Héctor Manuel Popoca Boone.
Analizar
las cosas con sus limitaciones intrínsecas, no es cerrar posibilidades; más
bien es expandir oportunidades.
Visto
está que, en su legado financiero, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), le
transferirá a la candidata presidencial triunfante, finanzas públicas federales
insanas por deficitarias. De tal magnitud será el faltante para el gasto
público que, como mandataria federal, ya electa, obligada quedará a realizar la
gestiones técnicas-financieras requeridas, para solicitar a los bancos o fondos
monetarios internacionales, una considerable deuda externa para México. Debido
a que su predecesor, AMLO, y el sistema tributario fiscal nacional le dejaran
poco margen de maniobra financiera para la disposición de recursos públicos. El
presidente saliente pretende gastar de enero a septiembre del 2024 la casi
totalidad del presupuesto anual de egresos previsto para inversión aprobado por
la cámara de diputados federal; provocando de esa manera un considerable bache
financiero.
También
sabemos de la renuencia y negativa que demostró, AMLO -respaldado por sus
diputados títeres de Morena-, para que se aprobara alguna partida presupuestal
formal para solventar los severos y numerosos quebrantos de todo tipo causados
por el huracán OTIS a su paso por Guerrero. Tamaña incongruencia programática
nos lleva a la conjetura que los egresos de inversión para el 2024 los dedicará,
fundamentalmente, a terminar o consolidar, los programas emblemáticos de su
período presidencial, a saber: Tren Maya, Refinería Olmeca, Tren Interoceánico
y el nuevo aeropuerto internacional; además de los programas de protección y
pensión social de su autoría.
Se
refrenda una vez más que al pueblo de Guerrero, AMLO, solo lo contempló como
reservorio de votos electorales y no como una entidad federativa pobre, pero
digna de recibir un mejor trato, por parte de un gobierno federal que ha
entrado a su fase terminal en el cual, una de sus consignas principales fue:
“Primero los pobres”
Por
tanto, Guerrero seguirá siendo, históricamente, el patito feo de la república.
Habida cuenta que ya desde el gobierno estatal anterior, padece de un fuerte
déficit en sus finanzas públicas a resultas de su mal manejo, lo que ha
obligado al actual gobierno constitucional de Evelyn Salgado Pineda a contratar
varios y considerables préstamos bancarios privados de corto plazo, con altos
intereses, para solventar problemas de sueldos, salarios y pensiones de
carácter estatal, así como pagos de débitos irreductibles al ISSSTE, SHCP y
otras dependencias federales descentralizadas.
A
la fecha aún no se ha aprobado el proyecto de decreto del presupuesto de
egresos del gobierno de Guerrero para el año 2024 por los diputados locales,
para analizarlo a detalle; pero ya fue aprobada la ley estatal de ingresos que
proyecta astringencia de recursos públicos por no tener voluntad política los
gobernantes (estatal y municipales) así como diputados estatales y regidores
municipales, de enmendar vicios y errores que han sido tolerados; manteniéndonos
como un estado con muy baja recaudación fiscal propia. Depender en más del 97
por ciento, de los ingresos de las aportaciones y participaciones federales, es
completamente insano y dependiente. Nos convierte en eunucos, económicamente
hablando, para promover y detonar nuevos procesos económicos sustentables micro
regionales generadores de empleos permanentes.
Para
2024, la verdad es que no tendremos ingresos reales suficientes para solventar
el gasto público estatal previsto a causa de la pérdida de poder adquisitivo
del peso debido a la inflación promedio esperada de 4.5 por ciento (misma que
será mayor en los alimentos) más los estragos económicos tenidos, e
irrecuperables a corto plazo, en el municipio de Acapulco que genera el
Producto Interno Bruto más fuerte del estado, lo cual hará bajar nuestros
niveles de tributación y por ende de participaciones y aportaciones fiscales
federales. Esa es la cruda realidad que me lleva a la conclusión pesimista de
que lo prevaleciente será fuga de habitantes, hambre y triste pobreza para el
pueblo sureño mayoritario. Ojalá esté equivocado.
PD. Para acostumbrarnos al régimen de
ahorro forzado, le informe a mi familia que en la cena de navidad, en lugar de
pollo habrá croquetas de pichón azadas; acompañadas con agua de Jamaica. Ni
modo.
porelrescate@outlook.com