Héctor Manuel Popoca Boone.
¿Alguien ha visto a
Vicente I. Suástegui Muñoz?
Con
el atributo que da título a este artículo de opinión, identifico a la persona
que guarda congruencia e integralidad, entre lo que piensa, dice y hace, a lo
largo de su vida. Sobre todo, aquella dedicada al desempeño público, a la
política o a la reivindicación social.
La
buena política, en su esencia, refleja una amalgama de ideales, creencias,
principios, valores y modos de actuar, cuyo propósito es enraizarlos y
materializarlos en el colectivo social; teniendo como eje principal el bien
común ciudadano. De ese núcleo axiológico, se deriva la autoridad moral, sustentada
en un código de conducta individual y colectivo que marca la ruta a seguir y la
forma de transitar.
Ese
protocolo conductual se condensa en una ética, como guía para la acción. La
autoridad moral, por tanto, se hace y construye en nuestro propio devenir, como
individuos y como integrantes de una sociedad; acorde a la circunstancia vital
que nos circunda. No es un título nobiliario hereditario: no se confiere por
alcurnia, decreto, gracia o venta alguna.
Se
labra con el tiempo. Y lo valioso es que irradia credibilidad y certidumbre sobre
aquel que sabemos que es firme, claro, honesto, transparente y predecible en su
comportamiento y en su convicción. Por consecuencia, la autoridad moral conlleva
confiabilidad social para la necesaria cohesión ciudadana. La tesitura de su forja
sólo la da la firmeza de las convicciones sustentadas, con un destacado ejemplo
de práctica personal de perenne vigencia; que no está sujeta a componenda, hipocresía
o declinación alguna. Muy pocos personajes de la política poseen autoridad
moral que les permite trascendencia, no ubicándose en la nulidad o en la
mediocridad pública.
La
gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, va conformando su guía de gobierno de alto
compromiso social a base de jalones y trompicones. En medio de cuantiosos daños
materiales, provocados por desastres naturales; muchas muertes y quebrantos de
salud, por motivos de pandemia; muchos déficits en empleo, crecimiento
económico, seguridad pública y cohesión social. Afronta también fuertes
presiones, de todo tipo, de actores políticos que pugnan por hacerse del timón
a trasmano. Esas fuerzas están haciendo lo imposible, para que la Gobernadora no
se revista de suficiente autoridad moral, para así poder manipularla mejor.
Aquellos
que estamos, por genuino convencimiento, al margen de cualquier rebatinga de
botín burocrático, pugnamos por crear y ampliar una buena y activa consciencia
ciudadana. Nos afanaremos por poner nuestro granito de arena, puntual,
propositivo y crítico; para lograr tener un gobierno estatal estable, revestido
de mucha dignidad y autoridad moral. Que esté auténticamente al servicio del
pueblo. Una ciudadanía consciente, activa y organizada es parte de un pueblo
protagonista de su propio destino. Estaremos en la observancia permanente;
porque todos somos pueblo.
La
Asociación Civil: “Por el Rescate de Guerrero”, aplaude las acciones de
austeridad gubernamental, sobre todo, el vender la mansión de playa de los
gobernadores: “Casa Acapulco”; el orgiástico palacete desgastado del “Negro
Durazo” en Zihuatanejo; y la poco funcional casa-oficina de la CDMX; para con
eso sufragar los costos de construcción de centros hospitalarios y educativos
en la región de la Montaña, bajo la consigna: “Primero los pobres”.
Reconocemos
el desprendimiento de camionetas blindadas innecesarias, de rentas de inmuebles
superfluos, de gastos de representación personal onerosos para un quehacer institucional
austero. Pertinente es la reasignación del personal bajo nómina institucional,
que está de tiempo completo al servicio y seguridad particular de las familias
de ex gobernadores, ex servidores públicos y otros prominentes personajes
estatales.
Como
Gobernador Moral de Guerrero reafirmo que: 1.- No habrá autoridad moral para
combatir la corrupción y la impunidad, mientras no se rectifiquen los
nombramientos otorgados a “impresentables”; como son el secretario de la
Contraloría del gobierno del estado y el director general de la Promotora de
Turismo (Protur). 2.- En el mismo tenor, los diputados locales no podrán invocar
honestidad y justicia para Guerrero, mientras mantengan, como presidente de la
Comisión de Justicia, al diputado delfín de Héctor Astudillo Flores.
PD.
Credibilidad e integridad en el no mentir, no robar y no traicionar los
intereses genuinos del pueblo. Esa es la cuestión; tanto en pensamiento, palabra
y obra. “Tope donde se tope”.
porelrescate@outlook.com
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