempeño profesional ha mostrado el equipo de trabajo que coordina la Directora de Investigación y Postgrado de la UAG, Dra. Berenice Illades, en el combate al Covid-19.




viernes, 1 de mayo de 2020

Recomendación.


 Héctor Manuel Popoca Boone.

Para los trabajadores de la Salud fallecidos en combate y para los indígenas infestados en Nueva York.

Ante la emergencia nacional, el Presidente López Obrador manda una iniciativa de carácter extraordinaria a la cámara federal de diputados para que se le autorice el ejercicio del gasto público federal 2020 de manera discrecional y con criterio personal. Aquí en Guerrero, el Gobernador Astudillo Flores ha tenido, desde años atrás, autorización del Congreso local para detentar esa facultad.  

Hago énfasis que, para el caso estatal, esas aprobaciones anuales han sido hechas en situaciones de “normalidad gubernativa”, para oprobio de los diputados locales; ya que contravienen el espíritu de equilibro gubernativo, mediante pesos y contrapesos que deben existir entre los poderes democráticos establecidos (Montesquieu, dixit). ¿Cómo convencían, anualmente, a los legisladores locales para que aprobaran en tiempos ordinarios de gobierno tal desaguisado anticonstitucional?

         Este grave entuerto, muestra que el poder legislativo estatal abdicó, reiteradamente, de una de sus principales facultades constitucionales, referida a la autorización desglosada del presupuesto anual de egresos en períodos normales de gobierno. No causa sorpresa alguna, el alto grado de subordinación que mantiene el Poder legislativo respecto del Poder Ejecutivo en Guerrero.

Sea de ello lo que fuere; ahora, dadas las circunstancias adversas e inéditas por las que estamos atravesando, el Gobernador del estado puede avocarse con mayor ahínco a reorientar el gasto público 2020 y enfocarlo con la austeridad, eficacia, transparencia y honestidad debida, a la atención de los fuertes problemas sociales que están suscitándose, derivados de la pandemia y la crisis económica que, lamentablemente, no tienen visos de resolverse en el corto plazo.

Claro está que, para tener capacidad de respuesta institucional adecuada a las desastrosas circunstancias mencionadas, condición indispensable será erradicar las deformaciones gubernamentales, conformadas desde hace años atrás, que no han permitido a la fecha hacer realidad el progreso social y la superación individual de los guerrerenses. Menos aún se ha logrado tener paz y bienestar comunitario.

Me refiero fundamentalmente a la corrupción, farsa y mendacidad, como hábitos de conducta institucional. A la ineficiencia y negligencia, como lastres del bien gobernar. A la ilegalidad, opacidad e impunidad, como mantos protectores de ilícitos y abusos de todo tipo. Y a la no menos importante falta de veracidad en la rendición de cuentas y entrega de resultados gubernamentales.

 No fue sino hasta ahora, en tiempos del Covid-19, cuando salen a relucir, una vez más, profundizados e incrementados, pero con mayor crudeza y desnudez, los nefastos vicios reinantes. Sinceramente, creo que, como nunca antes, hemos tocado fondo.

No me resta más que recomendarle al C. Secretario de Finanzas estatal que para el buen uso del erario público, en tiempos del Covid-19 y de la crisis económica consecuente, los compacte todos, excepto los irreductibles, en programas básicos-prioritarios que giren en torno a 1) la salud, 2) combate al hambre y a la pobreza, 3) empleos, 4) educación, 5) seguridad pública y 6) justicia plena. Privilegiando a los que menos tienen y a los que acusan mayor vulnerabilidad. No más, pero tampoco menos.

De una cosa estoy seguro: serán de tal magnitud y profundidad las secuelas estatales que no se podrá seguir gobernando a Guerrero como antes; so pena de presenciar mayores estallidos sociales de diferente índole y magnitud.

PD1. “México pasó muchos años de corrupción y una cultura de oscurantismo. Es natural la desconfianza. Ahora el país está construyendo su propia madurez en términos de la exigencia ciudadana” Hugo López-Gatell.

PD2. La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, advierte que los “poderes de emergencia” aprobados para combatir la pandemia de coronavirus “no deben ser armas que los gobiernos puedan usar para aplastar la disidencia, controlar a la población o prolongar su estancia en el poder”.

PD3. La evidencia histórica, nacional e internacional, indica que el uso de cubre-bocas sirve de mucho para reducir contagios en epidemias y pandemias.