viernes, 27 de agosto de 2021

De fugas, autismos y distractores.

 Héctor Manuel Popoca Boone.

 

A la memoria del Lic. Julio A. Vargas Arriaga. Buen amigo; eficiente abogado y economista.

 

Fuga significa salir precipitadamente, evadir un asunto o situación; en lo físico o en lo mental, que adversamente nos circunda y acorrala, sin poder darle solución. Es una actitud o una acción muy socorrida por el ser humano, cuando se encuentra en una circunstancia difícil de enfrentarla o resolverla. “Darse a la fuga hacia adelante, al vacío o a la nada” es aventurarse al precipicio por algo que se antoja irresoluble.

 

         En el ámbito de la psicología, similar manifestación la encontramos en el “autismo”; que es una patología mental, voluntaria o involuntaria, expresada por el individuo con tendencia a desistirse del mundo exterior y a ensimismarse en lo que para él le es más conveniente o confortable. En política, ser autista es exhibir desinterés, menosprecio, falta de atención o amnesia a una problemática específica, de suyo grave, que padece la sociedad y que el político presiente que lo arrollará, indefectiblemente.

 

         Otra mala actuación política es aquella a la que me he referido en artículos de opinión pasados, referida a la acción institucional teñida de “gatopardismo” frente a la creciente pandemia. O sea, fingir que se está trabajando para resolver un problema social, pero que en realidad no es así. “Mantener todo igual, fingiendo cambiar” Preservar soterradamente “la normalidad” perdida de canonjías y privilegios. En esta estrategia engañifa y perversa, es importante poseer mucha habilidad para fingir, echando mano de la demagogia, las mentiras o de las verdades a medias.

 

En el arte de la política también se ubica el empleo de “distractores” que son temas, asuntos, hechos o personajes, que sirven para desviar y distraer la atención social de lo que realmente es de la mayor importancia para la atención pública.

 

En el transcurso de la aun incontrolable pandemia del Covid-19, con sus múltiples variantes, hemos constatado el uso reiterado -por toda la partidocracia de nuestra democracia mercantilizada- de tales artimañas politiqueras, para desviar la atención de la ciudadanía sobre la gran mortandad y afectación de la salud que hemos tenido decenas de miles de guerrerenses.

 

Por eso, los responsables de las instituciones públicas involucradas han conquistado mucha incredulidad ciudadana; como podría quedar constatado en la convocatoria a reanudar clases escolares el próximo lunes, estando el estatus de la pandemia en el nivel de máximo riesgo y sin las mínimas condiciones precautorias para enfrentarla. Y cuando la institucionalidad pierde autoridad por su actuar irresponsable…

 

Los sucesivos espectáculos públicos y bochornosos que nos ha ofrecido la clase política de nuestro estado, a todo lo largo de lo que lleva la pandemia, dan cuenta de tamaña teatralidad; aderezada de una vastedad de farsas y mentiras. Son socorridos artilugios para proteger intereses políticos y económicos de grupo y para eludir la responsabilidad en la incompetencia que han exhibido en el combate y control del mortífero Covid-19.

 

Por último, no queda fuera de lugar la anécdota histórica del emperador romano, Nerón, que ante el total incendio de la ciudad de Roma (provocado por él mismo), salió a la terraza de su palacio imperial y se puso a declamar o cantar poesías bucólicas, viendo a los pobres ciudadanos morir achicharrados. Vale.

 

PD1. El broche de oro del sistema “Corrupción S.A. de C.V.” imperante en Guerrero, quedó a cargo de los integrantes del Ayuntamiento de Acapulco empezando por la presidenta municipal en turno, con las denuncias hechas públicas por el hoy defenestrado (por unanimidad del cabildo) contralor municipal, Francisco Torres Valdez, acerca del desempeño pútrido y corrupto de los gobernantes de la principal comuna de Guerrero. Yo, como gobernador moral de este sufrido estado, repudio, condeno y exijo, públicamente, la investigación a fondo correspondiente y la aplicación de responsabilidades a esa caterva de malandros y malandras que resultaren.

