Héctor Manuel Popoca Boone.
Cualquier conglomerado de seres
humanos en un espacio físico confinado tiene posibilidades de convertirse en
foco de contagio, ya sea de infecciones leves como una gripa, o infestaciones
letales como lo es el Covid-19. Máxime si hay demasiada cercanía entre los
individuos. Por eso, nadie debe subestimar la posible presencia del virus en lugares
de congregación social como lo son: mercados, escuelas, asilos, oficinas de
trámites, hospitales, penitenciarías, centros sociales y comerciales, restaurantes,
estaciones y transportes de pasajeros, etc.
Es de todos conocido que el hogar
de los guerrerenses pobres, se caracteriza por el hacinamiento que sufre la
familia. Son limitados los espacios disponibles (dos o tres cuartos de
reducidas dimensiones), de materiales de construcción frágiles y con faltantes
múltiples; por ejemplo, pisos de tierra, falta de agua entubada, sin drenaje o
fosa séptica adecuada, nulo fogón en alto en la cocina rural y, además, en
algunos casos, hábitos poco higiénicos de los moradores, a causa de la pobreza
que los embarga. Son las llamadas “casas de cartón”.
Los datos duros de los organismos
públicos especializados en la materia, CONAPO y CONEVAL, dan cuenta pormenorizada
del rezago y deterioro de la vivienda en Guerrero; y son de tal magnitud, que estamos
entre los primeros lugares del país en materia de carencias y precariedades. No
se diga del alto grado de hacinamiento en el hogar (alto número de ocupantes
por habitación). Viviendas con estas características las encontramos en el
medio urbano, en los llamados cinturones de miseria y más en el medio rural. También
son parte de la configuración de los asentamientos de las comunidades indígenas
que, por otro lado, la orografía estatal no ayuda a la hora de costear y
atender las necesarias reparaciones y/o rehabilitaciones.
Pero he aquí que, en estos
aciagos tiempos, auto rehabilitar o mejorar este tipo de viviendas contribuye
en forma importante a reducir la trasmisión de la pandemia, la violencia
intrafamiliar y ayuda a resarcir en parte y con carácter temporal la pérdida
del ingreso económico familiar. Por lo que sugiero, atentamente, a los tres
órdenes de gobierno, establezcan en forma coordinada, un programa de auto-rehabilitación
comunitaria de la vivienda vulnerable por hacinamiento y pobreza, en los
municipios críticos. El programa se inscribiría en el contexto de la estrategia
presidencial para la reactivación económica del país.
Los lineamientos del programa propuesto,
a diferencia de los tradicionales, estriba en la utilización del tequio
comunitario indígena para la rehabilitación de las viviendas anteriormente
reseñadas. Esto es, mediante la participación solidaria del colectivo social
local. La responsabilidad de instrumentar el programa en lo concreto, rural o
urbano, quedaría en manos de un comité integrado por personas destacadas por su
honestidad y disposición cívica a favor de su comunidad o barrio; entretanto se
puedan realizar las asambleas comunitarias donde se ratifique o rectifique,
democráticamente, la integración del comité que tendrá facultades de dirección
interna, de organización para el trabajo y administración reglamentada de los
recursos gubernamentales, con la responsabilidad de dar aceptables resultados físicos
y financieros.
También el programa deberá ser de
nulo contratismo innecesario o administración corrupta; adquiriendo y
utilizando al máximo los materiales de la localidad o municipio, con empleo
temporal comunitario, retribuido a destajo, tomando en cuenta la activa participación
y el parecer de la familia beneficiada sobre la manera de hacer la rehabilitación
respectiva. De lo que se trata es hacer más con menos y con mayores beneficios
a la población pobre. A partir de la cohesión comunitaria y de la honestidad
colectiva. No olvidemos que el hambre no espera y que el derecho a la vivienda digna
está consagrado constitucionalmente.
PD1. Por instrucciones de AMLO, arribó a
Guerrero una delegada federal especial, que viene a reforzar el combate al
Covid-19. Quizás sea por la incapacidad mostrada por el actual delegado federal
de los programas sociales.
PD2. Para sorpresa de muchos que creíamos que
estábamos en la media nacional, ahora nos informan oficialmente que, en el mapa
federal, Guerrero aparece en rojo, es decir en alerta máxima, por su elevado
crecimiento de contagios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario