Héctor Manuel Popoca Boone.
El cinismo con el que algunos hombres
públicos realizan sus acciones réprobas es sorprendente en Guerrero. El pasado
27 de octubre se realizó la ceremonia anual de entrega de preseas al mérito
civil. Resulta que el correspondiente a la mujer, fue otorgado a Karenina
Martínez Calvo, ¡hija! del que presidió el jurado calificador: Dr. Jesús Martínez
Garnelo (JMG). Sin demérito de las prendas civiles que tenga la dama, tal
resolución muestra la carencia de ética profesional del último secretario
general de gobierno de la administración de Ángel Aguirre R.
Dicho funcionario público, es
corresponsable, por omisión, negligencia y encubrimiento por favorecimiento, de
la masacre de Iguala del 26 de septiembre pasado. Porque siendo el encargado de
la política interior, no garantizó la
integridad física de los jóvenes normalistas, además de no retener a los que
son presuntos responsables de la matanza: el ex presidente municipal (hoy prófugo) de Iguala y a su señora esposa,
entre otros.
Ahora JMG pretende regresar a su
anterior responsabilidad pública de la cual pidió licencia, a saber: Magistrado
presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Sin esperar a que se
diluciden las responsabilidades de los trágicos sucesos y que aparezcan los
normalistas desaparecidos forzadamente.
Es del dominio público que en el poder
judicial, muchas veces, si no hay dinero de por medio, se estancan o se tuercen
los expedientes judiciales, se emiten y ratifican sentencias sin sujeción al
derecho o se liberan de la cárcel a auténticos delincuentes. Por lo que dicho
poder requiere una renovación gradual de su cuerpo de magistrados, jueces y
proyectistas, para dar paso a nuevas generaciones de abogados honestos que
aspiran, infructuosamente hasta hoy, a una carrera en la magistratura judicial.
En la designación del magistrado
presidente debe respetarse, de veras, la certificación propia de sus pares
constituidos en pleno. Ya no permitir la injerencia de la voluntad del gobernador
en los hechos y tras bambalinas. Práctica insana y perniciosa que somete al
poder judicial a los designios del poder ejecutivo y que convierte al
magistrado presidente en un subordinado lame suelas del gobernante en turno.
En el momento histórico excepcional que
estamos viviendo, urge limpiar la institución para darle mayor certidumbre y
confianza a la ciudadanía. El regreso de JMG como magistrado presidente, sería
una afrenta a los guerrerenses, pues es conocido que durante su gestión, antes
de pedir licencia, propició y cobijó la corrupción en varios frentes: En la
construcción de obras, a través de su socio el Ing. Guerra. En las
adquisiciones, a través de su sobrino Enrique B. Ortega Garnelo y en la
práctica del nepotismo, al otorgar plazas laborales a sus sobrinos y otros
familiares. Como ejemplo de favoritismo inmerecido, está el haber encumbrado como
magistrado a Víctor Alejandro Arellano Justo, que tiene fama en el medio de ser
un juez nefasto y corrupto. Un antecedente oscuro de JMG es haber sido
inhabilitado durante seis años como magistrado, por liberar a un secuestrador.
En el seno del Tribunal Superior de
Justicia hay capital humano de reconocido prestigio jurídico y comprobada
honestidad para contar con una presidencia digna, como pueden ser los
magistrados Adela Román Ocampo, Alberto López Celis, Vicente Rodríguez
Martínez, Gabriela Ramos Bello, o la misma magistrada presidenta que funge en
la actualidad, Lambertina Galeana Marín. En las tareas de transparencia y
rendición de cuentas está la desaprovechada doctora y académica, Blanca Estrada
Ortega, reconocida por su firmeza de carácter, disciplina, responsabilidad y
conocimientos en la materia.
En conclusión: el magistrado o
magistrada presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado debe ser aquel
o aquella que cuente con un prestigio por su buen
desempeño a efecto de recobrar la credibilidad de la ciudadanía, contribuir a la reconciliación, la reconstrucción institucional
y a la paz social que tanto necesitamos.
PD. No es cualquier cosa, son 43 jóvenes
desaparecidos forzadamente desde hace más de un mes, de los cuales aún no se
sabe nada. Que nadie de los culpables escape de pagar sus delitos.
h.popoca.b@gmail.com
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