 

PD2. Sobre los temas de corrupción y nepotismo, también ha de estar nervioso el actual mandatario de la triste gobernanza estatal; y su consorte toda empoderada. Habida cuenta que el secretario de finanzas del gobierno de Guerrero es ¡su sobrino!; y las oficinas del erario público, son conocidas por toda la burocracia central, como la principal incubadora de facturas apócrifas, entre otras monerías. ¡Uf! ¡Uf!

 

porelrescate@outlook.com

 

   

 

sábado, 21 de agosto de 2021

Las benditas remesas.

Héctor Manuel Popoca Boone.

¿Alguien ha visto a Vicente I. Suastegui Muñoz?

 

Si no fuera por el monto anual de remesas que recibimos de nuestros paisanos de allende las fronteras del norte, abríase derrumbado estrepitosamente nuestra economía local. Junto con el turismo, la minería y los estupefacientes, son las principales fuentes de ingresos económicos para Guerrero; mismas que apuntalan los niveles de consumo interno y a la vez contrarrestan la fuga de divisas que guerrerenses pudientes realizan en sus viajes de turismo al extranjero o resguardan fuera del estado.

 

Son las remesas (a nivel nacional frisan un monto total anual de 820-840 mil millones de pesos) oxígeno puro para nuestra maltrecha economía de México, porque no son expatriables; ya que están destinadas a reforzar, en su mayor parte, el consumo interno de sobrevivencia, para la satisfacción directa de las necesidades alimenticias y de habitación familiar de un segmento importante de la población pobre del país.

 

Para México, son también un saludable respiro ante los compromisos de pago de deuda pública, originada por la colocación de “bonos” gubernamentales; y por la fuga de inversiones extranjeras especulativas que, con el actual nivel actual de inflación nacional del 6 por ciento anual, empiezan a reorientarse hacia países con mejores rentabilidades financieras.

 

De esta forma, se da el fenómeno que, mientras ciertos mexicanos empresarios multimillonarios y sus pares políticos, sacan su dinero del país para protegerlo o esconderlo de futuras eventualidades; miles de mexicanos pobres, trabajadores manuales, envían sus magros dólares, obtenidos con su intenso trabajo mal pagado en tierras extrañas; además de ser vejados y discriminados por ser indocumentados. Son valiosas divisas en manos de los pobres que sirven para resguardar del hambre y de la inanición a sus familias en sus lugares de origen.

 

Los primeros, los multi millonarios, son los privilegiados y saqueadores de este país; los segundos, son los condenados que tienen que migrar para sobrevivir. Los primeros, desfondan económicamente a México, saqueando sus recursos naturales y financieros; los segundos, son los aportantes económicos, pero parias en su propia patria; que tienen que migrar para enviar remesas a efecto de apuntalar las precarias economías familiares. A los primeros, se les dan todas las facilidades gubernamentales para que hagan sus sangrías financieras; a los segundos, les ponen una y mil dificultades para tener trabajo digno en su patria y sin contar con mayor apoyo institucional en su misión, loable y heroica, de reforzar la economía regional de sus lugares de origen.

 

Reminiscencias dolorosas e imborrables, son las que guardo en mi mente de la primera vez que presencie en Tlapa, el inicio de un viaje de jornaleros agrícolas indígenas y sus familias a los campos agrícolas del norte del país, atiborrados en autobuses en no muy buenas condiciones mecánicas, contratados por “enganchadores”, que a su vez eran subvencionados por empresarios agroexportadores. Allá iban y siguen yendo los jornaleros agrícolas sin ninguna protección laboral o médica, para recibir jornales de miseria, haciéndolos vivir en barracas en condiciones infrahumanas a hombres, mujeres y niños.

 

También presencie, en aquel entonces, cómo de regreso a Tlapa, después de levantar y empacar la cosecha, los estaban esperando una caterva de “buitres” -policías judiciales- para arrebatarles parte o todo, de lo poco que habían conseguido ahorrar; no habiendo absolutamente ninguna autoridad competente, que detuviera a esos atracadores con placa policiaca que actuaban, año con año, en la total impunidad.

 

A esas 30 mil personas indígenas jornaleras agrícolas y a los cientos de miles de migrantes indocumentados guerrerenses, se les debe, en mucho, que hoy no ocupemos el último lugar, sino el penúltimo en materia de pobreza social.

