Héctor Manuel Popoca Boone.
¿Alguien ha visto a
Vicente Suastegui Muñoz?
Suma vergüenza, me da que Guerrero sea uno de los
principales estados de la República que, con persistencia histórica, digna de
mejor causa, destaque en el concierto nacional por el ecocidio de nuestras principales
cuencas hidrológicas. La irresponsabilidad ha sido de los gobiernos como de la
sociedad, por comisión u omisión.
Emblemática fue la extinción que hicimos, a lo largo de
los años, del río Huacapa, que atravesaba la ciudad de Chilpancingo y que hoy
es un vertedero, al aire libre, de excresencias, líquidas y sólidas. Arrojadas
en su lecho sin miramiento alguno, por la mayoría que habitamos la urbe; carentes
de consciencia, educación y dignidad ciudadana ecológica.
A
la par, hemos contado con autoridades gubernamentales federales, estatales y
municipales, signadas por la indiferencia y la dejadez; teñidas por la
corrupción; que impide poner orden y adecuado tratamiento a la contaminación
generada, como producto del anárquico y corrupto crecimiento urbanístico, causado
a su vez, por el alto aumento demográfico suscitado desde antiguo. Por eso, a
Chilpancingo la tienen catalogada como una de las ciudades más insalubres del
país. ¡Uf!
El ecocidio de una cuenca hidrológica es debido, en
última instancia, a la falta de observancia de un principio bioético
fundamental, que señala que el ser humano y la naturaleza que lo rodea son solo
un conjunto único de componentes interactuantes y entrelazados, en una misma
casa común. (Recomendable lectura es la Carta Encíclica “Laudato Si” del
Papa Francisco),
En
Guerrero, no hay cuenca de río, de cualquier tamaño, que no este afectada en
diverso grado por los embates del poder depredatorio del ser humano, con sus
asentamientos y actividades productivas, localizadas a lo largo y ancho de las
cuencas.
Hoy sale a relucir, de nueva cuenta y en forma más
agravada, la vasta contaminación del río La Sabana, que atraviesa el municipio
de Acapulco, para verter el agua negra que acumula en su trayectoria a la Laguna
de Tres Palos y ésta impregna de detritus nocivos al mar, a través de la barra
del mismo nombre.
El
caso vuelve a ser nota periodística, con motivo de un acto de presunta corrupción
gubernamental municipal, por una obra pública vial de tipo parcial ubicada a la
vera de una sección del río. Nunca construida, pero sí pagada en su totalidad
por un monto que frisa los diez millones de pesos. Hecha por un grupo dedicado
al latrocinio denominado: “La Ali Babá y los cuarenta regidores”
Volviendo al tema principal, lo fundamental para detener
la contaminación y degradación de una cuenca hidrológica debe partir del
principio de que quien la contamine, pare de hacerlo; o al menos lo haga en una
magnitud o intensidad mucho menor con la que actualmente lo hace. Cuestión de
suyo difícil, por una ancestral e insana contra cultura ecológica, que ya es
una “normalidad” de vida cotidiana, por muchos años labrada en los variados
asentamientos humanos y actividades económicas ubicadas a lo largo de la cuenca.
Lo
primero que se requiere es que la sociedad que habita o trabaja en la cuenca, tome
verdadera consciencia ciudadana y actúe con el debido cuidado que debemos tener
con la madre naturaleza; que es la nutricia de todos nosotros y que,
desgraciadamente, la estamos convirtiendo en un páramo, como herencia “maldita”
a nuestros hijos, nietos y subsiguientes. Mismos que nos recordaran por
haberles dejado un mundo ahogado en nuestra propia mierda.
PD1.
Por el Rescate de Guerrero. A.C. hace suyas las expresiones de, Jesús Mendoza
Zaragoza, para que cada cual, en su ámbito social, pugnemos por “las
transformaciones de las personas dando relevancia a sus condiciones éticas,
espirituales y culturales, y que un perfil deseable sea el de personas
críticas, creativas, responsables, libres, afectuosas y capaces de trascenderse
a si mismas en el bien común”
PD2.
Como Gobernador Moral de Guerrero, lamento que la Gobernadora Constitucional,
Evelyn Salgado Pineda, proponga que sea un juez varón, el que ocupe la vacante
de magistrad@ del Tribunal Superior de Justicia. Eso contraviene el espíritu de
lo dispuesto en la Constitución de respetar la tendencia a la paridad de género
en el Poder Judicial. Actualmente de las 25 magistraturas, solo nueve están
ocupadas por mujeres.
porelrescate@hotmail.com
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