Héctor Manuel Popoca Boone.
Una de las principales finalidades
de los partidos: PRD-MC-PAN, en la constitución del Frente Ciudadano por México
-con propósitos no electorales- es elaborar una propuesta programática común
para la posible conformación de una Coalición de carácter electoral. La
plataforma programática pretende definirla el Frente a partir de la
participación y conocimiento de las propuestas de la ciudadanía sobre los
problemas que más nos aquejan como pueblo; mediante la realización de foros de
consulta en las principales ciudades de las regiones de Guerrero.
En términos de la
política formal, se parte del principio de que, con miras a julio de 2018, lo
primero es tener el programa y después las candidaturas. Aun cuando la política
real nos señale que la primerísima prioridad es la negociación y repartición de
las posibles candidaturas a los puestos de presidentes municipales y diputados
locales en lo que concierne al nivel estatal. El programa y las candidaturas
federales para la Coalición -senadores y diputados federales por Guerrero- lo
trataran en el nivel de las dirigencias partidarias nacionales, en la capital
de la República. En Guerrero se tomará como marco de referencia el Frente que
se constituyó a nivel nacional, pudiendo no guardar vinculación ambos esfuerzos
en algunos tópicos.
El ejercicio programático
no es del todo inútil, a pesar de que la experiencia nos indica que, al final
de cuentas, en una versión pesimista, la propuesta de acción programática ira a
parar al archivo muerto de cada partido. Pero con una visión optimista,
representa una oportunidad de volver a remarcar los ingentes problemas
ciudadanos que se afrontan en cada una de las regiones y en cada uno de los
aspectos en que se desarrolla la vida regional. Los foros no pretenden ser de
catarsis social solamente, sino de recopilación de propuestas ciudadanas para soluciones
realistas.
Sin lugar a dudas el
principal tema que atravesará todos los foros regionales es la inseguridad y la
violencia; así como la revisión de todas las estrategias fallidas que se han
usado sin dar mayor resultado. A lo mejor el problema no son las estrategias
sino los elementos humanos encargados de aplicarlas. Consecuencia de lo anterior
también aflorará el grado de mal gobierno imperante, su cuestionable eficacia
en el cumplimiento de sus deberes constitucionales, el grado de transparencia y
honestidad con que las cumplen, así como la veracidad en la rendición de
resultados logrados. Todo eso, tamizado por el peso específico de los diversos
niveles de corrupción e impunidad existentes así como de la presencia de mis
“amigos organizados”.
No menor importancia
tendrá el tratamiento de los problemas de desigualdad social, pobreza y carencia
de oportunidades para el progreso familiar, con sus especificidades regionales.
Es un hecho evidente que la economía guerrerense, en términos generales, tiene
escaso crecimiento, inhibida está por la extorsión y cuasi paralizada por los
altos índices de violencia que nos aquejan.
Resaltará también en
estos foros, la situación deplorable de nuestra estructura educacional y de
salud pública. Los graves faltantes en materia de calidad y el gran desperdicio
de activos humanos y materiales en ambos sectores en las diversas regiones, que
impactan negativamente en la formación básica del capital humano y su calidad
de vida exigible para sacar de la postración a nuestro pueblo.
Seguramente en la Montaña
y en la Costa Chica en estos espacios de participación ciudadana afloraran los
agudos problemas de pobreza extrema -por así nombrarle elegantemente a la
miseria- en que viven los pueblos indígenas que habitan esas regiones y se
escuchará también la exigencia de respeto a los recursos naturales regionales,
empezando por suspender la minería depredadora que realizan las empresas
extractivas extranjeras.
PD. Construir una
plataforma programática común no será difícil en Guerrero, porque somos un
pueblo bíblico. Somos hijos de Job. ¡Casi todos estamos job-didos!
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