 

PD1. La amplia ingobernabilidad que estamos padeciendo en nuestra vida cotidiana, muestra la poca eficacia con la que se desempeñó el “honesto” gobierno estatal terminal.

PD2. Como Gobernador Moral de Guerrero, afirmo que es una estulticia promover el regreso a clases cuando: 1) Estamos en máximo riego epidemiológico. 2) Sin la total aplicación de las vacunas requeridas. 3) Con los centros hospitalarios saturados y 4) con numerosas escuelas sanitariamente inviables. ¡Ya basta de muertes y contagios evitables! ¡Ya basta de farsas, mentiras y tranzas gubernamentales!

porelrescate@outlook.com

 


viernes, 13 de agosto de 2021

De pandemia, planes y mujeres.

Héctor Manuel Popoca Boone.

 

A la memoria de mis buenos amigos y amiga: Ethel Diego, productor de copra; Carlos Inoriza, conductor radiofónico; Martha Sánchez Néstor, dirigente indígena; entre otros muchos.

 

Pandemia: Estamos cosechando lo que se empezó a sembrar en septiembre del año pasado. En el marco de un semáforo epidemiológico ROJO, la decisión ahora de regresar a clases escolares presenciales contiene fuerte insensatez e irresponsabilidad de las autoridades gubernamentales.

 

Los especialistas concluyen que las probabilidades de contagio por Covid-19, son mayores en espacios cerrados, como lo son las aulas, que los espacios abiertos. Que puede ser mayor la infestación en espacios poco ventilados, que en los aireados. Lo mismo sucede al hablar en voz alta (posible maestro positivo) ya que produce mayor dispersión de gotícolas que pueden caer en objetos portadores; o partículas de aerosol suspendidas en el aire. Es motivo también de posible contagio, cuando se pasa más de una hora en proximidad física múltiple (grupo de alumnos), no obstante, el uso de mascarilla al interior del aula, pasillos o patio de la escuela.

 

Súmele a lo anterior, la poca o mucha ventilación que pueda tener el aula y el aforo de alumnos concentrado en ellas; sin dejar de tener en cuenta las probables aglomeraciones a la hora de entrada o salida de salones de clases o del centro escolar. Las dinámicas de contagio son distintas en tratándose de maestros que de alumnos. (elpais.com/ciencia/2020-10-24).

 

Planes. Satisfacción da constatar que la Gobernadora electa de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda (ESP), capta con celeridad, las crudas realidades regionales, las de carácter estatal y las serias limitaciones presupuestales, con las que se va a enfrentar a partir de que tome posesión de su alto cargo (faltan 77 días). Eso, en el marco de una población muy lastimada y con grandes necesidades en su vida propia y en su circunstancia pública, agravadas por la pandemia y sus secuelas; habida cuenta de la pobreza que embarga a las dos terceras partes del pueblo.

 

Fueron benéficas las entrevistas que ha tenido ESP con el Presidente de la República, López Obrador (AMLO) y secretarios federales, quienes le manifestaron, en forma diplomática, las limitaciones presupuestales para Guerrero en el próximo año.

 

Le dijeron que prácticamente, el presupuesto federal estará destinado a continuar con los programas sociales que AMLO ha instrumentado a nivel nacional y el de Fertilizante Gratuito, que se aplica solamente en Guerrero. La astringencia presupuestal federal será una realidad, a excepción de salud, empleo temporal y seguridad pública.

 

Solo le queda como margen de maniobra a ESP el gasto público estatal que no se destina al sostenimiento de la obesa burocracia estatal y los servicios que presta. El fortalecimiento de las finanzas públicas por medio del combate a la corrupción y a la evasión y elusión fiscal. Estas acciones resultaran obligadas para no recurrir al endeudamiento público no esencial.

 

No demerito en nada el ejercicio de consulta y recopilación de demandas y propuestas populares, para elaborar el plan de desarrollo estatal del próximo sexenio. Pero si considero la necesidad de recalcar a la ciudadanía los límites acotados del dinero público, para que no caiga en la frustración social a corto plazo. A la par, sería de mucha utilidad elaborar ya, un programa de acciones inmediatas de corte “secto-regional”, para rescatar a Guerrero del hoyo negro en que actualmente se encuentra inmerso.

