Debido
a los grandes desafíos que enfrenta nuestro estado, necesario es que lo
gobierne alguien que tenga además de altura de miras, un amplio conocimiento de
los ancestrales problemas y desequilibrios regionales que aquejan a nuestra entidad
sureña y, por supuesto, estar comprometido con las mejores causas sociales de
los de abajo. Mujer u hombre intachable, sin inclinación al latrocinio, ni a la
sempiterna farsa o hipocresía. Principalmente, estar libre de pago de facturas de
cualquier índole.
Alguien
que sepa conducir los destinos estatales por buen derrotero; haciéndose
acompañar de la energía y creatividad de un buen equipo de hombres y mujeres,
de acendrados principios y valores, para transitar el difícil periodo del
próximo sexenio gubernamental. Tiempos que requerirán de arduo esfuerzo
colectivo, para recuperar lo perdido a causa de los desastres que nos está legando
la pandemia.
Necesario
también es contar con la indispensable participación de una ciudadanía sana,
consciente, vigorosa y exigente. Con auto disciplina colectiva y ordenado trabajo
comunitario. Que sepa ser vigilante de la superior prevalencia de todos los
derechos humanos. El gobierno que propongo atenderá las demandas de un nuevo y fuerte
movimiento social, plural y emancipador; teniendo la obligación de ser ejemplo
permanente de congruencia entre el decir y el hacer; porque sería una desgracia
dar cabida a frivolidades, simulaciones, mentiras, dispendios, corrupciones,
nepotismo e impunidades; ya sean institucionales o civiles.
En
el tiempo post electoral, estaremos atosigados por acentuadas carencias
económicas. No habrá mucho erario público del qué disponer. Será una zaga
colectiva de esfuerzo humano y lucha constante por reducir los déficits incrementados
que tenemos en los sectores salud, educación, alimentación, economía y justicia.
Tendrá
que ser una hazaña social, el abrir oportunidades y fuentes de trabajo
permanentes y remuneradoras, en estrecha coordinación con un sector empresarial
progresista, que esté apuntalado por financiamientos productivos blandos. Especial
atención tendrán las empresas micro, pequeñas y medianas pertenecientes al
sector social de la economía. Junto con todas las fuerzas productivas del
estado, aspiro a fortalecer los mercados regionales; para producir, lo más
posible de lo que consumimos de fuera. Todo es lograble, contando con el
decisivo concurso del pueblo de Guerrero.
Ciertamente,
difícil será llevar a cabo lo planteado, debido al fuerte arraigo de vicios,
latrocinios y enajenaciones, de los que hemos sido víctimas a manos de malos
gobernantes de muchos años a la fecha. Con el respaldo de la ciudadanía y sin
titubeos, erradicaré esos lastres. El gobierno democrático, participativo y de
nuevo tipo que me propongo establecer, no tolerará ninguna especie de marginación,
segregación o racismo; antes bien, promoverá iniciativas para desterrarlas ahí
donde se den.
Entre
otros anhelos para ser candidato independiente a gobernador, está abolir la
nefasta existencia de ciudadanos de primera, segunda y tercera categoría. En la
nueva forma de gobernar, habrá de otorgársele la misma atención a todos; pero
con especial trato al ciudadano desvalido, sea éste, indígena de la Montaña; afro
mestizo de Costa Chica, al relegado de la Sierra, al abandonado de Tierra
Caliente o del Acapulco suburbano, por citar algunos ejemplos representativos.
La
verdadera gobernanza se gestará desde abajo; en el seno de las juntas
vecinales, de barrios urbanos y en las asambleas de las comunidades rurales; siendo
protagonistas principales: la juventud, los hombres y mujeres productivos; acompañados
de la sabiduría de los adultos mayores.
El
desdeñar el papel participativo de la ciudadanía, sería el mayor error de
gobierno que pudiera cometerse; tal y como ha sido en los gobiernos deshonestos
de los últimos tiempos. De ahí la ínfima trascendencia e incapacidad
institucional de dar gobernabilidad regional donde, hoy por hoy, han asentado
sus reales con total impunidad, los negociantes de las adicciones fuertes.
PD.
La Directiva Nacional del partido, Morena, pecará de alta irresponsabilidad e
ilegalidad, al realizar, próximamente, una encuesta estatal, “casa por casa y
de cara a cara”; en plena pandemia creciente (calificada por las autoridades
sanitarias de Alto Riesgo); al exponer la salud y la vida de sus encuestadores
y la de los encuestados y sus familias. ¡Uff…!
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