Héctor Manuel Popoca Boone.
El Covid-19 y su expansión
mortífera, ha venido desnudando implacablemente a los gobernantes, políticos y
empresarios, inescrupulosos en sus ambiciones, egoísmos, farsas, mendacidades e
inhumanidades. Eso ha sido en forma paulatina e inexorable; como en toda crisis
social que se presenta en gran magnitud. Presenciamos actos, expresiones y
escenas secuenciales en diferentes ámbitos de la vida pública, a la manera de alguna
película sur realista (Buñuel), del teatro de lo absurdo (Ionesco), de la pintura
grotesca (Goya) o de la literatura kafkiana.
El gobernador del estado
expresó meses atrás, que la curva de ascenso de la pandemia, ni estaba aplanada
ni controlada. A la fecha, estamos en la misma situación, aun cuando en forma más
agravada, por el número de contagios y muertes acumuladas.
Hay excesos de ambos casos
lamentables, a consecuencia del mal manejo de la pandemia, en el marco de la
insensatez y la irresponsabilidad gubernamental. Sin dejar de tener lo suyo, la
escasa conciencia y disciplina ciudadana.
Quedó registrado en los
anales de esta pandemia, “El Gran Engaño” que tuvimos en Guerrero a manos del
“triunvirato gubernamental de la letalidad predeterminada”. Al acordar, durante
varios meses, la vigencia del semáforo epidemiológico naranja, pero con medidas
sanitarias laxas de un semáforo amarillo. El punto culminante fue que, previo a
las fiestas de fin de año, tuvieron el cinismo de poner en semáforo amarillo a
los municipios de Acapulco, Zihuatanejo-Ixtapa y Chilpancingo que,
paradójicamente, son los de mayor infestación y mortandad en el estado.
Hoy estamos pagando caro,
el desafortunado acuerdo estatal que ya fue modificado, antes del plazo fijado;
aun cuando “El Gran Engaño”, en forma aminorada, persiste. La oxigenación a la
economía de nuestros principales centros turísticos y comerciales fue pírrica.
Tanto la afluencia de turistas, como la derrama económica generada, no fue más
allá del 34 por ciento de la que se tuvo el año pasado.
La pregunta obligada que
tendremos que hacernos cuando ya contemos con cifras realistas es: ¿Cuánto costó
en materia de fallecimientos y contagios de más, tamaña imprudencia? Muertes
acumuladas llevamos 2 mil 750 y contagios, 26 mil 550, a razón de 15 muertes y
40 personas contagiadas, promedio por día, en lo que va de enero.
Hemos entrado a este año
nuevo con un preocupante repunte en la ocupación hospitalaria, en el
crecimiento de contagios y muertes y con una planta de trabajadores de la salud
extenuada, expoliada y no exenta de discriminaciones. No en balde el saber
popular indica que, en tiempos de guerra y de pandemia, las medallas y
reconocimientos son para los generales que están permanentemente en los
cuarteles generales y las muertes corresponden a los soldados que están en la
trinchera de batalla. Lo mismo pasa con los reconocimientos y estímulos para
los altos funcionarios de la salud de alta jerarquía, que están debidamente
resguardados en sus oficinas ejecutivas contrastando con los sufrimientos
laborales, riesgos de salud y muertes de los trabajadores que están en las
áreas críticas de atención pandémica en los hospitales.
Por si fuera poco, iniciamos
el año con arcas públicas semivacías para enfrentar la presente embestida.
Mientras tanto, la muerte y la enfermedad provocada por el pinche y maldito
virus, se enseñorea y se expande, calladamente, por las viviendas de las
familias más pobres en los cinturones de miseria de las ciudades, que viven al
día, en el hacinamiento y totalmente desamparadas; fuera de todo programa de
protección a sus vidas y a su salud y no tener acceso a consulta médica y menos,
a la adquisición de medicamentos.
PD1. Ya me explicaron que
el paso elevado vehicular, que se construye en la ciudad de Acapulco, es
primordialmente para darle mayor fluidez al paso de ambulancias y carrozas
fúnebres.
PD2. El Tribunal Estatal
Electoral dictaminó que es inviable eximirme de la obligación de recabar 75 400
firmas de apoyo ciudadano para convertirme en candidato independiente a la
gubernatura de Guerrero. A eso, yo le llamo incitación para volverme un
homicida culposo en serie. Ni modo, llegaré, si es necesario, hasta la Corte
Interamericana de los Derechos Humanos.
porelrescate@hotmail.com
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