 

Mujeres. Mi apoyo completo, como gobernador moral de Guerrero, a la impugnación que interpuso ante el Tribunal Electoral del Estado, la compañera, Ruperta Nicolás, ex candidata a la presidencia municipal de Iliatenco, por haber sido víctima de violencia política de género e intercultural; en la pasada contienda electoral.

 

Como sucede siempre, los delincuentes electorales primero dan el golpe político propagandístico ilegal y luego borran las evidencias, para quedar impunes. Las pintas en la principal carretera que pasa por ese municipio y que en fotografía fueron exhibidas como evidencias, rezaban: “Fuera Ruperta, no relección” “Ninguna vieja más en el poder, fuera Ruperta” “Es tiempo de los hombres, fuera Ruperta” semanas después, cuando llegaron los inspectores del Iepc-Guerrero al lugar de los hechos para constatar la denuncia, las pintas ya habían sido alteradas o borradas.

 

porelrescate@outlook.com

sábado, 7 de agosto de 2021

René.

 Héctor Manuel Popoca Boone.

Con desgarre en mi alma, recuerdo que conocí al joven René Juárez Cisneros durante el gobierno del Ing. Rubén Figueroa Figueroa (1978), cuando tenía yo un año de haber llegado por primera vez a trabajar a Guerrero, junto con el Ing. Jesús Velarde García (él como delegado Federal y yo como jefe de la unidad de Programación y Proyectos), en la acabada de establecer delegación federal de la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), cuyo secretario era Carlos Tello Macías.

Tanto Velarde García como yo no éramos guerrerenses de nacimiento (él era de Sonora; yo de la CDMX). La política del secretario de la SPP era no nombrar como delegados federales en las entidades de la república a profesionistas oriundos de las mismas; con la finalidad de que no se distrajeran de sus responsabilidades técnicas y no usaran de trampolín político a la delegación federal, a los programas y al presupuesto público federal que operaban.

Cierto día, después de haber tomado un curso sobre Formulación y Evaluación de Proyectos Productivos a nivel local, hicieron acto de presencia en mi oficina dos jóvenes, René Juárez Cisneros y Abraham Manrique Abarca, pasantes de economía, deseosos de incorporarse en forma definitiva a la SPP-Guerrero, por el buen nivel técnico que le imprimíamos a nuestro desempeño laboral. “¿En dónde estudiaron ustedes la carrera?” fue la primera pregunta que les hice. Me contestaron que en Escuela de economía de la Universidad Autónoma de Guerrero, entonces de reciente creación. “Ah, entonces apenas saben leer y escribir sobre temas económicos”, les exclamé sarcásticamente; llenándolos de estupor y asombro a la vez, sin saber qué responderme. “Pero no se agüiten, les dije. No quiero frustrarlos con una negativa, …tan rápido. Les propongo un trato.”

El pacto era que participarían en un curso intensivo sobre Programación de Inversiones y Evaluación de Proyectos, que el extinto Centro Nacional de Capacitación para el Desarrollo (CECADE) lo impartiría en la Ciudad de Toluca, Edo. de México; con una duración de seis meses y con asistencia de tiempo completo. La SPP-Guerrero, les dije, sufragaría los viáticos para su viaje y estancia en aquella ciudad. Les advertí que de terminar el curso y obtener una calificación final menor a 8.5 ya no sería necesario que se presentaran conmigo otra vez; tan sólo le reconocieran a la SPP la oportunidad brindada para consolidar sus conocimientos en la materia. De obtener una calificación superior, entonces podríamos entrevistarnos para analizar su incorporación laboral en el área de Promoción de Proyectos que estaba a cargo del buen amigo Lic. Mario Montalvo Saldívar.

