viernes, 13 de mayo de 2011

Carta abierta.

Héctor Manuel Popoca Boone

Estimados compañeros de trabajo: En coalición se conquistó el poder estatal. En la diversidad nos empeñaremos en cumplirle al pueblo, porque para eso y no para otra cosa nos otorgó su voto mayoritario.

Cohabitar en la pluralidad requiere altura de miras. paciencia, prudencia, tolerancia y ganas de trabajar en equipo con un propósito común: elevar la calidad de vida de los guerrerenses; bajo la coordinación del gobernador del estado y teniendo como guía el Plan Estatal de Desarrollo Quinquenal.

En el transcurso del primer mes de gobierno, nos ganaron las pasiones y ambiciones, incontenibles y desatadas, sin rubor alguno. Deprimente y vergonzoso espectáculo dimos a la opinión pública. La lucha por puestos en la administración pública se dio sin cuartel. Fue un conflicto pedestre y miope. Oficio político, trabajo en equipo y rendición de cuentas será lo que nos salve de una infértil paralización mutua.

El actual, no es un gobierno estatal homogéneo de origen porque no se gestó en la hegemonía política; pero si podemos y debemos buscar la necesaria unidad en la acción de gobernar. El pueblo no espera. No nos dio tiempo de gracia.

Lo primero notorio es: si ponemos la estructura gubernamental al servicio de intereses de grupo, sean estos políticos o económicos, ya fracasamos de inicio. Si cada cual va a jalar por su lado y llevar el agua a su particular molino no iremos a ninguna parte; por el contrario, nos ganaremos más rápido que luego la repulsa popular.

Evitemos colocar junto a la ventanilla de acceso a los programas públicos un módulo de afiliación facciosa con antelación. El aparato de gobierno puede quedar atrapado en la telaraña de las apuestas políticas particulares. Y la nuestra es tristemente una historia continua de telarañas inescrupulosas.

Lo segundo, se refiere a si la parcela administrativa asignada nos marea y nos creemos semidioses perdemos el piso necesario para actuar con la sencillez y la modestia que reclaman nuestros semejantes. El poder no es lo único que corrompe si no también los métodos y las artimañas para preservarlo o detentarlo.

Lo tercero, es tener conciencia que la esperanza del pueblo señala: no más corrupción y saqueo en Guerrero. Es hora de desterrar los proyectos de reivindicaciones económicas ilícitas que obstruyen la posibilidad de sanos propósitos generales. No habrá consensos aglutinantes si no anteponemos los intereses populares a cualesquier otro.

Lo cuarto relevante es no seguir con el pensamiento erróneo que el mejor estilo de trabajar es a base de subordinación o sumisión en vez de coordinar esfuerzos. Desear la uniformidad, el consenso absoluto, resulta grotesco porque niega la riqueza de posibilidades que coexisten en torno a la búsqueda del bien social.

Las concepciones del medioevo deben quedar atrás. Los feudos y los cotos. Lo faccioso y la cofradía. Todo aquello que represente juegos egoístas de poder. En la ley del prepotente hay una intrínseca incapacidad de discutir puntos de vista opuestos. Existe nula opción creativa cuando solo se demanda el alineamiento acrítico.

PD1.- Solo unidos transformaremos Guerrero. Rosario Merlín.

PD2. En lo personal, a boca jarro, yo no firmaría ningún documento sin antes analizarlo. Cuantimás un gobernante. A fuerzas, ni la camiseta. Esas no son las mejores formas de negociar, compañeros de Cacahuatepec.

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