Pasados los seis meses que duró el curso, se apersonaron en mi oficina muy orondos y con sus rostros henchidos de gran satisfacción, para informarme que no desertaron del curso; exhibiéndome su constancia de asistencia y sus calificaciones respectivas que, en ambos casos, eran superiores a nueve. René, con el sano atrevimiento que le caracterizaba, me señalaba un lugar del cuarto piso del palacio de gobierno estatal ubicado en el zócalo de Chilpancingo, donde deseaba tener su escritorio de analista. ¡Momento, mi estimado amigo! Le espeté. Yo voy a cumplir mi palabra; pero su residencia de trabajo en los próximos seis meses será la ciudad de Tlapa, en la región de la Montaña. Los jóvenes pasantes volvieron a quedar estupefactos.

El propósito de mandarlos a la Montaña durante ese tiempo, era para que analizaran y evaluaran el potencial de la región, para iniciar un programa de desarrollo apícola en los municipios y comunidades donde fuera factible. Trabajarían con el personal técnico de la residencia regional del Instituto Nacional Indigenista en la elaboración de los proyectos de viabilidad por comunidad seleccionada. Sobra decir que realizaron con buen desempeño técnico su cometido, por lo que al medio año se integraron plenamente a trabajar con nosotros en Chilpancingo, donde nos ayudaron participando en el Plan Estatal de Desarrollo que se elaboró en 1979 y en la atención de ocho microrregiones donde operaba el otrora Programa de Inversiones para el Desarrollo Rural (PIDER).

Al finalizar el mandato gubernamental del Ing. Figueroa Figueroa, yo me trasladé a trabajar a Cuernavaca, Edo. de Morelos, a la coordinación estatal del Sistema Alimentario Mexicano. No fue sino después de un año que retorné a Chilpancingo, a raíz de una invitación a una posada navideña de la SPP-Guerrero, en la que estaba también como invitado especial el Lic. José Luís Mosqueda Nogueda a la sazón, secretario de Planeación y Presupuesto (SEPLAP), en el gobierno de Don Alejandro Cervantes Delgado (ACD). En ese festejo platiqué extensamente con el secretario Mosqueda sobre los problemas regionales que enfrentaba Guerrero. Finalizado el convivio, me invitó a regresar a Guerrero e incorporarme a su equipo de trabajo, como Director General de Programación, para lo cual -me comentó- ya contaba con la venia del gobernador. Acepté.

A la par, el secretario estatal José Luís Mosqueda aceptó mi propuesta para que René Juárez nos auxiliara como coordinador operativo del Comité de Planeación para el Desarrollo de Guerrero (COPLADEG). Poco después, y a raíz de que Mosqueda fuera designado candidato del PRI a la Presidencia Municipal de José Azueta (Ixtapa-Zihuatanejo), ACD me designa encargado de despacho y luego titular de la SEPLAP y Coordinador General del COPLADEG. Así volvimos a formar una buena dupla de trabajo con René, en torno al tema del desarrollo socioeconómico de las regiones de Guerrero.

A principios del último año de gobierno de ACD, tuve un quebranto de salud, por lo que el gobernador nombró a René como encargado de despacho de ambas unidades institucionales que estaban bajo mi responsabilidad. Recuperada que fue mi salud, retorné a la titularidad para preparar la entrega-recepción formal de la SEPLAP y el COPLADEG, al gobierno entrante de José Francisco Ruiz Massieu, quien designó a René Juárez Cisneros como titular de la SEPLAP y al Arq. Ángel Pérez Palacios como Coordinador General del COPLADEG. (Continuare estas remembranzas, si la pandemia ingobernable nos lo permite).

porelrescate@outlook.com

 

“Yo asumo la responsabilidad”.

 Héctor Manuel Popoca Boone.

 

            No es cierto que el gobernador del estado, el secretario general de gobierno y el secretario de salud estatal, no hayan avizorado desde el mes de septiembre del año pasado, la vorágine creciente de mortandades y pérdidas de salud evitables y que no lo fueron; debido al erróneo y errático manejo de la pandemia del Covid-19 en Guerrero.

 

Fue entonces en ese tiempo, cuando la Secretaría de Salud federal había indicado que, debido al preocupante crecimiento de la pandemia, Guerrero debería retornar al semáforo epidemiológico color “naranja” (de alto riesgo), ya que estábamos en el “amarillo” (de riesgo medio). En contra, el gobernador, Héctor Astudillo Flores, declaró públicamente que la economía estatal seguiría abierta como si estuviéramos en semáforo “amarillo”; y suya era la responsabilidad de esa determinación. (Novedades de Acapulco. 14/09/2020). Eran tiempos vacacionales y puentes laborales de conmemoraciones patrias.

 

En otras palabras, las actividades económicas y sociales seguirían teniendo un aforo de ocupación promedio máximo permitido de 50 a 60 por ciento, y no del 30 por ciento, tal y como marca la norma federal para un estatus “naranja”. A partir de entonces, quedó establecido y quincenalmente ratificado el “Gran Engaño” de nuestras autoridades estatales al pueblo de Guerrero.

 

Para el “triunvirato de la mortandad predeterminada”, la salvaguarda de los negocios tendría primacía sobre la vida humana. El gatopardismo en el combate a la pandemia -simulación y mentira-, quedo fincado con pronunciamientos oficiales engañosos y melifluos; acompañados de acciones des-energizadas y blandengues.

 

De esa forma, se relajaron las medidas sanitarias y su debida observancia fue demasiado laxa durante las vacaciones patrias, las de fin de año, las de semana santa y en la temporada de las campañas y jornada electoral; donde por disposición mancomunada con el gobierno federal, rigió el semáforo “verde”, aun cuando en Guerrero la pandemia no dejaba de crecer, si bien lo hacía a velocidad moderada.

 

Algunos ciudadanos observantes, sin ser pitonis@s, oteábamos en el horizonte, la tragedia humana venidera, que hoy sufren miles de familias. Todo por tener un gobierno ineficiente en el desempeño de sus responsabilidades primigenias con el pueblo de Guerrero. Aportante de culpa también, fue la falta de consciencia y participación ciudadana para la contención del virus mortífero mutante.

 

La soberbia y el engreimiento permanente de nuestros conductores institucionales, han hecho que, ante la magnitud e intensidad de crecimiento del Covid-19, tengamos ahora que dar cuatro pasos atrás de manera rápida y colocarnos de nueva cuenta en un semáforo “rojo”.

 

Hoy, estamos en el semáforo de máximo riesgo. Pero el gobierno estatal, fiel a su parsimonia ñoña, indica que las playas quedarán abiertas, no obstante que nadie como él sabe que el factor de propagación más importante que tiene el virus es la proximidad física y la intensa movilidad social; no obstante que ya tiene cobertura un segmento de la población, con las vacunas correspondientes; mismas que no llegaron en forma suficiente en el tiempo previsto, para haber podido decretar con menor riesgo el semáforo “verde”.

 

Varias propuestas concretas y posibles, exitosas en otros países parecidos al nuestro, para contener la pandemia, las he plasmado en anteriores artículos de opinión (El Sur, sept. 26, oct. 3, 10 y 17 del 2020), sin que hayan merecido atención alguna de nuestras máximas autoridades sanitarias estatales, salvo honrosas excepciones municipales.

 

Hoy, los del gobierno dicen que no creían que la pandemia alcanzaría las actuales cifras, que oscilan en 5,000 decesos y 55,000 contagios acumulados, con las consabidas sub estimaciones. Nunca es tarde para enmendar, porque la pandemia y sus letales consecuencias, siguen creciendo en forma muy acelerada.

 

PD1. “…las ganancias de un día o la venta de una noche pueden representar muerte y dolor para decenas de familias”. Adela Román, alcaldesa de Acapulco. (Si eso lo hubiera pregonado tiempo ha, y actuado en consecuencia; otro gallo nos cantaría).

 

PD2. Durante casi seis años, el Gobierno de Héctor Astudillo y su “maestro incómodo”, se negaron a poner en funcionamiento el Centro Comunitario contra la Violencia a la Mujer Indígena en Ayutla (que tuvo un costo de más de 20 millones de pesos). Ni siquiera lo han utilizado, como les fue solicitado el año pasado, como centro cuarentenario temporal contra el Covid-19. Hoy más que nunca se hace necesario. El Hospital General de Ayutla se encuentra colapsado. Triple ¡Uf!

 

porelrescate@outlook.com